Sección: Notas aéreas
Su apodo tiene que ver con el hombre más fuerte del mundo en la mitología griega. Y vaya que este avión heredó las características de este arquetipo.
Su primer vuelo fue a finales de agosto de 1954. Hace 67 años, para ser exactos. Hoy en día se sigue produciendo y es uno de los aviones de carga que ya tienen un lugar en la historia aeronáutica mundial. El
Lockheed C-130 Hércules es, junto al Douglas DC-3, una de las mejores aeronaves de transporte que se ha fabricado.
En 1951, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés) quería un avión capaz de transportar, a largas distancias, equipos grandes y voluminosos, incluidas piezas de artillería y tanques.
Tenía que aterrizar en espacios reducidos, con poca velocidad y volar, si era necesario, con un solo motor. Un boxeador peso pesado que volara como una mariposa y pegara como una abeja (Muhammad Ali
dixit).
El avión diseñado, y que algunos de los ingenieros de la Lockheed vaticinaron erróneamente que será un gran fracaso, dispuso de 4 motores turbohélices, en un ala elevada, que permitía tener una amplía rampa de carga trasera.
Los C-130 puede aterrizar en pistas no preparadas, lo que demuestra su valor
Además, su capacidad STOL (
Short Take off and Landing, capacidad para aterrizajes y despegues cortos) le permitía aterrizar o despegar en apenas 300 metros, cuando otros aviones del mismo peso y tamaño necesitaban kilómetro y medio.
El Hércules ha prestado servicio en más de 60 países y se han producido 100 variantes, que han volado 24 millones de horas en todos los continentes. Su producción sobrepasa las 2.500 unidades. Venezuela contó con la variante H y se puede decir que fue el caballo de batalla de la aviación de carga militar en el país.
Puede transportar paracaidistas, un par de helicópteros, 5 vehículos todoterreno, blindados, agua o retardantes para combatir incendios. Incluso, instalar un pequeño centro de evacuación médica.
Los paracaidistas ya son parte fundamental de la carga en un C-130
Al igual que el DC-3, tiene una versión artillada que transporta un obús de 105 milímetros, cañones de 40 milímetros y ametralladoras de 20 milímetros. En otras versiones puede servir como avión de repostaje en vuelo para helicópteros o llevar skies para operaciones en pistas con nieve.
También, son famosos los Hércules que han sido preparados con equipo electrónico para obtener la data de los huracanes al volar en el ojo del ciclón.
El Lockheed C-130 Hércules y sus anécdotas de vuelo
Dentro de sus muchas anécdotas de vuelo, existen dos que merecen ser mencionadas. La Marina de los Estados Unidos quería probar una aeronave que pudiera llevar a los portaviones una gran capacidad de carga. Al mismo tiempo, que tuviera la capacidad de aterrizar en una superficie que se bambolea, avanza lentamente y es muy corta.
En 1963, un C-130 logró aterrizar y despegar, no una, sino 29 veces en la cubierta de un portaviones, demostrando una vez más su versatilidad y desempeño excepcional.
Los C-130 son visitantes habituales a las exhibiciones aéreas. Aquí uno muy colorido de la Real Fuerza Aérea Jordana
La otra anécdota tiene que ver con la capacidad de utilizar al C-130 como un avión bombardero en situaciones de emergencias. Paquistán probó este concepto y tuvo éxito durante la guerra con India. Tiempo después, Argentina probó limitadamente esta idea y realizó unos pocos ataques a barcos de la Royal Navy.
En pleno siglo XXI, todavía se mantiene en vuelo la variante “H”, una de las más difundidas. En algunas naciones ha sido suplantada por la versión “J”, que incorpora instrumentos digitales, mejores motores y unas prestaciones de vuelo y carga mejoradas. En pocas palabras, a Hércules le crecieron los músculos.
Créditos Fotos:
Foto 5: C-130 Hércules Real Fuerza Aérea Jordana