EL llamado “Diálogo de México” que se inició entre el gobierno y la oposición en agosto de 2021 con la mediación de Noruega y el apoyo del gobernante anfitrión López Obrador, procuraba abrir espacios a una severa confrontación política y de alguna manera también para aliviar las sanciones impuestas a Venezuela por el gobierno de Donald Trump y mantenidas todavía por Joe Biden. Se daba asimismo con la fractura de la unidad opositora representada por la MUD, y rota en 2018 con la candidatura presidencial de Henri Falcón de Avanzada Progresista frente a las organizaciones que apostaban a la abstención y se comprometían con la estrategia intervencionista de Donald Trump quién diseñó el mandato interino del diputado de Voluntad Popular Juan Guaidó con el respaldo de Primero Justicia, una fracción de Acción Democrática encabezada por Henry Ramos Allup y en menor medida de Un Nuevo Tiempo. A partir del 23 de enero de 2019 con la autoproclamación de Guaidó se puso en marcha una línea golpista con la operación militar de Cúcuta el 23 de febrero y la asonada militar del 30 de abril en Caracas; ambas fracasadas; y maniobras intervencionistas desde Colombia, (sede del gobierno interino y de la embajada Estados Unidos asignada a Venezuela) y donde se preparó la “Operación Gedeón” con apoyo de mercenarios norteamericanos que fracasó el 3 de mayo de 2020 en las costas de La Guaira.

CITGO, MONOMEROS

Mientras la “Operación Libertad” de Trump representada en escena por Guaidó, cosechaba derrotas en el país, en el exterior avanzaba la ocupación de activos del Estado por órdenes de un supuesto gobernante que nunca pisó las puertas de Miraflores. Citgo (el principal negocio de PDVSA en el exterior), Monómeros, (devuelto recientemente por Petro) en Barranquilla, toneladas de oro en el Banco de Londres y cuentas en muchos países permanecen aún confiscadas, por un monto que se acerca a los 30 mil millones de dólares.

TRUMP Y VOTOS

Dos hechos ocurrieron en 2020 que apuntaban a un cambio de la situación en medio de crecientes denuncias y acusaciones en el manejo de los activos intervenidos en el exterior. el 3 de noviembre Donald Trump perdió la reelección frente al candidato demócrata Joe Biden; lo que podría significar cuando menos una revisión de una fracasada estrategia para forzar un cambio violento de gobierno en Venezuela. El 6 de diciembre se realizaron las elecciones parlamentarias nacionales con el llamado a la abstención de los partidos del “G-4” del gobierno interino y la impugnación de la OEA, Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima entre otros organismos internacionales que cuestionaron las condiciones existentes para ejercer el sufragio. Si bien la participación fue menor a la consulta de 2015, la Alianza Democrática que representó a la oposición obtuvo el 17 por ciento y conocidos voceros de la tendencia regresaron al Parlamento

EL CASO ALEX SAAB

EL Diálogo de México de 2021 ya no fue solo iniciativa de los factores nacionales, sino que además de la mediación de Noruega fue decisiva la anuencia de López Obrador y con la mayor discreción de funcionarios del gobierno de Biden decididos a encontrar una salida al tema venezolano en el marco de los reacomodos políticos del continente. Una vez aprobado un documento genérico sobre los objetivos de las conversaciones y sus posibles resultados la delegación oficialista dirigida por el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez; solicitó al gobierno de Washington la libertad de Alex Saab empresario con rango diplomático detenido en Miami y quien fuera integrado a la delegación. ¿Por qué la exigencia si Estados Unidos no participaba del diálogo? ¿No era acaso una manera de evidenciar que los negociadores opositores eran tutelados por la Casa Blanca?. Sin respuesta la petición, como era previsible, los representantes de Maduro suspendieron la jornada.

ELECCIONES Y UCRANIA

El 21 de noviembre de 2021 se realizaron las elecciones de gobernadores y alcaldes en un clima menos tenso que en el pasado; con un nuevo Consejo Nacional Electoral y la observación internacional incluso de la Unión Europea, sin llamados a la abstención y con las candidaturas de dirigentes del “G-4” a los cargos de elección. La participación fue de 42,26%, la oposición ganó cuatro gobernaciones incluyendo el estado Zulia en manos del líder de Un Nuevo Tiempo (del “G-4”) Manuel Rosales y en el conjunto de la votación las opciones opositoras superaron al oficialismo. Como escribió un columnista: “el voto diluyó la conflictividad”