Hasta la llegada de Guardiola a Inglaterra, los equipos salían campeones con un promedio de rendimiento de entre el 68 y el 75 %. Pep Guardiola a lo largo de toda su carrera reúne el 77,8 %.
Te domina, te baila y te gana
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Por: Hernan Quiroz Plaza

No cabe ninguna duda de que en el fútbol moderno el dinero es una de las partes más importantes a la hora de confeccionar equipos ganadores. Evidentemente, el simple hecho de invertir grandes cantidades de capital no siempre va ligado al éxito (si no que se lo pregunten al Chelsea de Todd Boehly, que pese a haber gastado más de 600 millones de euros esta temporada, están en el puesto 11 jugado 30 partidos en Premier League).Sin embargo, en la gran mayoría de ocasiones, el dinero en el mundo del fútbol acaba trayendo éxitos deportivos. Y, en este sentido, uno de los grandes ejemplos es el Manchester City, que desde la entrada del jeque Mansour en 2008 pasó de ser un equipo de media-baja tabla a ser el gran dominador de Inglaterra. Y, claro está, el derroche económico para lograrlo fue y sigue siendo abismal. De hecho, sin ir más lejos, los tres mejores sueldos de la Premier League en la actualidad pertenecen al City con Pep Guardiola (24 millones de euros), Kevin De Bruyne (23 M) y Erling Haaland (22M).

Sin duda alguna, un derroche económico sin igual, de un total de 70 millones de euros aproximadamente, que sitúa al Manchester City en lo más alto de la escala salarial de la Premier League, en la que también destacan nombres como los de Mohammed Salah del Liverpool FC o Jadon Sancho del Manchester United (que ambos cobran 16 millones de euros). Por supuesto, en el apartado específico de entrenadores, el nombre de Pep Guardiola es el gran dominador. Y si bien los resultados han llegado de manera indiscutible en el ámbito nacional, donde los citizens no han parado de ganar títulos en los últimos años, lo cierto es que el gran coste salarial del Manchester City por el momento no ha sido suficiente para conquistar la UEFA Champions League, el máximo objetivo del conjunto sky blue desde la llegada del jeque Mansour al Etihad.

Dentro de este contexto, Guardiola expone a todos los demás técnicos cada vez que los enfrenta. Es como que quedan uno o dos escalones abajo. Dejó a Klopp en paños menores ante 55.000 personas. Su célebre tiquitaca puede ser tan abrumador que demuele psicológicamente al rival, incluso al colega parado a dos metros de él. Su fórmula es la TTT: te domina, te baila y te gana. Por la fecha 29, la víctima fue el Liverpool, al que el Manchester City derrotó por 4 a 1, un marcador que no está relacionado con la superioridad abismal de uno sobre el otro. En el minuto 68, Jurgen Klopp realizó cuatro cambios juntos, algo completamente inusual: Firmino, Tsimikas, Darwin Núñez y Oxlade-Chamberlain, adentro; Diogo Jota, Robertson, Salah y Elliott, afuera. Por lo general, cuando un conductor reemplaza cuatro jugadores de una tacada es porque ve que su equipo está haciendo todo mal. Estaban como mareados, no veían la pelota, no los dejaban tocarla. Parecían jugadores ordinarios los del Liverpool. En verdad estaban abatidos por el toque abrumador, que desorienta y deprime al bailoteado.

Los números no dicen todo, pero algo cuentan: 17 tiros al arco el City, 4 el Liverpool; 69 % de posesión frente al 31 %; 7 córneres frente a 1; 748 pases a 337. Y un altísimo 91 % de precisión en los pases. Números descomunales ante un rival fuertísimo. Es muy feo perder de la forma en que lo ha hecho el Liverpool. El marcador es aleatorio; duele la forma.Klopp también le ha ganado mucho a Pep con su fórmula de presión asfixiante, pierna fuerte y ataque persistente. Pero cuando el triunfo corresponde al catalán, por lo general, es por paliza. Minimiza, al contrario. Y por si acaso: sin Haaland, lesionado; con él quizás eran cinco o seis goles. A propósito: lo suplió un Julián Álvarez magnífico, participativo, goleador y asistidor, desmarcándose permanentemente, haciendo presión sobre el adversario. “Por algo es campeón del mundo con Argentina, jugando al lado de Messi. No solo fue el gol, la asistencia en el segundo, el tercero… Estuvo metido en todo. Con la pelota, tan inteligente… Es un jugador excepcional”. Y remarcó que más excepcional aún por el precio que costó: 21,4 millones de euros. Su cotización ya está en 50 millones y posiblemente suba al doble.

“Claro, con las estrellas que tiene… Lo quiero ver en el Elche”. Siempre que ganan los equipos de Guardiola viene el latiguillo atrás, instalado hace años por la incansable prensa madridista. El mejor técnico de la historia no puede ser un hijo del Barça. Es intolerable. Primero le criticaron que ganaba por Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, etcétera; luego el juego de “los mil pases”, que jugaba para los costados y aburría; luego, que no gana la Champions (ganó dos); que donde va le compran únicamente supercracs. El City es el club más vendedor de la liga inglesa. Esta temporada ha transferido por 186,2 millones de euros y fichó por 150,5 millones. Su derrotado, el Liverpool, se reforzó por 90,3 millones y se desprendió por 76 millones. El Arsenal, líder del torneo, gastó 192,4 M€ en jugadores y vendió por 23,8 M€. Manchester United invirtió 238,02 M€ en llegadas y recaudó 9,4 M€ en salidas. Todos los grandes clubes erogan enormes sumas en nuevas contrataciones. Hasta el FC Barcelona, sumido en una delicada situación financiera, con una deuda gigantesca, incorporó futbolistas por 162 millones y cedió por 39,5 millones. Posiblemente el más recatado sea el City. Y el único que gana en el balance. El Grupo City es en esencia una organización que se dedica a rentabilizar con las transferencias e ingresos de diversa índole en todos los clubes que pertenecen a su escudería. Persigue la excelencia para el éxito y, a través de ello, obtener ganancias económicas. No es solo un club deportivo, como el Real Madrid, el Bayern Munich, cuyo objetivo es la gloria. Por ello, buscaron al número uno.

Sir Alex Ferguson continúa al tope como el técnico más ganador de todos los tiempos, con 49 trofeos. Guardiola está segundo, con 32; sin embargo, aún es joven y puede seguir sumando. Lo que nadie ha podido igualar es su condición de revolucionario del fútbol, su juego que combina preciosismo con efectividad. Antes de él, estaban encolumnados los que jugaban feo, pero con eficacia (tipo Mourinho) y, enfrente, los de fútbol bonito, pero poco ganadores. Pep Guardiola encarna la triple G: GANAR, GOLEAR, GUSTAR. Con Pep pasa un poco lo de Messi: los otros son fenómenos hasta que juegan con él o contra él; entonces los vemos terrenales. Hasta la llegada de Guardiola a Inglaterra, los equipos salían campeones con un promedio de rendimiento de entre el 68 y el 75 %. Pep Guardiola a lo largo de toda su carrera reúne el 77,8 %. En su realmente corta trayectoria ha ganado diez ligas; en dos fue segundo, y en otra, su peor colocación, tercero. Es difícil que el City conquiste esta Liga: el Arsenal no afloja. El Arsenal es una maquinita y ahí también tiene que algo que ver Guardiola: al técnico londinense lo formó él; Mikel Arteta era su asistente.¿Por qué no ha aceptado nunca entrenar una selección…? Porque su método depende mucho del trabajo diario para concientizar a los jugadores y sistematizar su juego. En una selección no podría; no hay tiempo: se reciben los jugadores a cinco días de una fecha eliminatoria; por ejemplo, se entrena un par de veces y a la cancha. En los equipos nacionales los técnicos son seleccionadores, no entrenadores, y Pep es exactamente eso, entrenador.

El fútbol no son matemáticas. Nada hay absoluto. Ni tan siquiera un 3-0 en una eliminatoria de Champions League. Para muestra, muchos botones. El Manchester City, no obstante, muy mal lo tendría que hacer en Múnich para no estar en semifinales. Los de Pep Guardiola humillaron al Bayern en una nueva batalla táctica ganada por el genio de la patria de Antonio Machado. El resultado podría haber sido mucho más vergonzosa para los entrenados por Thomas Tuchel. Guardiola sacó la probeta, la pipeta y el quemador Bunsen. Sutilezas tácticas de laboratorio. El técnico catalán ubicó a Stones junto a Rodri en fase ofensiva, reculando a su posición natural en el eje defensivo cuando la pelota la dominaba el Bayern. Los celestes, cómo no, les negaron la pelota a los bávaros, acelerando en el último tramo con esa bestia parda llamada Erling Haaland. El noruego te monta un cirio en un suspiro.
 
La Premier paga los mejores salarios, contrata los mejores futbolistas y entrenadores y tiene un nivel de espectáculo inalcanzable para las otras ligas. Semana a semana se ven partidos fantásticos,pletórico de goles, emociones, jugadas preciosas, ataque tras ataque e intensidad total. ¿Por qué entonces la selección de Inglaterra no alcanza la misma prestación…? Básicamente porque los entrenadores nacionales no poseen la misma capacidad de los extranjeros y por la inocencia táctica del futbolista inglés, que hace siempre lo mismo: ir hacia adelante en todo momento. Los rivales grandes (Brasil, Alemania, Italia, Argentina, Francia, España) son más astutos.



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