Luis Ernesto Fidhel Gonzales
Al contrario, el inicio de una situación mucho más grave. Aplicable al conflicto ucraniano-ruso actual
El apaciguamiento ha sido el término utilizado por la ciencia política con la finalidad de explicar la política de concesiones realizadas por las potencias occidentales europeas particularmente Inglaterra y Francia ante el régimen nacional socialista alemán de Adolfo Hitler. La principal consecuencia, de esta conducta es haber roto o colapso al sistema de seguridad colectiva que se trató de implementar por el Tratado de Versalles (1919) cuyo pináculo fue el acuerdo de Múnich de 1938, en relación a la cuestión de Checoslovaquia.
La principal manifestación del apaciguamiento fueron sucesivas concesiones territoriales a favor del régimen alemán. El objetivo de Francia e Inglaterra de sosegaro detener las ambiciones alemanas a través de continuas complacencias, consiguieron lo contrario, reforzando la determinación de lograr colapsar el sistema de estabilidad de Versalles; aumentando las presiones geopolíticas a consecuencia de las concesiones occidentales.
Sin embargo, se coincide en señalar que la base de la política de apaciguamiento, fue el temperamento pacifista de la época de las potencias occidentales cuya consecuencia fue la claudicaciónde los fundamentos de la estructura de estabilidad europea que se constituyó a raíz de ser los vencedores de la Primera Guerra Mundial. Se destaca, la renuncia a tomar medidas contundentes y ejemplarizantes – conducta apaciguada- contra la agresión o desafíos al sistema establecido; a pesar que al inicio de la actitud por el agente desafiante – Alemania- este se encontraba en desventaja material y militar frente a los apaciguados –Francia, Inglaterra-.
TRATADO DE VERSALLES
Se interpreta el apaciguamiento como sinónimo de falta de voluntad política de las potencias occidentales de tomar medidas protección frente al desafíoque favoreció el rearmamento alemán. También se especula sobre el poco convencimiento incluso compromiso sobre los valores de estabilidad política contenidos en el Tratado de Versalles al concebirlo como un instrumento altamente punitivo e injusto sobre Alemania, lo cual no lograría el objetivo de mantener la paz permanente o definitiva en Europa.
Existieron hechos objetivos que favorecieron el desafío alemán frente a la cuestión checoslovaca; entidad política constituida en octubre 1918, a partir del orden establecido en Versalles y disolución del imperio austro-húngaro, siendo reconocido formalmente por el Tratado de Saint-Germain-en-Laye, suscrito el 10 de septiembre de 1919, entre las potencias aliadas y Austria, conformado por dos naciones mayoritarias: checos y eslovacos.
FEDERACIÓN DE NACIONALIDADES
La idea de los fundadores – Masaryk y Benes- fue crear una especie de federación de nacionalidades como Suiza, reconociendo que en el nuevo estado se encontraba establecida una población alemana aproximadamente para la época de tres millones y medio. Los checos no llegaban ni a la mitad de esa población. Ante esta realidad se prometió darle autonomía a la población alemana que habitaba el territorio conocido como los Sudetes. Nunca se concretó la promesa de la autonomía, lo cual fue denunciado inclusive antes del ascenso de Hitler al poder; pero este se obsesiono con el tema.
El gobierno británico tomo importancia sobre la problemática de los Sudetes.En 1938 el primer ministro Neville Chamberlain, envió a negociar a Walter Runciman un acuerdo entre el gobierno de Checoslovaquia y Alemania que finaliza con la firma de los Acuerdos de Múnich (1938). La conclusión de las observaciones de Runciman fue que los Sudetes no querían formar parte del Checoslovaquia sino de Alemania y la autonomía prometida por Checoeslovaquia no era la solución, inclusive una cesión de los Sudestes no violaría la soberanía nacional de Checoslovaquia. De esta forma, las conclusiones de Ruciman reivindicaban los principios morales de autodeterminación de los pueblos en Europa, altamente considerada por la diplomacia británica, más aún por las tendencias apaciguadoras.
En un primer momento Inglaterra se inhibe de intervenir en la crisis bajo la hipótesis de evitar la violación la soberanía del estado checo. En tanto, Hitler frente a la movilización checa hacia los Sudetes; advirtió que Alemania no podía estar ajena a esta situación. Chamberlain realizo un viaje a Alemania para hablar con Hitler sobre la crisis de los Sudetes, las cuales tuvieron lugar en septiembre de 1938, sin lograr ningún resultado positivo. Hitler supero la tesis de la autonomía de los Sudetes, por su anexión a Alemania.
HITLER Y CHAMBERLAIN
Edvard Beneš presidente checoeslovaco a partir de 1935; le fue comunicada la opinión del gobierno inglés sobre la crisis que aceptaba prácticamente la tesisde Hitler. Chamberlain regresa a Alemania nuevamente. Si bien, inicialmente el ministro inglés rechazo y resistió la propuesta auspiciada por Hitler; éste reacciono imponiendo una fecha específica para la desocupación checa de los Sudetes y su consecuente cesión.
Se planteó la hipótesis del comienzo de una guerra entre las potencias occidentales y Alemania; a pesar que los primeros estaban convencidos prácticamente de la cesión de los Sudetes. Fue Mussolini que propuso realizar la Conferencia ya planeada entre los ministros de exteriores de Italia y Alemania; que se realizaría en Múnich el 29, de septiembre 1938. Se menciona que Chamberlain y Daladier – ministro de relaciones exteriores francés- realizaron un tímido esfuerzo de reivindicar la tesis inicial de la autonomía. Mussolini reivindico la propuesta de Hitler.
Al parecer el único propósito de la Conferencia fue aceptar pacíficamente el programa que Hitler propuso antes de imponerlo a través de la guerra. Alemania a cambio se comprometía a no atacar al resto del estado checo y mantener la paz en el futuro.Francia e Inglaterra accedieron con un hecho concreto a cambio de la promesa de Alemania. Se interpreta que la cesión de los Sudetes guardaba cierta sensata racionalidad inclusive justicia por lo cual no valía de riesgo de asumir la guerra por occidente.
Se menciona que Chamberlain y Daladier no tenían ni el menor interés en sacrificar o arriesgar algo para salvar a Checoslovaquia. Hitler en virtud de la suscripción del acuerdo de cesión expreso que se logró todo lo que quería; ni se había exigido pedir opinión a la dirigencia checoslovaca para guardar las formas de nada.Chamberlain, por un lado, pensaba, que Hitler era un hombre con el que se podía llegar a acuerdos, por otro lado, desconfiaba profundamente de la Unión Soviética.
La suscripción del acuerdo de Múnich fue recibida como un triunfo de la diplomacia británica. A su retorno a Londres, Chamberlain fue recibido como un héroe,ante una opinión pública aliviada por haber evitado la guerra y que pareció inicialmenteencantada con el compromiso logrado. Fue aclamado en elbalcón del palacio de Buckingham, en un acto sin precedentes, proclamó a las puertasde Downing Street que creía haber logrado la “paz para nuestro tiempo”.
En el discurso pronunciado el 03, de octubre de 1938, explicando la política de apaciguamiento hacia Hitler manifestó "Desde que asumí mi cargo, mi principal objetivo ha sido trabajar para la pacificación de Europa; el camino que lleva al apaciguamiento es largo y lleno de obstáculos".
Concluía Chamberlain que lasolución del problema checoslovaco, que se había logrado, sería sólo el preludio de una solución más amplia en la que toda Europa podía encontrar la paz. El acuerdo de Múnich y el Naval Anglo-Alemán - donde se autorizaba la creación de una flota de guerra alemana, pero limitándola al 35% del tamaño de la Marina Real Británica- era como un símbolo del deseo de “nuestros dos pueblos” de no volver a ir a la guerra “nunca más”.
Henry Kissinger sostiene, que Múniches vista como “el castigo por dejarse chantajear”. No solo fue un solo acto, sino la culminación de una actitud que había comenzado en los años veinte y se fue acelerando a cada nueva concesión. Alemania se había estado librando de las restricciones del Tratado de Versalles, una a otra. Se reconocía que el acuerdo de Versalles se consideró inicuo por los vencedores de la Primera Guerra Mundial, socavando su base psicológica para defenderlo. Concretaron una paz punitiva y, después de crear por si solos el máximo incentivo para el revisionismo, ayudaron a desmantelar su propio acuerdo.
La conducta de Chamberlain en la crisis siempre ha sido unida a la rendición. El proceso de Múnich, Hitler agotó las últimas reservas de la “buena voluntad británica”, estando resuelto a no dejarse extorsionar “nunca más”, iniciando un importante programa de rearme. Hitler había violentado las “premisas morales” de la política exterior británica al incorporar poblaciones no alemanas al Reich, violando con ello el principio de autodeterminación, en nombre del cual se le habían tolerado sus exacciones unilaterales.En marzo de 1939, Hitler ocuparía lo que quedaba de Checoslovaquia.
Diversos políticos europeos, entre ellos Chamberlain, mostrando una actitud apaciguada, deseaban mantener la paz con el III Reich e Italia a cualquier precio. Significo pasar por alto las sucesivas violaciones al Tratado de Versalles;como condescender a las progresivas peticiones territoriales de las potencias del Eje a costa de la integridad de terceros estados. El miedo a repetir otro conflicto similar a la Primera Guerra Mundial pesó a la hora de emprender cualquier otra alternativa.Se concluyen que todos pensaron que Chamberlain estaba negociando, pero lo que hizo fue capitular; pero no le pareció suficiente a Hitler – señala Henry Kissinger- .