Marc-André Ter Stegen, portero del FC Barcelona, sufrió una lesión significativa en su rodilla derecha durante un partido contra el Villarreal en septiembre de 2024. El incidente ocurrió tras una caída brusca al intentar atrapar un balón aéreo. Inmediatamente, el dolor evidente del jugador y la intervención rápida del equipo médico levantaron sospechas sobre la gravedad de la lesión.
Tras los primeros exámenes, se descartó una rotura del ligamento cruzado anterior, una de las lesiones más temidas en el deporte de alto rendimiento. Sin embargo, se confirmó que Ter Stegen sufrió una rotura completa del tendón rotuliano, lo que lo mantendrá fuera de competición durante el resto de la temporada.
Las lesiones del tendón rotuliano son más comunes en deportistas de alto rendimiento, especialmente aquellos que practican deportes que involucran saltos, cambios rápidos de dirección o impactos en la rodilla. Esto incluye deportes como el fútbol, el baloncesto, y el voleibol. La prevalencia de este tipo de lesión está entre el 3% y el 4% en deportistas profesionales, siendo más común en hombres que en mujeres, probablemente debido a factores biomecánicos y hormonales. El desgaste crónico del tendón rotuliano, conocido como “rodilla de saltador”, es frecuente en personas que realizan movimientos explosivos repetitivos.
El tendón rotuliano conecta la rótula con la tibia y es fundamental en los movimientos de extensión de la rodilla. Las causas principales de su ruptura incluyen:
• Sobrecarga crónica: el uso repetitivo del tendón sin suficiente tiempo de recuperación puede llevar a microdesgarros.
• Trauma directo: como en el caso de Ter Stegen, una caída o impacto fuerte puede resultar en la rotura del tendón.
• Deficiencias biomecánicas: desequilibrios musculares o mal alineamiento de la rodilla pueden aumentar la tensión sobre el tendón.
• Factores degenerativos: con el tiempo los tendones pueden perder elasticidad,haciéndolos más vulnerables a lesiones.
Uno de los casos más recordados en la historia del fútbol es el de Ronaldo Nazario, quien sufrió dos roturas consecutivas del tendón rotuliano. La primera ocurrió en noviembre de 1999, cuando jugaba para el Inter de Milán. Ronaldo se lesionó en un partido contra el Lecce, donde sintió un dolor agudo en la rodilla derecha. Tras ser diagnosticado con una rotura parcial del tendón rotuliano, fue sometido a una cirugía y estuvo varios meses en rehabilitación.
Sin embargo, en abril de 2000, en su regreso a las canchas en un partido contra la Lazio, sufrió una segunda rotura, esta vez completa, en la misma rodilla. Este incidente fue devastador, ya que ocurrió en los primeros minutos de su vuelta al campo. Tras una segunda cirugía y una larga rehabilitación de más de un año, Ronaldo volvió al fútbol y logró ganar el Mundial de 2002 con Brasil, además de tener una exitosa carrera posterior en el Real Madrid.
Las lesiones del tendón rotuliano pueden clasificarse en:
1. Tendinopatía rotuliana o rodilla del saltador: una condición crónica debido a sobrecarga repetitiva.
2. Rotura parcial: daño incompleto al tendón, que aún permite cierto nivel de función.
3. Rotura completa: el tendón se rompe completamente, lo que genera una pérdida de la capacidad de extender la rodilla y requiere intervención quirúrgica inmediata.
En casos de tendinopatía o roturas parciales, los tratamientos no quirúrgicos son los primeros en implementarse, e incluyen:
• Rehabilitación física: programas de fortalecimiento muscular, especialmente de los músculos cuádriceps e isquiotibiales, para mejorar el soporte de la rodilla.
• Terapia de ondas de choque: utilizada para estimular la reparación del tendón.
• Uso de órtesis o rodilleras: para reducir la carga sobre el tendón.
• Terapias regenerativas: como las inyecciones de plasma rico en factores de crecimiento o células madre, que promueven la curación del tejido.
Cuando el tendón rotuliano sufre una rotura completa, como en el caso de Ter Stegen, se requiere cirugía. El procedimiento estándar es la reparación quirúrgica del tendón, que implica volver a unir el tendón roto a la rótula utilizando suturas especiales o anclajes. Los avances en técnicas mínimamente invasivas permiten una recuperación más rápida y con menos complicaciones. La rehabilitación postoperatoria es esencial, y puede llevar de 6 a 12 meses para que el atleta recupere su nivel previo de actividad.
Para prevenir las lesiones del tendón rotuliano, es fundamental:
• Fortalecer los músculos de soporte: especialmente los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, para mejorar la estabilidad de la rodilla.
• Mejorar la flexibilidad: realizar estiramientos regulares para evitar tensiones en el tendón.
• Controlar la carga de entrenamiento: evitar aumentos bruscos en la intensidad o volumen de entrenamiento, lo que puede sobrecargar el tendón.
• Utilizar el calzado adecuado: para proporcionar un soporte óptimo en las superficies de juego.
En resumen, la rotura del tendón rotuliano es una lesión compleja que requiere atención especializada tanto en prevención como en tratamiento. Los deportistas de Élite, como Ter Stegen, enfrentan un largo proceso de recuperación, pero con los cuidados adecuados y una rehabilitación estricta, la mayoría logra regresar a su nivel competitivo.