En la actualidad, el “tiempo compartido” es una de las figuras jurídicas que permiten el acceso al alojamiento vacacional y turístico. Muchos de ellos son: hoteles, hoteles-residencia, posadas, estancias de turismo, entre otros, establecimientos de alojamiento turístico en sí mismos. Pero no siempre fue así.
El origen del tiempo compartido se sitúa en Francia y Suiza a mediados de los años 60. Aparece como primera manifestación “la multipropiedad”, la figura y el término inicialmente conocido y empleado. Por ello se le asociaba más con la Propiedad Horizontal y las viviendas vacacionales que con la hotelería.
En 1963, Hans Schalch proveía a sus clientes de apartamentos en las principales ciudades europeas. Él dividió el valor de estos por períodos de tiempo, de acuerdo a su demanda y según la estación.
Otorgó “puntos” a cada período y valores a cada “punto”. Los adquirentes compraban dichos puntos según sus necesidades, posibilidades y gustos. El sistema, denominado “Hapimag”, se experimentó en Suiza a través de la Operation Caddies (en Crans-sur-Sierre) y en otros países europeos con excelentes resultados.
Algunas personas sitúan el origen de la multipropiedad en Francia, en 1965, en la estación invernal de Super Dévoluy. Allí se adopta un nuevo sistema de alojamiento a causa de la poca rentabilidad que producía la venta tradicional de los apartamentos del complejo. La iniciativa la tomó Louis Poumier, de la empresa Grands Travaux, en Marsella.
El sistema consistía en vender a una persona el derecho a usar una habitación o apartamento, durante una o dos semanas del año. Esta persona se aseguraba la ocupación en los años sucesivos. Así, el promotor vendía el conjunto más fácil y rápido, obteniendo mejores beneficios. La promoción publicitaria ingeniosamente señalaba: “No alquile la habitación, compre el hotel, le sale más barato”.
El nuevo sistema generó mucho interés. Esto hizo que en 1967 se registrara ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial francés el término
multiproprieté. Fue la denominación que se dio a la operación según sus características. Como
multiproprieté ya no podía usarse de forma indiscriminada por otros promotores en Francia, aparecieron nuevos nombres, como el de “Club Hotel” y otros similares.
Desde este momento, la extensión del fenómeno vacacional turístico a los otros países europeos, a América y al mundo fue inmediata. A continuación destacamos los países más relevantes.España: el sistema de tiempo compartido se introduce modestamente en los años 70, en las Islas Baleares. Su verdadera expansión se manifiesta en los años 80, con iniciativas e inversiones extranjeras.
Italia: numerosas familias invirtieron en multipropiedad como solución ideal, cuando el sector hotelero estaba en profundas dificultades.
Bélgica: las sociedades Promibel y De Duve desarrollan una importante promoción multipropietaria con el slogan “un apartamento junto al mar por el precio de un Volkswagen”.
Portugal: la Oficina Nacional de Turismo incentiva la inversión extranjera en multipropiedad.
República Federal Alemana: aunque la figura se conoce desde los años 60, se pone en práctica en los años 80.
Reino Unido: aparece el primer complejo en 1976, junto al uso del nuevo término
timesharing. Este concepto fue introducido por F. Chapman en la localidad escocesa de Loch Ranock.
Estados Unidos de América: en 1969, aparece la primera operación de este tipo en Miami. El uso de la modalidad se consolida a partir de 1975.
Argentina: el fenómeno comienza en 1979 en localidades como Bariloche y Mar de Plata.
México: el fenómeno comienza acompañado de grandes abusos, lo cual produjo una copiosa regulación federal y de los estados. Después de su regularización aparecieron grandes desarrollos en Cancún y en Puerto Vallarta, con excelentes resultados.
República de Suráfrica: el sistema se conoce en 1974.
Japón: en 1966 se ensayaba un sistema parecido al
Hapimag suizo.
Australia: el sistema nace en 1978.
El debate alrededor del tiempo compartido se circunscribió en si el tiempo compartido era un producto turístico-hotelero o, simplemente, un nuevo fenómeno inmobiliario
La evolución del tiempo compartidoCuando el tiempo compartido cobró auge a principios de los años 70, no fue considerado como una forma de hacer el viaje turístico más interesante y más accesible. Fue visto como un medio que permitía a las clases medias disfrutar de la ilusión de poseer un segundo hogar o un lugar de vacaciones.
En esencia, significaba que una persona compraba un lugar para vacacionar durante una semana específica del año. Era un concepto válido, aunque algo inflexible, ya que implicaba vacaciones todos los años, en el mismo lugar.
Pero, justo en ese momento, los patrones turísticos de la población mundial cambiaron. La gente empezó a descubrir la emoción de un viaje activo, explorador, a través del mundo.
Aparece el auge de los viajes internacionales.
Al principio, “tiempo compartido” era un concepto limitado, ya que era sedentario. Le faltaban dos componentes esenciales para una total aceptación del mercado: la variedad y la flexibilidad.Es así como surgió el intercambio vacacional como sistema complementario. Este permitía a los titulares de derechos de tiempo compartido intercambiarlos con otros titulares de derechos similares, en otros establecimientos y en otros países.
El intercambio vacacional aportó variedad y flexibilidad al sistema del tiempo compartido y abrió un nuevo mercado. En 1974 se funda en los Estados Unidos de Norteamérica la primera empresa de servicios de intercambio vacacional: “Resort Condominiums International” (RCI).
Venezuela y el tiempo compartidoComo en el resto del mundo, los primeros desarrollos que promocionaron y experimentaron con este novedoso método de alojamiento en Venezuela, lo hicieron bajo la figura de la multipropiedad. El marco legal es: