Cuando empezó a tomar cierta “seriedad” mi gusto por el fútbol, en los mundiales MI equipo era el de Inglaterra mientras Beckham fue el capitán (recuerdo haberme parado en las madrugadas durante el mundial Corea-Japón a ver sus juegos orgullosamente con la camisa de Mi selección, con la que no tengo más vínculo que él). Y en las otras competiciones, siempre iba al Real Madrid porque David (y un par más) jugaban ahí. Siempre me encantó su forma de jugar, de mantenerse humilde y de compartirnos a sus fans ciertos aspectos de su vida personal, así que el nuevo documental de Netflix sobre él era un “must” para mí.

Y, tal como lo esperaba, esta docu-serie de 4 episodios me hizo sentir de todo. Me emocioné hasta las lágrimas con sus historias de triunfo, como cuando lo llamaron para invitarlo a jugar en el Manchester, cuando Zizou lo invitó al Real y cuando conoció y empezó su historia con Victoria. Estuve al borde de la rabia y el llanto durante sus épocas duras, como cuando tuvo que soportar el bullying de todo el país luego de “patear” a Simeone en el mundial del 98 o cuando Sir Alex le rompió el corazón vendiéndolo a otro equipo sin darle la cara. Pero también me causó admiración la fuerza y la determinación que tuvo para afrontar todo esto.

 
Y por supuesto, me conmovió su relación familiar, lo importante que es para él el lazo con sus padres y toda la fuerza que le da su amor por su esposa y sus hijos.

 
La historia está contada principalmente por David y Victoria, pero seguro te encantará ver caras conocidas del mundo del fútbol como Figo, Roberto Carlos, “Sir” Alex Ferguson (Pongo el SIR en comillas porque después de varias acciones cuestionables como llamar a David a los 5 días de su luna de Miel para que volviera a entrenar o no dar la cara cuando lo sacó del equipo me enfurecieron tanto como para apelar su título de caballero), Fabio Capello, Carlos Queiroz, Simeone y Florentino Pérez, entre otros. Y aunque con algunos tuvo importantes altercados, ninguno tuvo nada malo que decir sobre David, que aunque no es Caballero de la realeza inglesa, si tiene el título Oficial de la Orden del Imperio y es, sin duda, la definición de Caballero en las canchas.

Todo esto, por supuesto, te hace empatizar (si ya no lo hacías antes) con un personaje que uno creería que vive en el Olimpo y quien resulta que limpia su propia cocina y es tan humano como cualquiera de nosotros; y en cada episodio te deja muy claro que toda su fuerza proviene del amor: de su amor por el fútbol, por su familia y por Victoria.

 
Así que estas 4 horas, no solo te harán conocer más de David Beckham que, en mi opinión, es de lo mejor que ha exportado el Reino Unido al mundo (Perdóname, Harry Potter jajaja) sino que te dejará con una linda sensación de que no importa cuánto dinero tengas, tomarte el tiempo de disfrutar y esforzarte por lo que te gusta y lo que amas, siempre valdrá la pena.