La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez solicitó ante la CIJ no admitir la acción intentada por el gobierno de Guyana sobre el territorio Esequibo en una vieja disputa, originalmente con el Reino Unido y una vez lograda su independencia por el régimen de Georgetown. Rodríguez ratificó la posición venezolana de que esa instancia judicial de las Naciones Unidas no tiene competencia para conocer el conflicto en esa zona en reclamación y que se demostrará que la acción intentada por Guyana es inadmisible; y recordó también que el Acuerdo de Ginebra de 1966 reconoce “la resolución pacífica y amistosa de la disputa, un documento con el aval de la ONU que es válido para tratar el caso”. La alta funcionaria alegó que la CIJ no estaría en condiciones de resolver la demanda de Guyana porque el Reino Unido, la parte indispensable para dirimir la disputa no participa de la demanda. El proceso comenzó en 2018 y en marzo de 2022 el tribunal se declaró competente para dar validez al Laudo Arbitral de París de 1899 que despojó a Venezuela el Esequibo y lo entregó al Reino Unido.


ACUERDO DE GINEBRA

El 7 de febrero de1966 se firmó en Ginebra un acuerdo vinculante a través del cual la República de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana declaran “resolver de forma satisfactoria, práctica y amistosa la controversia territorial”. También en junio de de 1970 se reunieron los representantes del Reino Unido, Venezuela y Guyana y firmaron el llamado Protocolo de Puerto España que congeló por 12 años la aplicación del Acuerdo de Ginebra.

BUENOS OFICIOS

Posteriormente al cumplirse los doce años la disputa fue remitida a la figura del “buen oficiante” designado por el secretario general de la ONU con la aquiescencia de los dos países para mediar en negociaciones y búsqueda de acuerdos entre las partes.

EXXON MOBIL EN ESCENA

El año 2015 el gobierno guyanés informó que había otorgado concesiones a la empresa petrolera norteamericana Exxon Móbil que iniciaba labores de perforación en yacimientos ubicados en aguas de la disputa territorial con Venezuela, violentando el gobierno de Guyana el Tratado de Ginebra y el mismo Derecho Internacional. Obviamente, la disputa entre los dos países se reavivó cuando las transnacionales petroleras comenzaron a instalar bases de operaciones en altamar frente al Esequibo en una zona que posee una inmensa riqueza que supera los 11.200 millones de barriles de crudo. Como escribe el abogado e internacionalista Mario Valdéz: ”ahora no se trata de dos naciones fronterizas que necesitan resolver un problema territorial, sino que entran en juego las grandes transnacionales del petróleo tratando de imponer sus políticas para controlar y disponer de grandes riquezas.” De tal manera, que lo que finalmente decidan los jueces en La Haya no obedecería necesariamente a la correcta interpretación del Derecho sino al poder misterioso del llamado “excremento del diablo”.