Por Macky Arenas
Si bien el 10 de septiembre se conmemora la Aparición de Nuestra Señora de Coromoto al cacique indígena de los cospes hace 370 años, el día 11 figura en el calendario litúrgico como la fecha en que se la proclamó y coronó como Patrona de Venezuela por el papa Pío XII. Con ese motivo, consultamos para Aleteia a María García de Fleury, la Presidenta del Apostolado Mundial de la Virgen de Coromoto.
Desde aquél momento hasta hoy, el pueblo venezolano ha seguido una secuencia de veneración desde los niveles más elevados y académicos de la sociedad hasta los más sencillos y aún ignorantes, que persiste a través de los siglos. “Una de las cosas más apasionantes es que nuestra historia, especialmente el período de la Independencia, está fuertemente vinculada a la Virgen de Coromoto. Si sacamos a la Virgen de nuestra historia, simplemente no existiría. Porque una cosa es que te relaten cuántas batallas y cuántos fusiles , pero la pregunta es: ¿qué movió a esa gente?”
UNA CATEQUESIS SENSACIONAL
Sesenta años después de que los españoles y los portugueses se habían establecido entre los ríos Tucupido y Guanaguanare, en lo que hoy nosotros llamamos el estado Portuguesa, la Madre de Dios se le aparece al cacique de la tribu de los cospes, quien estaba acompañado por su esposa y sus hijos.
“Es preciso decir que es lo más significativo pues es la primera vez en la historia de la humanidad –y no se ha vuelto a repetir- que la Virgen se aparece a una familia completa. Papá hombre, mamá mujer e hijos. Y aparece vestida de fiesta, capa roja, igual el Niño y ambos tienen corona. El indio se llamaba Coromoto, voz indígena que significa el que detiene la tormenta. Y así ha permanecido la Virgen, llamándose Coromoto. Esto es muy interesante porque ella le dice que quiere que vayan donde los blancos para que les echen el agua en la cabeza y puedan ir al cielo. ¡Esta es una catequesis sensacional!”.
El cacique había reaccionado arisco cuando la vio aparecer en su casa y Ella, con gran dulzura lo envía “a los blancos”. El tema era que los portugueses y los españoles eran blanquísimos y los indios tenían un color aceitunado. Los extranjeros eran todos católicos pero el indio no iba a entender aquello y por eso lo más fácil era llamarlos “los blancos”.
El otro aspecto de la catequesis tiene que ver con el agua. “Los indígenas vivían al lado de los ríos, pero el cacique, que era inteligente –explica María- entendió que no era cualquier agua y que debía tener un sentido ponerla en la cabeza. Finalmente la idea de llegar al Cielo. En todas las culturas, sin faltar una, hay un sentido de trascendencia, la idea y el deseo de unirse a la eternidad al final de la existencia terrestre. Todas las religiones del mundo proclaman esa creencia. Y eso confirma al cacique que Ella quería algo muy bueno para él cuando le habla de ir al cielo”. En un acto muy caballeroso, él le contesta: “¡Como no, bella señora!”
«LA BELLA SEÑORA»
Estaba el indio tan emocionado con Ella que ni siquiera le preguntó su nombre y por eso nosotros no sabemos cómo se le presentó, nunca dijo su nombre. De allí que quedó llamándose como el cacique, Coromoto. Era “la bella señora que se le apareció al cacique Coromoto”, en consecuencia, la que detiene las tormentas.
“Él seguía negándose y Dios quiere que te acerques si estás convencido”, recuerda María. El cacique no quiso bautizarse mientras muchos en su tribu sí lo hicieron. Estaba rabioso porque no llovía y las cosechas iban a perderse. Se culpaba a sí mismo. Llegó a su choza y se tendió. En ese momento ve una luz muy fuerte y, de nuevo, apareció la bella señora con su hijo en brazos. Allí comenzó a gritar que se fuera, que no la quería en su casa. Ella se va metiendo poco a poco en el corazón de un hombre violento, duro como todo cacique, muy humano. Además, él no tenía la menor idea de quién era ella ni por qué se metía en su casa así, sin avisar. Pero aquí está lo crucial: la Virgen fue entrando dulcemente en su corazón para llevarlo a Dios, como siempre hace con la humanidad.
LA ÚNICA CORONADA PERSONALMENTE POR UN PAPA
Muchos años después, gracias al Hermano de La Salle, Nectario María, gran historiador y a quien debemos mucho, especialmente en las investigaciones sobre la Virgen de Coromoto, se propició una reunión para decidir quién sería la patrona de Venezuela. “La idea era unificar un poco, ya que Venezuela es un país muy mariano –explica María- tenemos muchas advocaciones y una inmensa devoción por la Madre de Dios.
Llegan a la conclusión de que la única que se ha aparecido en Venezuela fue Coromoto. Las demás advocaciones llegaron de otras partes. Así que en 1942 se escogió a Coromoto y el asunto fue consultado al papa Pío XII quien la declaró patrona de la República de Venezuela en 1944 y en 1952 le envió la Corona.
El papa Juan Pablo II, cuando vino a Venezuela en 1984, insistió en ponerle otra corona y para eso viajó hasta Guanare, donde está el Santuario con la reliquia que dejó Ella misma al cacique. Ella se convierte así en la única advocación mariana que ha sido coronada personalmente por un papa en el mundo entero. Y un papa que es santo, lo que le agrega una connotación muy importante”.
UN APOSTOLADO MUNDIAL
Cuenta María García Fleury que a nivel mundial están impulsando el conocimiento acerca de la Virgen y su historia. “El entusiasmo es muy grande. Estamos en más de 124 ciudades del mundo, dictando talleres de cinco semanas, promoviendo su imagen y la devoción. Este mes, hasta el día 11, ocurre algo que no existía antes, pues nuestra imagen era muy local y ahora se ha internacionalizado. La imagen peregrina de familia en familia, de hogar en hogar y sus fiestas se celebran en todo el mundo con procesiones, misas, romerías y otras actividades.
El papa Francisco recibió el retablo con la Virgen peregrina, de manos del cardenal Baltazar Porras. Al verla, dijo: “Pero esta no es la que yo conozco”… Aclara María: “Obvio, pues la que él conoce es la vestida de fiesta, con el manto rojo, tal y como se apareció al indio”. Esta peregrina representa la reliquia que ella dejó en manos de Coromoto y que, junto a la Guadalupe con la tilma de Juan Diego, son las dos única apariciones que han dejado constancia física, palpable y sorprendente como los detalles que con el tiempo y la tecnología, se han podido descubrir y que han dejado perplejos a los mismos científicos que las han analizado. Esta Virgen peregrina no va de reina ni de corona. Es muy humilde, como la Virgen lo fue.
«En el caso de la Virgen de Coromoto –detalla María- la imagen ha venido cambiando. Nadie la ha tocado, ha cambiado sola. Apareció la imagen de un cordero en forma de mancha blanca, nada abstracta. Antes estaba muy ancho, ahora se ha venido adelgazando y dejando ver mejor la cara del Niño… ¡que es el Cordero!»
UNA CELEBRACIÓN ELECTRIZANTE
Se celebra con danzas alrededor del altar. Los primeros que entran son los hombres con sus atuendos cospes, 400 o 500 de ellos pisando fuerte, desarrollando bailes típicos agrícolas. Es impresionante cómo se escuchan las pisadas de sus pies desnudos en el interior del santuario. El jefe de la tribu saluda a la Virgen en lengua indígena y reza el avemaría en su dialecto. Es un momento muy especial, electrizante, que hace aflorar las emociones de los presentes. Luego, comienza la gran Misa Solemne.
Desde el día 8 hasta el 11 hay cabalgatas, carreras en bicicletas y toda clase de representaciones pues la calle al frente de la basílica es muy ancha. Este año, vistieron a la Virgen decorándola con 700 orquídeas, nuestra exótica flor nacional. También suele haber muchas lágrimas, pero de alegría, paseando a la Virgen por todas las calles, la gente en actitud muy seria, rezando el rosario en procesión y repitiendo la jaculatoria que el Hermano Nectario María compusiera para Ella:
Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, renueva la fe en toda la extensión de nuestra patria.-