Nadie duda que, con el nacimiento de la aviación, la manera de viajar en el mundo cambió radicalmente. Horas o días de traslado en barcos, carros o caballos estarían reducidos a horas de vuelo. Así, las distancias se acortaron y la mente del hombre se expandió. Surgieron líneas aéreas, aeronaves militares y de transporte.

Millones de personas han usado y usan el avión en la actualidad como una manera segura de transportarse, ya sea de vacaciones o de trabajo. Incluso, cualquier ciudadano con suficiente dinero puede tener su propio avión para trasladarse cuando quiera. Una de esas personas que necesita un viaje en cualquier momento que su agenda lo imponga es el Presidente de la República.

Nadie se imagina a un jefe de Estado reservando en una línea aérea comercial, haciendo fila para entrar o salir. Mucho menos tratando de trabajar en la butaca de la aeronave, así sea en primera clase.


Air Force One: representación de poder

Los aviones presidenciales representan el poder de cada país que hace uso de este para trasladarse. Son una oficina volante que permite que el jefe de Estado pueda estar comunicado, hacer reuniones con sus ministros y asesores, dormir, tomar una ducha o incluso ir al gimnasio.

Uno de los aviones presidenciales más conocidos y hasta protagonista de películas de Hollywood es el Air Force One, que traslada al Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Uno de los más modernos, mejor equipados y con características secretas que lo envuelven en un halo de misterio y sorpresa.


Creado para sobrevivir

El Air Force One es un Boeing 747 modificado, conocido en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés) como VC-25ª. El nombre lo toma de la llamada de radio para cualquier avión que transporte al presidente de los Estados Unidos.

En realidad son dos aviones 747 que tiene asignado el Presidente. Mientras uno está en tierra para cualquier revisión, el otro está listo para volar.

Dentro de sus modificaciones está la capacidad de ser reabastecido en vuelo, lo que le confiere la característica de vuelo ilimitado. También cuenta con equipos de comunicación que le permiten estar conectado desde cualquier parte del mundo.

Otra de las características conocidas es que puede sobrevivir a los impulsos electromagnéticos emitidos por la detonación de una bomba atómica, los cuales dañan a cualquier aparato electrónico. También cuenta con contramedidas defensivas que le permite esquivar ataques aéreos de misiles.

Dentro de los rumores o equipos que pudiera tener, pero que están clasificados, estaría la posibilidad de una cápsula de escape para el jefe de Estado. Esto se pudo apreciar en la película Avión Presidencial (1997), protagonizada por Harrison Ford, cuando él escapa de los terroristas que quieren apresarlo. No queda claro si esta capacidad existe dentro del Air Force One.


Air Force One sobre el Monumento Nacional Monte Rushmore


De todo un poco

El avión presidencial de los Estados Unidos cuenta con gimnasio y una suite con baño privado para el jefe de Estado. Tiene oficinas privadas, así como un servicio médico en el cual se pueden realizar operaciones. La cocina de la aeronave puede servir 100 comidas y todas están selladas como medida de seguridad.

Los periodistas (solo viajan 13 cada vez) están un área de la aeronave que es vigilada por el servicio secreto. Cualquier movimiento debe ser justificado.

El Air Force One tiene 400 metros2 de superficie utilizable y su hora de vuelo es una de las más costosas de cualquier avión: está dentro del rango de 180.000 a 200.000 dólares.

Como anécdota final está recordar que los aviones presidenciales 747 están llegando al fin de su vida últil, por lo que requieren ser reemplazados. Barack Obama, el antecesor de Donald Trump, había escogido al Boeing 747-800 (la nueva versión del Jumbo) como los nuevos Air Force One.

Sin embargo, Trump mandó a detener la operación alegando que era demasiado costosa: 3.200 millones por las dos aeronaves. Cada una cuesta 380 millones de dólares, lo demás está representado por los accesorios. Nada mal para ser el avión que transporte a uno de los presidentes con mayor poder en el mundo.

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