Por: Reyes Álamo Lima
Periodista , Escritor, Comentarista Deportivo Radio y Televisión.
Redes: @reyesalamolima
Fue en 2012 cuando me puse delante de la computadora a escribir lo que recordaba de mi paso por los medios de comunicación en Venezuela. Eran tantas las anécdotas, cuentos, recuerdos, cosas que había vivido y, que me habían pasado que quise plasmarlas en un papel (o pendrive) para que algún día mis hijos y nietos supieran como había sido mi vida. Y una cosa llevó a la otra, ya no me puse a escribir sobre mi trabajo profesional sino que me remonté a mi infancia en Canarias, a mi llegada a Venezuela en 1965, lo que suponía para un chico de casi 15 años dejar su pequeño pueblo de no más de cinco mil habitantes, para pasar a vivir en una metrópoli como Caracas. A dejar los amigos de toda la vida para comenzar a hacer nuevas amistades.
Falto a la verdad si no dijera, que fue mi esposa la que me repetía constantemente que me pusiera a escribir, que empleara mis largas horas de ocio en contar lo que recordaba de mi vida. “Cada vez que llegabas a casa me venías con un cuento diferente, algo que te pasó, alguna anécdota, alguien que te encontraste. ¿Por qué no te pones a escribir eso?” Así me decía reiteradamente hasta que un día me decidí y me puse muchas horas delante del “word” escribiendo y escribiendo; pulsando las teclas del teclado sin parar.
Escribí y escribí y luego me puse a ordenar todo y, cuando ya pensé que estaba listo, le di a “guardar” y, ahí se quedó. Un par de años después estando en contacto con el periodista venezolano Tomás Muñoz, éste me dijo que trabajaba en una imprenta y me animaba a escribir un libro sobre mi trabajo en los medios; le respondí que eso ya estaba escrito. Se lo mandé, lo revisó, se lo enseñó a sus jefes, la familia Restifo de Editorial Simplemente Fútbol, y decidieron que valía la pena publicarlo.
Se trabajó mucho vía correo electrónico y la obra se publicó en 2014. Una vez lista, viajé a Venezuela y luego de presentarla en la Hermandad Gallega de Caracas se colocó a disposición de la gente. Aquel acto estuvo muy concurrido, inclusive con el Presidente de la FVF, otros directivos, periodistas, ex futbolistas, familiares y amigos. Entre los ex futbolistas no podía faltar Luis Mendoza, Mendocita, que hace unos días nos abandonó para irse a otro plano superior.
El libro se puso a la venta en distintas librerías de Venezuela y al par de meses se agotó. En la librería Tecniciencias del CCCT durante un mes estuvo en el “top ten” de libros más vendidos. Un éxito total, fue muy bien acogido por los lectores, aunque también hubo algún que otro comentario en contra. Especial gracia me hizo uno que apareció en las redes, en el que alguien decía que yo “nunca en mi vida había jugado fútbol, que no sabía ni lo que era un uniforme, que si alguna vez me lo había puesto sería para disfrazarme en carnaval, que lo más redondo que había visto era una patilla”. Quizás por eso en la segunda edición, la recientemente publicada, cuento desde cuando comencé a jugar este bello deporte y aclaro que si no fui ninguna estrella destacada por lo menos me defendía y me harté de marcar goles aunque fuera entre equipos de mi nivel. Solamente me di el gusto de jugar varios años en primera de Miranda, torneos ibéricos y no desentonar mucho cuando de joven entrené en equipos profesionales, aunque ninguno luego se interesara por mí. Estrella no fui, pero me daba mi maña.
En estos años constantemente recibía mensajes de amigos y lectores preguntándome que dónde podían conseguir el libro “Comenta Reyes Álamo” y a todos les respondía que estaba agotado. Muchos me animaron a escribir un segundo libro y ya el espaldarazo fue estando en Venezuela, y tal como cuento en el libro, bañándome en las cristalinas aguas de Mochima con mi amigo Aparicio Suárez de Yston, nos pusimos a hablar de aquel libro del 2014 y al contarle que me lo seguían solicitando, me animó a reescribirlo. Dicho y hecho, de regreso a Canarias me senté otra vez delante del computador y me puse a escribir.
Esta segunda edición es solo una ampliación entremezclada de la anterior. Me explico, no es que tomé el libro de 2014 y le añadí al final más de 100 páginas, sino que recuerdos no incluidos y nuevas experiencias de estos últimos años, los fui entremezclando en su momento cronológico igualmente con más fotos nuevas recordatorias de aquellos maravillosos tiempos. Y con dos cosas diferenciadas para bien: ahora se puede conseguir a nivel mundial en Amazon, con lo que está al alcance de todos, viva donde viva y hasta recibiéndolo en su casa, además con un código QR en la contraportada que con su celular o móvil le lleva a mi página de YouTube “Comenta Reyes Álamo” donde hay muchos vídeos de VTV con partidos y antesalas de los 70, 80 y 90; goles especiales, momentos entrañables como el debut de Raúl con el Real Madrid, Mundialito de Uruguay 1980/81, penaltis de la Copa Intercontinental entre Juventus y Argentinos Juniors, año 83 con Michel Platini, solo por mencionar algunos. Ah, y una entrevista en el Gran Café de Sabana Grande con Luis Mendoza y Manuel Plasencia, previo a la final del señalado Mundialito de Uruguay.
El “Comenta Reyes Álamo” no es una biografía, no es un libro de fútbol. Es un relato de muchas cosas que viví, que hice, aquella Venezuela que conocí en 1965 hasta que regresé a Canarias en 2011. Donde crecí, estudié y me formé, donde creé una familia; donde trabajé y disfruté, en muchos casos jugando fútbol o transmitiéndolo. Pero también de estos últimos años cuento mi vida en España, incluyendo mis paseos motorizados por la península. Casi al final del libro hay unas páginas tomadas de distintas fuentes con frases de futbolistas famosos, frases que son una gozada.
El libro aquí en España se consigue en librerías por todos lados, pero también en Amazon, al igual que en el mundo entero. He recibido fotos que recuerde de amigos de Madrid, Houston, Luisiana, Miami, Orlando, Dubai, Budapest, Pescara, Palermo, Roma, República Dominicana, Cúcuta, Barranquilla, Santiago de Chile, Temuco (Chile), Buenos Aires, Caracas, Portugal, Vigo, Santiago de Compostela, Sanxenxo, Sevilla, Pontevedra, Zurich y otras ciudades con el libro en sus manos.
Placentero fue el bautizo y promoción del mismo en Caracas. Desde que lo escribí tuve dos deseos: llevarlo a Venezuela y a la isla de El Hierro, donde nací. Asunto resuelto. En la Sultana de El Ávila estuvimos en marzo y la gente del Centro Italiano de Caracas me facilitó todos los medios para hacer la presentación en el club. Un acto bellísimo en el que me encontré con muchos amigos. Aquí ya Luis Mendoza estaba enfermito y no pudo asistir como si lo hizo en la primera edición. Igualmente estuvimos en el Hogar Canario de Caracas. Y hace unos días con invitación del Ayuntamiento de Valverde lo presentamos en mi isla de El Hierro, también con mucho éxito.
En fin, nada más que contarles, solo animarles a que lo busquen porque estoy seguro a muchos que vivieron en esa Venezuela les va a traer buenos recuerdos, como un médico venezolano residente en Sevilla que me lo solicitó, se lo mandé y una vez leído me dijo “que se había reído mucho con mis cuentos pero que también le había hecho llorar con tanto recuerdo de aquella Venezuela y las transmisiones de VTV”.
Otro amigo, un abogado que trabajó en el departamento legal de VTV, en la época en la que yo estaba también en el canal, y que vive ahora en Tenerife, lo buscó, lo leyó, y me ha abrumado con sus elogios. Inclusive compró varios para regalarlos entre unos amigos que tiene por España e Italia. Cosas así, emocionan.
Gracias a los amigos de 325 Magazine, Juan Carlos Álvarez y Guillermo Ochoa por permitirme hacer esta nota. Mi agradecimiento eterno, igual por un ameno desayuno-charla que tuvimos en Las Mercedes un par de días antes de regresar a Tenerife.