Por Clevys Daruich. “Los líderes disruptivos se distinguen por su capacidad para desplegar sus habilidades de liderazgo para crear oportunidades y capitalizar el flujo de conocimiento”.
Ganar tiempo: convirtiendo amenazas en oportunidades
      A-    A    A+



Sección: Claves gerenciales hoteleras


Sin duda, uno de los retos más importantes de la gerencia del siglo XXI es poseer las competencias para convertir las amenazas en oportunidades. En específico, en estos tiempos de incertidumbre y turbulencia, que exigen un pensamiento acelerado y la capacidad de tomar decisiones consistentes, con mirada del contexto global.

Estos momentos ponen a prueba nuestra visión, experticia y principios. Y no se trata exclusivamente de las competencias del nuevo líder que se embarca para la generación de la confianza. Son también las capacidades organizacionales globales, como son: visión del negocio, equilibrio financiero, adecuación tecnológica, estrategia comercial, gestión de procesos, de personas y de relaciones con el entorno.

Una transformación sin precedentes nos ha tocado la puerta. Urge la adopción de nuevas habilidades para asegurar la continuidad del negocio, signado por el reaprendizaje. Es la hora precisa de detenerse en el camino y reconocer cómo podemos generar ventajas competitivas.

Albert Einstein observó que “los problemas significativos que afrontamos no podían solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos”.

Esta fue la palanca utilizada por Stephen Covey para sostener, en sus 7 hábitos de la gente altamente efectiva, la necesidad de un nuevo nivel de pensamiento. El que permita reconsiderar nuestros hábitos de trabajo que, en definitiva, marcan la pauta de la cultura personal y organizacional.

Esto quiere decir que, mientras podamos elevar nuestro nivel, estaremos en ventaja para reconocer que la clave siempre será el enfoque en las personas. Así iremos superando de forma progresiva los retos del cambio.

Es curioso que la revisión de nuestros hábitos de trabajo pasa por un análisis consciente de paradigmas. Los mismos que definen nuestro quehacer y las formas de mirar e interpretar nuestra realidad organizacional. Cómo actuar ante ella mostrará que necesitamos el despertar de nuevas habilidades que logren predecir, con mayor facilidad, el futuro, y fijar estrategias de actuación.

Focalizar estos elementos traerá consigo adentrarnos en conocer el verdadero perfil de nuestros colaboradores. Ver con detalle lo que, en definitiva, puede garantizar la excelencia y el éxito.

Es lo que Goleman denomina “la inteligencia emocional”. Es la que está constituida por rasgos socioemocionales, la creatividad, resiliencia, trabajo en equipo y motivos. Conceptos que facilitan el proceso de readaptación social ante los nuevos ordenamientos, que nos cambió de la noche a la mañana nuestra manera de hacer las cosas.

Estos elementos se aprecian en lo que llamamos la metáfora del iceberg (Spencer & Spencer, McClelland). Re-equipar entonces a nuestros equipos y promover formación en habilidades transversales también será un fin en sí mismo.

En todo este panorama, el uso de tecnología será la estrategia protagonista para obtener resultados a corto plazo en áreas de e-learning. A su vez, facultar los equipos para que reconozcan el valor de la digitalización de los procesos de trabajo.

En esta nueva etapa seguro nos percatamos de la existencia de procesos innecesarios, anticuados, que fueron reducidos a operaciones fundamentales. No dejaremos pasar la oportunidad para aplicar reingeniería, outsourcing o cualquier ajuste que redunde en ahorros y sistematización. Lo que permita ser más eficientes en las operaciones.

Mientras nuestras organizaciones comienzan a categorizarse, el sector de consultoría especializada analiza qué rasgos emergentes marcarán la pauta, lo que permitirá sentar las bases conceptuales para hacer distinciones.

Según un análisis exhaustivo de 150,000 perfiles de líderes y gerentes en todo el mundo realizado por Korn Ferry (empresa mundial de consultoría organizacional), la mayoría de los líderes de hoy “no pueden aprovechar la energía colectiva y el conocimiento necesarios para liderar la organización del futuro”.

Esto se debe a que, aunque quizá la habilidad más buscada esté vinculada a la capacidad de mirar el futuro, existen otras que permiten surfear la ola en estos tiempos.


Ante las oportunidades, lo recomendable es fijar el “norte estratégico”

Aunque, en definitiva, el futuro cada vez es más impredecible, su capacidad de actuar ante dicho contexto de oportunidades y fijar el “norte estratégico” lo muestran con experticia en navegación.

La buena noticia es que, aunque en el ámbito mundial solo 15 % de los líderes vinculados al estudio están equipados y poseen dichas competencias, hay mucho camino por recorrer. Hay un gran trabajo por desarrollar, siempre y cuando estemos dispuestos a invertir en el talento.

El estudio de la consultora Korn Ferry avanzó en la creación de un modelo de liderazgo, identificando cinco dimensiones que los líderes de alto rendimiento tienen en común. Se basa en los conceptos existentes de liderazgo ágil, digital e inclusivo.

“Los líderes disruptivos se distinguen por su capacidad para desplegar sus habilidades de liderazgo para crear oportunidades y capitalizar el flujo de conocimiento”. También capturan una ventaja competitiva a través de la conexión de recursos y personas, con habilidad para construir un ecosistema de innovación. Esto les permite traer con rapidez ideas sólidas al mercado y, crucialmente, adaptarse al cambio, interrumpiéndose una y otra vez.

Este grupo de habilidades enfocadas en el devenir lo configuran como el modelo ADAPT. Está constituido por las habilidades para: anticipar, conducir, acelerar, asociarse y confiar.

Modelo de liderazgo creado por la consultora Korn Ferry

Para terminar, no dejemos de mirar estos conceptos. Es un gran momento para desaprender y reaprender. Las condiciones impuestas por las circunstancias son solo un escenario, cuyas características pudieran repetirse una y otra vez. Nos están invitando a “mirar dentro” de nuestras organizaciones, así como a permitir a nuestros colaboradores esta misma facultad. Generar un entorno de condiciones de innovación que favorezcan los cambios.

Las organizaciones que quieran “permanecer” serán aquellas que promuevan el desafío de sus propias creencias y supuestos. Que reconozcan el coraje (valor y decisión) como competencia fundamental para dar la cara a los nuevos tiempos, llenos de retos. Con seguridad nos dejarán grandes enseñanzas y estarán cargados de oportunidades.



Créditos Fotos:

Fuente: https://bit.ly/3gBa0vd
Foto principal: https://bit.ly/3iGferyFotos contenido:Imagen “Opportunity”: Internet.Gráfico: Clevys Daruich.