María Gabriela Márquez
En homenaje al día del libro, recordar uno de los espacios mágicos que transportan a los visitantes en góndolas para disfrutar de la literatura a orillas de los canales, es por demás inusual y divertido.
En el centro de Venecia, a pocos pasos de la Plaza San Marcos, encontramos un callejón sin salida que igualmente da al canal, que nos conduce a la Librería “Acqua Alta” ubicada en las calles Campielo Tintor y Santa María Formos donde somos recibidos por un pintoresco cartel: “Bienvenido a la librería mas bonita del mundo”, según Luigi Frizzo su propietario.
Viajero incansable, ejerciendo diversos oficios de, croupier, guardia forestal, guía turístico, marinero; después de recorrer 7 mares, llega al Valle de Aosta y seducido por su pareja, quien regentaba una librería, le presenta un amigo médico quien lo incita a leer Rudolf Joseph Lorenz Steiner, se inicia en el enfoque del monismo, la clarividencia, el esoterismo. La voracidad literaria lo lleva a descubrir a Hugo Pratt que lo deleita con los comics del Capitán de Barco, Corto Maltés. Se desprende de su apego amoroso y parte a Venecia, donde despliega sus ansias de soñador libertario como lector incansable.
Decide fundar una librería a orillas de los canales. Y como el azar siempre marca su destino como bitácora incansable, un favor a un amigo hace que termine rodeado de gatos: debía cuidar uno y fueron 3 gatos los favorecidos para el alojo temporal, es así como emprende el amor gatuno, donde Dominique, la reina de la estancia, domina espacios junto a otros gatos que reciben a los visitantes.
Luigi, como marinero experimentado, ducho en sortear navegaciones tempestuosas, no se amilana cuando los canales venecianos aumentan su marea. Para proteger su tesoro literario, nuevamente el azar predispone su ingenio y es bendecido por las bañeras, góndolas, fregaderos, bateas y demás artilugios cóncavos que son donados por sus vecinos y él gustosamente convierte en útiles estanterías que protegen láminas, fotografías, libros en varios idiomas, cuadernos de viajes, guías, mapas.

Un pequeño patio aproxima al visitante con una escalera preñada de libros y así poder leer los títulos que reposan airosos de no ser devorados por el agua.

Luigi sigue persiguiendo sus sueños, y transfiere el testigo a su hijo Lino todo un experimentado librero y junto a su manada de gatos, siguen recibiendo visitantes, todos los días del año en
“la librería más bonita del mundo”.