La pantalla la adora. Posee un carisma inexpugnable. Siempre luce fresca, risueña, segura de sí misma. Es pródiga en sonrisas con una dentadura perfecta de comercial. Posee sexapil. Alejandra Oráa (La Guaira, 37) fue el ancla más joven que haya tenido en su historia CNN. Comenzó siendo una “pichurra” a los 23 años.
Se destacó como narradora de noticias y entrevistadora sagaz del programa matutino Café CNN donde compartió libreto con otras compañeras, cuya presencia como la de María Alejandra Requena, fueron transitorias, mientras que la protagonista del presente reportaje resulta invicta hasta hace poco. A lo largo de su vida ha tenido la dicha de codearse con personajes de todo cuño que dan la hora.
Pocos saben cómo se maneja en el backstage. Alejandra es hiperactiva, dinámica, ello le permite tener la suficiente energía para vivir en un trajín. Es dinamita pura. Asiste a reuniones de pauta, tiene sesiones de maquillaje y además, ha de cuidar su frondosa cabellera azabache, herencia de su madre que es uno de sus ganchos telegénicos. Se muestra impecable de lunes a viernes.
Para ser ancla y talento del canal de noticias se requiere de una disciplina férrea. Alejandra es un motor que segrega la adrenalina requerida para un trabajo tan exigente. A diario debe informarse de lo que pasa en el mundo y escudriñar la vida de sus entrevistados.
Ha construido su carrera mostrando lo que nos hace humanos. Si ella tuviese que definir el oficio que desempeña, sería sin duda el periodismo que pone en primer plano a las personas, sus historias y sus vulnerabilidades. Por ejemplo, la entrevista con Piqué reflejó exactamente eso. Sabemos que el deportista ha estado en los titulares por motivos ajenos al fútbol, pero hay una manera y un momento para abordar esos temas, y siempre desde el respeto. Realizó la primera entrevista en televisión de Edmundo González Urrutia desde el exilio. En ese programa él contó lo que pasó 24 horas antes de su partida y los eventos que lo llevaron a exiliarse. Otro ejemplo, al comienzo de la carrera de Carlos Vives, muchos pensaban que era venezolano. En la edición especial de Cara a Cara, Alejandra tuvo un simpático careo con el carismático y talentoso colombiano, quien declaró, cómo, debido a su acento costeño de Santa Marta, fue confundido con venezolano tantas veces que incluso recibió premios con la inscripción “al cantante venezolano”.
Tienes aptitudes histriónicas desde pequeña ¿por qué razón optaste por la carrera de la comunicación y no la de ser artista?
—Desde pequeña siempre me ha encantado comunicar, conectar con las personas y contar historias. La comunicación me parecía la mejor manera de unir esas pasiones con una carrera profesional, ya que me permitía no solo informar, sino también inspirar y generar un impacto positivo en la audiencia. Opté por la carrera de la comunicación porque siento que a través de ella puedo crear puentes entre culturas, realidades y experiencias, algo que siempre ha sido parte de mi esencia.
Años atrás audicionaste para CNN y quedaste elegida. Fuiste el ancla más joven de la camada ¿podrías contar ese proceso y cómo recibiste la noticia?
—Eso sucedió hace 14 años y aún sigo siendo la más joven de CNN en español. La verdad creo que fue un proceso complicado unido a un golpe de suerte. ¡Locos ellos que quisieron darme la oportunidad!, y agradecida eternamente que así fuera. Recuerdo haberme enterado, visitando en el hospital a quien hoy es mi ahijado. Fue una inesperada sorpresa.
¿Cuáles fueron tus miedos al inicio de estar frente a la pantalla?
—Cometer un error tan grave que no solo arruinara mi carrera y para más colmo, que quedase grabado para la posteridad. Después me di cuenta de que los errores se cometen y es parte del ser humano. La televisión no es perfecta y eso está bien, sin embargo, creo que aún falta humanizar más la TV.
Hay entrevistados potables y huesos duros de roer. En tu multifacético bagaje entrevistando a mortales comunes y a personalidades, ¿qué te dejan esas interacciones?—Hay entrevistas difíciles, pero la más complicada es aquella para la que uno no se prepara. Creo que eso aplica para todos los casos. El deber ser es ir tan preparado hasta el punto que puedas incluso adivinar las respuestas que se puedan dar. Por experiencia pienso que el político siempre será el invitado más difícil, porque su carrera se especializa en “intentar ayudar al ciudadano”, pero cometiendo muchos errores en el camino. Acerca de la más fácil, suele sucederme con cualquier figura pública querida por la gente como un artista popular.
¿Alguien que te gustaría entrevistar y que hasta ahora no lo hayas hecho?
—Mi número uno es Barack Obama. Después de él, siempre he fantaseado con hacer un car pool karaoke con James Corden. ¿Te lo imaginas? como dices tú: “Morí muerta”
Has realizado cobertura de noticias candentes, así que luces que te gusta la candela. ¿Alguna vez te has quemado?
—Varias veces y muchas más de lo que me hubiese gustado. Es difícil trabajar con tanta presión y es casi un milagro que no haya tenido, al menos al aire, una “quemada grande”.
Miami es más que un destino turístico. Es el hogar de muchos latinos, extranjeros de otras latitudes y claro está, de norteamericanos. He visto cómo ha cambiado y, aunque en ocasiones me haya quejado de esos cambios, redescubrir con ojos de turista, para el programa Destino, me ha mostrado sus muchas facetas. Cada rincón de Miami narra una historia de crecimiento, y es esa historia la que quiero compartir con la audiencia”
¿Qué tipo de programas te gustaría hacer?
—Me encantaría hacer documentales en versión docuseries, crear otro tipo de contenido digital con impacto e incursionar en youtube.
¿Qué tipo de programas te gustaría hacer?
—Me encantaría hacer documentales en versión docuseries, crear otro tipo de contenido digital con impacto e incursionar en youtube.
¿Cuáles han sido las claves de tu éxito?
—Me enfoco en intentar expresar lo que siento desde el corazón. Hace mucho tiempo me enfoco en un periodismo “humano”, sin ataques. Mi norte mira hacia un periodismo cercano y auténtico, donde las cifras y los datos encuentren su contexto en los rostros y relatos de personas reales, ofreciendo no solo información, sino una ventana al alma y a la diversidad de pensamiento. Quiero contar historias, no inventarlas.
¿Qué significan para ti los siete Emmy más la serie de reconocimientos alcanzados?
—Solo un recordatorio material de un esfuerzo bien realizado. Pienso que han valido la pena las trasnochadas y ataques de estrés.
¿Qué haces para bajarle dos al estrés?
—Me escondo del mundo. Me explico: cuando me encierro dentro de mí misma, intento solucionar la problemática que me agobia. Sé que no es lo más sano o ideal, pero me funciona.
Eres amiga personal de Ismael Cala ¿qué tal?
—Es un gran ser humano que está más centrado que la mayoría de la humanidad; Debería aprender un par de trucos de él para manejar el estrés y meditar, cosa que nunca he logrado hacer.
Transmites un gran magnetismo y luces empoderada. Mujeres con tu perfil aseveran que eso espanta a los hombres ¿Qué opinas?
—Diría que no es mi responsabilidad reducir mi luz o mi esencia para encajar en expectativas ajenas. Creo que ser auténtica y mantener mi fuerza es una forma de atraer a las personas correctas, aquellas que valoran y respetan a una mujer empoderada. El magnetismo que mencionas no se trata de espantar, sino de atraer a quienes realmente se sienten inspirados por alguien que no tiene miedo de ser quien es. Prefiero rodearme de personas que celebren esa energía en lugar de sentirse amenazadas por ella. Creo que toda mujer “empoderada” estaría de acuerdo conmigo.
Durante el encierro obligatorio de la pandemia, permaneciste activa desde tu hogar ¿ fue una rutina difícil?
—Fue mucho más fácil de lo que te imaginas porque durante el auge del Covid, como dato serendipity mejoró mi calidad de sueño y el disfrute de las mañanas fue glorioso, ya que en lugar de levantarme a la 3 am para salir al aire a las 6 am, el horario durante 15 meses arrancaba a las 8 am, por ende pude dormir más.
¿Quién o quiénes te inspiran?
—No tengo un modelo a seguir, pero si tuviera que definir la gente que me inspira, serían aquellas que no “¡joden!” (Risas).
De no haberte dedicado a la comunicación ¿Cuál hubiese sido tu opción?
—Me hubiese gustado ser músico y seguir tocando piano.
De todos tus viajes ¿Cuáles son tus países favoritos? ¿Alguna experiencia memorable?
—Recientemente viajé a Portugal y quedé fascinada. Me encantó apreciar que cada ciudad es un poema y sobre todo Porto significa para mí una de las ciudades más mágicas del mundo. Bolivia es el destino más raro al que he ido y el que recomiendo que se haga cuando se tiene, literalmente, buen pulmón. El oxígeno me llegó a 64 y casi me desmayo. Fue un viaje físicamente difícil pero visualmente muy gratificante.
“Tal vez una de las experiencias más impresionantes que he tenido en mi vida es cuando me subí a un avión de gravedad cero y de repente, de estar acostada, empezar a flotar. En esos días había hablado con un presidente, luego con unos músicos e inmediatamente tuve la experiencia de la falta de gravedad... como te digo, el periodismo te da eso, y mucho más...” ¿Cómo haces para lucir tan fresca como una lechuga?
—Mi look es el mismo desde hace tres lustros. Una meta para el 2025 es cuidarme más. No tengo arrugas considerables para mi edad porque evito exponerme a los rayos solares, este es un consejito que les doy.
Tu hermana menor está dotada con el arpa y vive en Los Ángeles ¿eres muy unida a ella?
—En efecto, toca muy bien el arpa y trabaja dando conciertos y mercadea una marca comercial de dicho instrumento que viene en una versión súper moderna, fácilmente transportable. Nos llevamos 11 años de diferencia y la verdad es que somos muy distintas.
¿Practicas algún tipo de actividad física?
—Troto. En una época me enrolé en el maratón de New York. Pero hace algunos años tuve una fractura de espalda grabando un programa. Eso
me ocasionó una espondilolistesis y a partir de ese momento tengo un dolor que viene y se va. Cuando regresa, viene con la fuerza de un tsunami. También hago pilates, ejercicio al que aún no le tomo el gustico y lo asumo como una terapia más.
El amor en pareja ha tocado un par de veces a tu puerta. Un matrimonio y luego un noviazgo de larga data ¿Cómo está tu corazón?
—Tranquilo y taimado. Soy reservada con mi vida privada porque para nada me interesa ser foco de la prensa. Afortunadamente, mi actual pareja es un individuo muy tranquilo.
Para aquellos que siempre preguntan si somos primas, sí, lo somos.
EMOTIVA DESPEDIDA
Tras 14 años en CNN, Alejandra Oraá anunció que 2024 fue su último año en la cadena, marcando el cierre de un ciclo lleno de logros personales y profesionales. La presentadora más joven en la historia de CNN en Español destacó con orgullo el aporte que le ofreció a la cadena de una perspectiva fresca y generacional. Durante su tiempo en CNN, descubrió su pasión por contar historias, alcanzó metas como ganar siete Emmys consecutivos y trabajó con equipos que se convirtieron en su familia. Inspirada por la frase de Gabriel García Márquez: “Ser buena persona es lo más importante que puede ser un periodista”, se despide con gratitud y la ilusión de continuar contando historias que inspiren y conecten en su próximo capítulo profesional. Seguirá compartiendo más detalles sobre su futuro, reafirmando su compromiso con un periodismo humano.