En mi intento por seguir conociendo la historia y la cultura del fútbol europeo, me propuse visitar los estadios del Real Madrid y el AC Milan, los dos clubes con mayor cantidad de títulos de Campeón de Europa, y agregar la sede del Monza Calcio, un equipo pequeño con apenas una temporada en la Serie A de Italia. La meta era evidenciar la rica historia y la vibrante atmósfera de dos emblemáticos clubes de fútbol: Real Madrid y AC Milan, además de la del Monza Calcio, desde el imponente estadio Santiago Bernabéu en Madrid hasta el majestuoso San Siro en Milán, y contemplar a los apasionados aficionados del Monza Calcio, desplegando con detalle vívido esa auténtica pasión. En mi travesía, exploré los lugares emblemáticos culturales y los placeres culinarios de Madrid y Milán, añadiendo profundidad y sabor a esta odisea futbolística. Los invito a descubrir conmigo el cautivador mundo del fútbol europeo, donde la tradición, la rivalidad y la excelencia convergen cada domingo durante 90 minutos.

Real Madrid - Historia

Al ver por primera vez la estructura del nuevo estadio Santiago Bernabéu, además de sentirme asombrado ante la imponente obra recién estrenada por el Real Madrid, noté que la nueva sede es evidentemente un homenaje a la grandeza del propio club. Florentino Pérez, el presidente de la institución, siempre apunta a la grandeza y con mucha frecuencia acierta. El recinto deportivo se jacta de ser anfitrión de espectáculos élite, que oscilan desde el abierto de tenis de Madrid hasta conciertos de los Rolling Stones, Bruce Springsteen o Taylor Swift. El Real Madrid lo hace además exhibiendo un modernismo absoluto, utilizando un proceso llamado “transformación del campo” para organizar conciertos u otros eventos, quitando el césped y colocando un sistema de piso temporal sobre la base del campo.

 
Florentino es un titán, es el genio detrás del club más grande de la historia, el arquitecto de la perfección. Lo tiene todo calculado, fichajes, mercadeo, imagen e ingresos. La noche antes del partido ante el Athletic Club, cuarto en la clasificación de ‘La Liga’, al entrar a la tienda oficial del club, comprobé también que el Real Madrid es una máquina de ventas de camisetas y artículos oficiales. En el negocio casi no se puede caminar, hay aficionados de todas partes del mundo pagando precios exorbitantes por una camisa de su jugador favorito.

Otro lugar asombroso es el museo del club, el único que exhibe 14 Copas de Europa, una cantidad absurda que duplica al segundo equipo más ganador. En el Museo del Real Madrid, la experiencia va más allá de simplemente ver vídeos de los triunfos en la Copa de Europa. Es un viaje a través de la historia del club, donde se puede apreciar de cerca la grandeza de algunas de las leyendas más destacadas del fútbol mundial.

Al recorrer las exhibiciones dedicadas a figuras como Di Stefano, se puede sentir la magnitud de su legado como uno de los jugadores más influyentes en la historia del Real Madrid y del fútbol mundial. Zidane, el elegante mediocampista que dejó una marca imborrable en el club. Como jugador, conquistó títulos importantes y como entrenador, guió al equipo a la conquista de tres títulos consecutivos de la Liga de Campeones. Raúl, el eterno capitán, personifica la dedicación y la entrega al club. Su instinto goleador y su lealtad al Real Madrid lo convirtieron en el máximo goleador histórico del equipo durante muchos años. Hugo Sánchez, con su estilo acrobático y su capacidad para marcar goles espectaculares, cautivó a los aficionados en todo el mundo. Puskás, la "Pantera de Budapest", es reverenciado por su capacidad goleadora y su habilidad técnica. Sus hazañas en el campo, incluidos sus goles legendarios, lo convierten en un ícono eterno del Real Madrid. Cristiano Ronaldo, un astro del fútbol mundial, llevó al Real Madrid a nuevas alturas con su impresionante habilidad goleadora y su dedicación al éxito. Sus numerosos récords y títulos, incluidas cuatro Ligas de Campeones, le aseguran un lugar destacado en la historia del club. Explorar el Museo del Real Madrid es sumergirse en la grandeza de cada título obtenido, recordar los triunfos y celebrar el legado del club. Es una experiencia que cautiva los corazones de los aficionados y perpetúa la grandeza del Real Madrid a lo largo de los años.



Luego de las visitas a la tienda y el museo llegó el día del partido, al Bernabéu asistimos casi 73.000 espectadores. Los aficionados beben cerveza y vino, comen bocadillos y adquieren souvenirs fuera del estadio, entre ellos hay seguidores del Athletic de Bilbao, con sus camisas del equipo, cantan los coros del club, sin problemas o inconvenientes. Los jugadores de ambos equipos, Real Madrid y Athletic Club de Bilbao, hacen sus calentamientos preliminares al ritmo de las canciones que ponen a prueba los modernos equipos de sonido del estadio, incluyendo un estridente “Sweet Child O’ Mine” de Guns N’ Roses que sonaba grandiosamente. Pienso que además de lo futbolístico, el verdadero espectáculo es el himno del equipo antes del pitazo inicial, y es que ese ¡Hala Madrid, y nada más! pone los pelos de punta a todos.

 
El Madrid con doblete del brasileño Rodrygo, ganó 2-0, como se dice popularmente, ‘sin despeinarse’, poniendo en evidencia lo que ha logrado su directiva, diferenciarse de los demás, convirtiendo el campeonato en un asunto de dos, tres o cuatro equipos, y dejándole a sus seguidores la misión única y absoluta de volver a ser campeones de Europa.

 
Misión cumplida de la primera etapa, visitar al histórico Real Madrid y entender cómo Florentino Pérez lo ha catapultado a la excelencia. Que marcha la de Madrid, y que exquisita su gastronomía, nos vamos extrañando sus huevos estrellados, el jamón ibérico, las anchoas del mar cántabro y los pimientos de Padrón. Fallamos en el intento de ver el Guernica de Picasso a pesar de ir tres veces. (volveremos), sin embargo coincidimos con buenos amigos que nos llevaron a la Puerta de Alcalá, Plaza Mayor, Puerta del Sol, la Fuente de la Cibeles y el Mercado de San Miguel.

Próxima parada Milán, Italia.

AC Milan - Orgullo

En la capital lombarda todo es magno, monumental, majestuoso, propio de reyes o emperadores. Su catedral, conocida como 'Duomo di Milano', es una obra maestra arquitectónica del arte gótico que se encuentra en el corazón de la ciudad y representa un símbolo de la grandeza y la devoción de Milán. A su lado la espectacular Galería Vittorio Emanuele II, otra obra gigantesca plena de turistas fotografiándose intentando pisotear los testículos de un toro representado en un mosaico ubicado en el piso, fieles a la tradición que dice que te traerá suerte o te hará regresar a Milán. En la ciudad está la Scala de Milán, el teatro más importante del mundo, el lugar donde Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini estrenaron sus grandes óperas y por si fuera poco, en este lugar también se encuentra la Última Cena de Leonardo Da Vinci, la más célebre de todas las pinturas (con el perdón de La Mona Lisa también de su autoría). Milán es también la capital de la moda, aquí como en muchas ciudades del norte, la elegancia es una forma de vida, especialmente en su icónica calle, vía Montenapoleone, donde las lujosas marcas muestran sus más recientes colecciones. Durante nuestra visita, la marca Dolce & Gabbana lanzó su nueva colección en una gala a la que asistieron celebridades como Cher, Demi Moore, y jugadores del AC Milan como Theo Hernández y Davide Calabria.

Visitamos el Museo Casa Milan, uno de los más modernos de Europa, donde orgullosamente el equipo rojo y negro exhibe 7 trofeos de campeones de Europa, una cifra solo superada por las 14 de Real Madrid. En la sala se muestran los testimonios de triunfos relevantes como un 4-0 en la final de Atenas ante el Dream Team del Barcelona, aquel poderoso equipo dirigido por Johan Cruyff, o un contundente 5-0 sobre el Real Madrid en semifinales de Champions en lo que quizá ha significado la peor derrota del equipo español en la Copa de Europa. Orgullo también por una época gloriosa, de entrenadores como Arrigo Sacchi, Fabio Capello y Carlo Ancelotti, de jugadores ganadores del balón de oro como Gianni Rivera, George Weah, Ruud Gullit, Andriy Shevchenko, Marco Van Basten o Kaká y de ser el único club en la carrera de Paolo Maldini un jugador bandera que alzó la Copa de Campeones en cinco ocasiones. En Italia, el AC Milan puede presumir que sus 7 Copas de Europa superan la suma de las Copas de Europa de los demás equipos de ese país.



Igual a todas las grandes estructuras de Milán, San Siro, es un imponente estadio con una enorme tradición, ya que ha sido cuatro veces sede de la final de la Copa de Campeones de Europa. San Siro es una fiesta el día del juego, el Milan ocupa el segundo lugar de la tabla, casi sin chance de obtener el scudetto pero aún estaba con vida en la Europa League y por esa razón su partido ante el Lecce es adelantado al sábado. Ese día acudimos al estadio 72 mil espectadores, un gran número de ellos con bufandas o banderas de los 'Milan Club' de diferentes ciudades, de Italia o del exterior. (Nosotros portamos la de AC Milan New York City). Afuera del recinto el favorito en los food trucks es un sándwich de cerdo con la receta tradicional de Ariccia, un pueblo de la región de Lazio, el panino con porchetta es una verdadera exquisitez.

En el estadio hay una especie de pasión romántica, a la italiana, un sentimiento de tifosi, de los espectadores que siguen al club cantando y ondeando gigantescas banderas durante 90 minutos. El club responde con un 3-0 con goles de sus delanteros Leao, Giroud y Pulisic y todos a casa, ordenadamente, al igual que en Madrid sin incidencias. Este no es el Milan de aquel todopoderoso Silvio Berlusconi, el fallecido ex presidente de Italia, ahora el club le pertenece a una sociedad estadounidense cuyo principal objetivo, además de volver a ganar, ha sido sanear el estado financiero del equipo, fichar jóvenes promesas, construir un nuevo estadio y volver a ser una marca elite en el fútbol mundial.

En Milán también hicimos un recorrido de lugares emblemáticos como la maravillosa Stazione Centrale, un terminal ferroviario imponente cuya primera piedra fue colocada por el Rey de Italia en 1906, la moderna zona denominada Tre Torri, ubicada donde antes se celebraban las expo ferias de Milán o el área de Il Naviglio donde locales y turistas comen y toman al aire libre a la orilla de los canales tipo venecianos.

Monza - Pasión

Monza Calcio es un club recientemente ascendido a la primera división del fútbol italiano, por esta razón y por haber visto las 21 Copas de Europa de Real Madrid y al AC Milan, pensamos conveniente incluir en el itinerario un equipo modesto, un club con deseos de permanecer entre los grandes de la Serie A. Curiosamente el Monza Calcio era propiedad de Silvio Berlusconi, quien luego de vender al AC Milan y ante su nostalgia por el fútbol italiano, compró este equipo en 2018 cuando jugaba en la tercera división y cumplió el sueño de verlo ascender en 2022, un año antes de su muerte. Berlusconi estuvo siempre acompañado de su mano derecha, Adriano Galliani, el mismo que fue presidente de la Liga y del AC Milan, una figura emblemática del calcio italiano y quien es ahora el líder de este Monza Calcio. Arribar a Monza es sencillo desde Milán, apenas unos 11 minutos en tren lo separan de la estación Milano Porta Garibaldi y de allí al estadio se hace una caminata de unos 4 kilómetros en temperatura de primavera perfecta, rodeados de tifosi que acuden al juego.



El encuentro dominical era ante el Napoli, un equipo que a pesar de haberse titulado la temporada pasada, ha decepcionado este año y así se lo hicieron saber sus seguidores, quienes viajaron desde el sur de Italia para colgar una larga pancarta dirigida a los jugadores que decía: “Estamos aquí solo por los colores”. Como cualquier equipo de tradición, el Monza Calcio también tiene su legión de seguidores fieles, los ultras, quizá un centenar de ellos hizo su entrada coreando cánticos al ritmo de sus tambores. Los azules del Napoli entraron escoltados por la policía y se colocaron detrás de la portería, desde donde lanzaron al campo bengalas que cayeron muy cerca del arquero del Monza. Antes de comenzar el juego fue lindo escuchar por los altavoces el clásico tema de Herb Alpert ‘A Taste of Honey’, el mismo que daba entrada a la transmisión del programa radial de RAI International ‘Tutto il Calcio Minuto per Minuto’ lo que me dio un aire de nostalgia de mis días de radio en Venezuela.

En lo futbolístico, el encuentro se inició con un gol local y una pobre actuación del Napoli en la primera mitad, sin embargo la superioridad del equipo visitante apareció en el complemento y se llevó el triunfo 4 goles por 2. Una nueva caminata a la estación de tren donde un buen grupo de fuerzas policiales ‘carabinieri’ esperaban a los ultras del Napoli para despedirlos antes de cualquier percance. Un partido con orden, sin hechos que lamentar y que al igual que en los otros, vimos a los aficionados de ambos equipos disfrutando juntos alrededor del estadio.

En Monza, lamentablemente, no tuve mucho tiempo para explorar sus lugares emblemáticos, como su hermosa iglesia o Duomo, así como el histórico Autódromo Nacional, sede del Gran Premio de Italia. Este circuito legendario ha visto triunfar a algunos de los pilotos más icónicos de la historia del automovilismo, conductores como Fangio, Fittipaldi, Lauda, Senna, Prost, Schumacher, Hamilton y Verstappen. Decidí dedicar mi tiempo a descubrir el encanto del famoso Lago de Como. En una tranquila mañana dominical, me sumergí en sus pintorescas calles, donde los lugareños se mezclaban con los turistas que comenzaban a llegar para explorar los hermosos pueblos a lo largo de sus orillas, como Bellagio y Varenna. En Como, quedé impresionado por el imponente Templo Voltaico y la enorme estatua dedicada a Alessandro Volta, el ilustre físico italiano conocido por inventar la primera batería eléctrica, la pila voltaica. No pude dejar de maravillarme ante la conexión histórica de este lugar con uno de los avances más significativos en la historia de la ciencia.

Poder mostrar la cultura del fútbol europeo ha sido posible gracias a las oficinas de prensa y relaciones públicas de los equipos AC Milán y Monza Calcio quienes nos concedieron invitaciones de observadores para poder seguir y vivir la experiencia durante los partidos y de la aerolínea Neos Airlines, quienes nos atendieron maravillosamente (con atención especial) en nuestros vuelos JFK-Milán-JFK. A ellos muchas gracias por darnos la oportunidad de realizar este relato.