Barinas: El llano en su mejor expresiónLa ciudad de Barinas fue fundada el 30 de junio de 1577 por Juan Andrés Varela. Su nombre proviene de un vocablo indígena que significa viento.
Centro de comercio centenario, llegó a ser la segunda ciudad más importante de Venezuela en la época de la colonia. Tanto así que, aun estando muy lejos del mar, la ciudad fue asediada por piratas que remontaban el río Orinoco en búsqueda del tabaco, ganado y cacao que este territorio producía.
Barinas pertenecía a la provincia del Espíritu Santo de La Grita y luego a Mérida. El 15 de febrero de 1786 Barinas fue decretada provincia, pero en 1823 fue dividida en dos: Barinas y Apure. En 1862 fue llamado estado Zamora y solo en 1937 reasume su nombre de Barinas.
El mejor recorrido comienza por la Plaza Bolívar, que es hermosa, caminando a un lado por la casa de la cultura de Barinas. Hay que visitar la Catedral, construida entre 1770 y 1780, en honor de Nuestra Señora del Pilar.
Catedral de Nuestra Señora del PilarCon la independencia de Venezuela, se acabó la nobleza, pero en Barinas vivía un aristócrata llamado José Ignacio del Pumar, Marqués de Masparro y Boconó. Además de gobernador de Barinas, él era uno de los hombres más ricos de la provincia.
Dicen que ese señor tenía tanto dinero, que el piso de su palacio estaba recubierto de monedas de oro. Enfrente a la plaza Bolívar se puede ver la construcción colonial de lo que que una vez fue el Palacio del Marqués.
Palacio del MarquésCaminando un par de cuadras más, se llega al museo Alberto Arvelo Torrealba; una vieja casona colonial que perteneció a otro potentado barinés: Manuel Antonio Pulido. Aquí el dueño ofreció en 1813 un baile en honor a Simón Bolívar. Para la ocasión, los barinenses organizaron un desfile con 1.000 caballos. Luego el Marqués de Boconó se los regaló al Libertador como ayuda en sus faenas emancipadoras.
Museo Alberto Arvelo Torrealba
Otro museo que vale la pena visitar es el San Francisco de Asís. Más de 30.000 piezas del arte colonial y de costumbres llaneras están expuestas allí para el deleite de los curiosos. Queda en la avenida Medina, entre las calles Bolívar y Pulido.
Barinas es una ciudad con mucha historia y es realmente preciosa, así que no dudes en visitarla apenas puedas.
Cómo llegarLa ciudad de Barinas se encuentra por carretera a 525 kilómetros de Caracas, a 264 kilómetros de Barquisimeto y 458 kilómetros de Maracaibo. Por avión Conviasa, teléfono: 0-500-26.68.42.72,
www.conviasa.aero, y Avior, teléfono: (0212) 955.38.11,
www.aviorair.com, ofrecen vuelos regulares desde Maiquetía hacia la ciudad de Barinas. Consulte a su agencia de viajes para las reservaciones.
Dónde alojarseLa mejor opción para su estadía en Barinas es el hotel Eurobuilding Express. Todas las comodidades que ofrecen los estándares internacionales están presentes en este bello alojamiento. Además, el servicio es impecable y el hotel muy bien mantenido.
Avenida Suiza con calle Pie de Monte, urbanización Alto Barinas.
Teléfono: (0273) 500.31.20,
www.hoteleuro.comDónde comerSi te gusta la comida abundante y sabrosa, prueba “Rodizio Churrasquería & Restaurante” en la avenida Andrés Bello. Carnes de primera, servicio lleno de sonrisas y las pastas excelentes también. Teléfono: (0424) 517.77.22
El restaurante Mr. Grill del hotel Eurobuilding es una magnífica opción para cenar cómodo y tranquilo en Barinas.
Para almorzar carne en vara con un ambiente alegre y servicio correctísimo, tienen que ir al restaurante El Estribo. Allí sí se sentirá en pleno llano. Calle Apure. Teléfono: (0273) 533.40.33.
Dónde comprarEn el centro Comercial Dorado, que tiene todo lo que necesitas, incluyendo bancos y cines. Está ubicado en la avenida Los Andes, en el sector Altos Barinas. El Centro Comercial Ciudad Marquesa también vale la pena. Está ubicado en la avenida 23 de enero.
Preparándose para el rafting en el río AcequiasNo olvidesHacer rafting en el río Acequias con el súper-profesional Alejandro Buzzo, teléfono: (0414) 114.58.18,
www.raftingbarinas.comLlevarte un buen libro para que leas en Barinas, como “El Misántropo” de Moliére, para que disfrutes leyendo sobre las hipocresías de los falsos devotos.
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