La película nos presenta a Mal, el manager y coach de la selección de fútbol de los Homeless de Inglaterra que está a punto de irse a Roma con su equipo para el Torneo Mundial pero a último minuto, decide sumar a su plantilla a Vinny, un chico con un talento innato para el fútbol pero que ha perdido todas las esperanzas de tener alguna vida diferente a la que tiene ahora. 

El equipo, que ya estaba conformado, tampoco estaba muy interesado en darle un chance al chico nuevo, pero al verlo jugar y descubrir su potencial, deciden que ellos deben impulsarlo a ser lo mejor que pueda, por una oportunidad real de ganar pero también por él mismo. Algo que su entrenador les ha animado a hacer durante el tiempo que han pertenecido al equipo, a confiar en ellos, a no dejarse vencer por las adversidades y a superar los retos que la vida en la calle ha puesto frente a ellos por años. Y aunque muchos aun se enfrentan a importantes problemas de vicios, temores y ansiedad, todos están comprometidos a ser mejores por ellos, por su equipo y por su querido coach, que (sin hacer spoilers) también obtiene una segunda oportunidad que decidirá aprovechar.

Y es que Mal, interpretado por Bill Nighty, ( a quien seguro recuerdas por Love Actually, Pirates of the Caribbean o About Time) es la luz esperanzadora de una película que nos devuelve la fe en la humanidad. Porque no solo la película nos muestra las infinitas posibilidades que tiene el deporte como influencia positiva en las personas, sino que, al menos a mí, me presentó esta iniciativa de un Torneo Mundial con cero interés publicitario pero mucho interés humanitario. 

Porque la Copa de los Homeless existe desde el 2003 para cambiar la vida de cientos de indigentes en el mundo. Se realiza anualmente, vive de donaciones y los actuales campeones femeninos y masculinos son latinos, de México y Chile respectivamente. 

Sin duda esta peli, pero sobretodo la historia en la que está inspirada, nos muestra como en el mundo aun hay personas que quieren hacerlo mejor, entregar segundas oportunidades a aquellos que no creían en ellas e inspirarnos a hacer lo mismo.

The Beautiful Game está disponible en Netflix y, sin lugar a dudas, necesita un lugar en tu lista de “Qué ver”.