Tuve el privilegio de ser invitada a participar como miembro de un panel. Fue todo un lujo compartir con profesores de la Universidad Simón Bolívar (USB) y de la Universidad del Zulia (LUZ): Madeline Carrión, Javier Castillo, Jhoan Sira, Joel Campusano y Carlos Soto.
Este panel fue moderado de forma brillante por el también profesor William Contreras, quien agregó a un nuevo miembro, “el público asistente”, para darles la oportunidad de presentar sus inquietudes, opiniones y apreciaciones. El evento se realizó en la Sala Cabrujas que maneja Cultura Chacao, la cual ha sustituido en los últimos tiempos nuestros espacios naturales, dadas las condiciones de los campus de la USB.
Frente a la frase propuesta por la Organización Mundial de Turismo (OMT) “Repensar el Turismo”, todos los panelistas teníamos mucho que decir. Gracias a la orientación del moderador al definir temas para sus intervenciones, el resultado fue ordenado y valioso.
En la primera intervención se puntualizó que era necesario “repensar” en el respeto a los profesionales del turismo. Que la búsqueda de talentos en el área debía considerar, ante todo, a estos profesionales y no a paracaidistas que, lejos de aportar trabajo serio, contribuían con la banalidad en el área. La razón es que no tienen las competencias necesarias para afrontar los retos de gestionar tan compleja actividad.
Esto generó otro punto fundamental referido a diferenciar la formación formal de la formación de oficios, dada la avalancha de ofertas de cursos que existen en el mercado. Estos cursos prometen dar una certificación que, en diversos casos, se confunde con los que se obtienen de las universidades.
Aquí surgió el punto de la obligación que tienen las universidades de actualizar sus planes de estudios. Tienen que esclarecer las competencias que demanda cada cargo en su perfil profesional, estableciendo las líneas que separan los niveles de formación profesional y de oficio.
Como complemento a esta actualización, es imprescindible identificar el talento y el nivel de formación que actualmente demanda el mercado de trabajo en el país.
Otro tema que surgió de los panelistas, que es una tarea pendiente y, sin duda, debe ser objeto de repensar el turismo, es discernir o penetrar en el campo de las definiciones del turismo y su objeto, entendiendo que es un terreno polémico, por lo que aún más requiere investigación y discusión.
Las diferencias de lo que cada quien entiende sobre turismo lo podemos visualizar en los anuncios, escritos y publicidades, entre otros, que aparecen en las redes sociales. En algunos el Turismo es denominado como actividad. Otros lo señalan como industria, otros como sector.
En fin, me atrevo a señalar que no hay una comprensión sólida y homologada de lo que realmente es el Turismo. En este punto, voy a tomar una cita que suscribo totalmente, del artículo escrito por el Dr. Alfredo Ascanio (+) denominado:
El objeto del turismo: ¿Una posible ciencia social de los viajes?“La mayoría de las personas que oyen hablar sobre turismo saben que esa actividad trata sobre los asuntos concernientes a la visita temporal de alguien que se desplaza de su lugar de residencia habitual por un tiempo breve y que regresa a su lugar de partida; igualmente, esas personas conocen, quizá, cuál problema puede ser turístico y cuál no lo sería, e incluso podrían enumerar asuntos que pueden caer en este fenómeno social. Pero el objeto de estudio del turismo no puede determinarse por una simple enumeración de sus distintos asuntos y es que hay cuestiones que trata el turismo que quedan en la línea fronteriza de varias disciplinas: ¿dónde comienza la separación entre las cuestiones turísticas y los asuntos de otras ciencias sociales?”.
En este evento tuvimos un público integrado por operadores turísticos, profesionales del turismo, personas con cargos en instituciones como IETASA, LOPCYMAT, estudiantes de pregrado, emprendedores y público en general interesados sobre el tema.
Tuvieron la oportunidad de presentar sus opiniones y apreciaciones. Sus intervenciones dejaron claro el trabajo dedicado y consciente que realizan los operadores. La visión de los emprendedores y el convencimiento de creer en Venezuela como un país que ofrece oportunidades en turismo.
Por su parte, la pasión de los estudiantes en querer lograr una formación que les permita vincularse efectivamente en el campo de trabajo como empleados o como emprendedores. El interés del público general que ven al turismo como la “tabla de salvación” del país, reconociendo que hay mucho trabajo por hacer por el sector público y el privado, donde la Gobernanza debe ser el modelo de gestión.
Al terminar el evento, los comentarios generales de los seis panelistas fueron:
1) Existe la necesidad de abrir espacios donde se presente u ofrezca información, discusión, formación, etcétera, a fin de propiciar un mejor entendimiento del turismo, las posibilidades que ofrece.
2) Hay que trabajar sobre la revisión de los planes de estudios, discernir y aclarar sobre la formación profesional y de oficio, constituir grupos de investigación para contribuir a dilucidar sobre el objeto y las definiciones del turismo.
Tengo la seguridad plena de que en nuestro país existe el talento humano para abordar los temas antes señalados y ofrecer un apoyo equilibrado y coherente.
Créditos:
Foto inicio: William Contreras
https://www.innovtur.com/dia-mundial-del-turismo-2022-repensar-el-turismo/
