En este siglo la longevidad se está convirtiendo en una realidad tangible que transforma diversos aspectos de la vida moderna. Esta idea además de caracterizarse por la prolongación de la vida, también redefine el papel que juegan las personas mayores de 50 años en la economía y la sociedad.

Expertos en longevidad, afirman que este fenómeno representa un cambio radical en la forma en que vivimos y envejecemos. Las personas mayores son cada vez más activas, productivas y contribuyen de manera significativa a la sociedad.

Esta perspectiva tiene importantes implicaciones económicas y laborales. Un estudio de McKinsey & Company destaca el desafío y la oportunidad que representa gestionar seis generaciones de colaboradores dentro de una misma empresa. Los atributos de los trabajadores mayores de 50 años, como la experiencia, la fidelidad y la cultura organizacional, se convierten en valores esenciales que benefician a las organizaciones.

En Estados Unidos, donde el sector de la población mayor de 50 años controla cerca del 75% de la economía doméstica, cada día, 10.000 personas cumplen 65. Esta transición demográfica sin precedentes refleja la transformación de la longevidad en una experiencia compartida por un segmento cada vez más amplio de la población.

La comunicación positiva sobre el envejecimiento es fundamental, porque las personas son más valoradas y respetadas, los adultos mayores de hoy no solo llegan a edades avanzadas con salud, sino también con una actitud proactiva y digna. La nueva longevidad  celebra la vitalidad y los logros de quienes superan los 80 años.

¿Cómo podemos promover el bienestar y la calidad de vida de los adultos mayores? Abordando el tema a través de la construcción del bienestar en la etapa de los 50+, entendiendo y desarrollando la "Silver Economy", el cuidado de los padres y de la andragogía.

Aprender sobre el envejecimiento desde una perspectiva profesional nos hace descubrir cuánto podemos hacer de este proceso una experiencia positiva y constructiva.