Las naciones han sobrevivido a una de las más grandes tragedias de la naturaleza genocida con la pandemia del Covid19; de la cual somos partícipes como protagonistas, verdugos y víctimas, ello ha permitido ver con mucha más cautela, las profundas grietas existentes en todas las naciones para alcanzar el bien supremo que ameritan nuestros pueblos y ha desencadenado, una serie de interrogantes que apenas comienzan a dar luces a éstas nuevas generaciones, que se enfrentan a un mundo que cada día requiere mucho más cuidado para preservar las especies de la vida terrenal, en especial la especie humana.

Decir que hemos aprendido la lección, sería un abuso de confianza, cuando persisten peores situaciones que anuncian muchas más calamidades para todos los pueblos del mundo, lo cual, hace recordar al Principio de Peter “Laurence J. Peter”, “..Llega un momento en que el hombre alcanza su más alto nivel de incompetencia”. Pero aún, así debemos tener confianza en la gente sensata que aún ve un halo de esperanza en la salvación del mundo y en la conducción del mismo por caminos de paz, unión y hermandad.

Los saltos repentinos de estas tragedias han sido provocadas por el sismo de las crecientes emergentes economías que se abren paso de manera agigantado, hacia un nuevo esquema de relaciones económicas, políticas y sociales en todo el planeta tierra, lo que ha dado paso, hacia el mundo multipolar, evidenciado en Venezuela por la visión geoestratégica del Presidente Chávez y bien orientada de manera programática y decidida por el Presidente Nicolás Maduro, que sin temor ha venido colocando la piedra fundamental de la libertad suramericana, porque vacilar es perdernos.

Venezuela está decidida a sumergirse de manera segura en esas nuevas vertientes que se abren con el mundo multipolar, con la nueva época, con nuevas perspectivas serias de reposicionamiento global en un mundo cada día mas decidido a ser mas libre, mas democrático, sin interferencia imperiales y dogmáticas. Ese mundo no solamente es posible, ya se está construyendo, y aspiramos que no sea sobre las cenizas de los opositores a ésta urgente necesidad mundial de entendernos como pueblos.

Ahora viene la carpintería a lo interno, las naciones comienzan a perder el miedo a los azotes del barrio mundial e inician la construcción de muros sólidos de entendimientos y cadenas sólidas y canales de comunicación muchos mas amplios con el Pueblo, en el caso de Venezuela, la mejor experiencia ha sido el Sistema Patria, una novedosa aproximación a lo que serán las nuevas formas de interacción y comunicación de los gobiernos con su pueblo. Asi mismo, los pueblos comienza a salir de líderes negativos caso Colombia, qué con la llegada del Presidente Petro, comienzan a despejarse las incógnitas de alcanzar la paz, que siempre ha soñado nuestra hermana Republica Colombiana. Muy Probable qué sé le sume Lula Da Silva, para complementar éste cuadro que permitiría apuntalar un bloque económico suramericano qué permitiría salir de la explotación abusiva de los conglomerados económicos que han venido asaltando de manera descarada a todos los pueblos suramericanos.

Claro que para ello, es necesario dejar atrás viejos esquemas políticos y trabajar en una nueva alianza estratégica sudamericana, en donde el respeto a las soberanía, la libertad e independencia como pueblos, la cooperación, la unidad y hermandad como pueblos nos permitan, un nuevo pacto social y la construcción de un nuevo esquema político de entendimiento para el devenir de los tiempos que requieren una mayor comprensión y participación para dignificar éstos pueblos que jamás han dejado de luchar en sus territorios que habitan y que desde Venezuela pilar fundamental de la Patria grande, lo anhelamos. Coro, octubre de 2022.