LA PIÑATA SE QUEDÓ SIN INVITADOS

José Luis Farías

Debo comenzar por decir que no me cuento entre los que apoyan a María Corina, pero creo qué hay un “Plan Maquiavélico” para despacharla, respeto a las declaraciones de Luis Vicente León sobre que María Corina no va a lograr quitarse de encima su inhabilitación, no soy fans de él, ¡Dios me libre! De igual modo, creo que el derecho a soñar es libre. Pero la realidad es terca y termina imponiéndose. La argumentación para sostener la posibilidad de hacer realidad el sueño no la veo: se queda en “llegado el momento se definirá” (eso es igual a nada) en que se debe “acumular fuerzas” (frasecita cómoda para salir del paso), que “una realidad distinta obligará a definiciones” (¿ad Infinitum?) o que se debe “insistir en la ilegalidad y en la torpeza de la inhabilitación”(¿Cómo pa’ que?). La verdad es que ninguna de esas consideraciones desmonta lo dicho por LVL: “Las probabilidades que María Corina Machado se inscriba en las presidenciales, son nulas”

El retiro de Capriles de la primaria ha crispado los ánimos en el sector de la oposición comprometida con ese proceso.

Era de esperarse que así fuera:

1. Se trata de un candidato “fuerte” y un partido “grande” promotor de ese evento.

2. Haber tomado esa decisión a escasas dos semanas del día de las elecciones.

3.Justificar la decisión por la inhabilitación.

4.Las evidentes contradicciones entre lo dicho por Capriles y otros dirigentes de PJ.

De igual modo, son inevitables las suspicacias que despierta la decisión de Capriles, a sabiendas de:

1. Su bajo porcentaje en las encuestas y en consecuencia su imposibilidad de ganarle a María Corina.

2. Sus notorias contradicciones con otros líderes de PJ.

 
3. Su conocido desagrado por las declaraciones de Rosales afirmando que no había renunciado a “aspiración presidencial”, pese haber anunciado apoyarlo.

4. El indiscutible efecto negativo que su retiro infringe al éxito de la primaria.

Tras bastidores se comentan muchas cosas, que están por comprobarse su veracidad. Entre otras:

1. Que se trata de un “Plan” (acordado con el Gobierno) para deslegitimar la primaria y con ello a la virtual ganadora María Corina, cuya primera jugada fue el fallido (por ahora) ofrecimiento de apoyo del CNE y el ventilador que prendió Rosales.

2. Que el apoyo de Rosales fue pura “boquilla” y nada de realidad.

 
3. Que nadie se iba a gastar 3 ó 5 millones de dólares el día “D” para perder por paliza.

4. Que viene el retiro de nuevos candidatos como parte del maquiavélico “Plan”. Y muchas cosas más.

A estas alturas del partido queda claro que:

1. Quienes montaron la fiesta de la primaria, se han largado dejando solos a los invitados.

2. Que una invitada se adueñó de la fiesta para disgusto de los dueños de la casa.

3. Que el objetivo de la Unidad con la primaria está más lejos de lograrse que antes de que pusiera en práctica esa convocatoria.

Y a propósito del historial de Capriles no está demás recordar que:

1. Más allá de las posiciones políticas de cada quien, lamentablemente el dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles, se ha metido en el cascarón y no ha asumido los costos de liderazgo que el país democrático ha demandado de él, en múltiples oportunidades.

2. Cómo olvidar el 2018 dónde mantuvo hasta última hora su posible anuncio de apoyo a la candidatura de Henri Falcón.

3. Posición que se repitió en el año 2020 con la Fuerza del Cambio y la posibilidad de construir un frente que abordara la participación en las parlamentarias de ese año; allí también se bajó a escasos días de la decisión.

4. El 2021 no fue la excepción con el tema de Miranda.

Entonces lo que se cuestiona es la ausencia de toma de decisiones y la incapacidad de asumir riesgos que tendría que tomar quien fue dos veces candidato presidencial de la oposición.


APARECIÓ LA POLÍTICA

Kico Bautista

Farías plantea varios temas que poco se discuten y que son claves

No sé trata de un plan maquiavélico. Esa es una mirada típica en la oposición a la hora de asumir cualquier debate, descalificar las diferencias y evitar así discutir los errores.

Rosales está haciendo política y eso hace falta.

 
No fue que Capriles se despertó y volvió a la indecisión que lo caracteriza como tanto han sugerido sus adversarios en las redes.

Escuché que hubo hasta un evento de los partidarios de su candidatura donde se evaluó y anunció la decisión que tiene su razón de ser en el tema de las inhabilitaciones.

El sector radical se nutre de la enorme molestia que hay en el país por la situación económica. Pero, la simple emocionalidad no da para llegar a Miraflores y eso hay que discutirlo.

Cuesta entender como hay gente que después de 24 años se niega aceptar que la Señora Machado no va para el baile, que su habilitación no es problema jurídico sino Político.

No sé equivoca Luis Vicente León, su inhabilitación es una pared de concreto, dura de derribar. Recordemos lo ocurrido con Leopoldo López o con David Uzcátegui que le ganó la Primaria en Baruta a Gerardo Blyde y no pudo ser candidato sino un montón de año después.

Algún día hay que pensar. Veamos, la experiencia reciente del Interinato.

Con el apoyo de Trump, la Unión Europea, el Grupo de Lima y un respaldo de más de 60 puntos en todas las encuestas, Guaidó termino solo y en Miami.

Eso no pasó porque el Presidente Interino fuera un cobarde o le faltará coherencia, fuerza, coraje o cerebro para enfrentar al "régimen".

Perdió por la política. Durante todos estos años la salida de fuerza ha resultado un esquema que solo ha reportado fracasos.

Proclamar que el pueblo, las masas enardecidas van a echar para atrás las inhabilitaciones es repetir la misma fórmula, desconocer las capacidades de juego del gobierno y las ventajas que le otorga el poder. Es decir, la dura y cruel realidad.

Sino corregimos esos errores, volveremos a obtener los mismos resultados.

El plan que parece tener Rosales busca una manera distinta de enfrentar el reto que significa ganarle a Maduro y que además lo reconozca. Se parece más al discurso de la transición que al prometido "final" de la Señora Machado.

En vez de darse golpes contra pared, Rosales inventa otra ruta, escaba en un túnel, utiliza una garrocha y eso, ya de por sí, sugiere una rectificación al esquema radical que, aún cuando reconoce la vía electoral y eso es una enorme avance, insiste en retar al gobierno en sus fortalezas una vez más.

La Primaria ha tenido muchos problemas para lograr sus objetivos. El más grave que en vez de reconocer la segmentación de la oposición, la ha ido acentuando.

Llamar a Capriles “traidor”, a este o al otro “alacrán”, revela que el discurso de la unidad es una impostura, un truco.

Esa cantidad de tendencias falsas que, a propósito, se montan en las redes para destruir al adversario son parte de un estilo maluco, que si podríamos calificar de perverso o de maquiavélico.

Para ganarle a Maduro hay que pensar mucho. El gobierno ha demostrado que la mayor ventaja que tiene frente a la oposición es que juega en un nivel estratégico alto.

Nos puede gustar o no, discutir su legalidad o abuso, igual ocurre, es real. El oficialismo suele tener una carta oculta bajo la manga cada vez que concurre a un escenario electoral.

 
La oposición está obligada a subir el nivel de su juego.
Dejar de ser tan predecible.

No sé puede decir que la renuncia de Capriles es parte de una maniobra. Pero, hay que celebra que Rosales este jugando de manera distinta, con un mejor manejo del tiempo, del degaste que genera una campaña tan larga.

Ciertamente hemos avanzado. Hoy la gran mayoría entiende la fuerza del poder del voto. Sin embargo son muchos los obstáculos que hay superar camino al 2024 y el candidato que nos sirve de verdad, es aquel que evite caer en tantas trampas y anzuelos, que mas bien los supere.

De manera que hay que mirar con otros ojos lo que está ocurriendo en la Primaria, la posibilidad que se agote, que no vaya gente a votar, no solo por las vainas que hace el gobierno, también por los propios entuertos que genera la misma oposición que en vez de tratarse como aliados, insiste en verse como enemigos.