María Isabel Giacopini de Zambrano
Centrados en los testimonios del pasado y considerándose testimonio el relato oral o escrito de los acontecimientos hecho por los que lo vieron u oyeron contar. Entre los materiales impresos de gran valor histórico, tenemos la Semblanza del Dr. Hernández (1895), y sus obras literarias publicadas en la revista “El Cojo Ilustrado”, así como los libros editados e impresos en la tipografía Herrera Irragoyen & Ca, empresa “El Cojo”.
La empresa El Cojo, fue la primera en instalar en Venezuela un taller de fotograbado; que además de editar la mencionada revista, fue la casa editorial de un gran número de libros caracterizados por su acertada ejecución tipográfica. Inicialmente, esta empresa perteneció a Manuel Echezuría quien era conocido con el apodo “El Cojo”, y lo utilizó para darle nombre a su tipografía.
A su muerte, Jesús María Irigoyen compra la empresa y pasa a ser el único propietario de la “Tipografía a vapor El Cojo”, e inicia la edición de la revista “El Cojo Ilustrado”. El primer número apareció el 1 de enero de 1892, marcando el inicio de una etapa de progreso de la imprenta venezolana. Su última entrega fue el 1 de abril de 1915, como consecuencia de la escasez de papel ocasionado por el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
El Cojo Ilustrado, es considerada la mejor revista cultural latinoamericana de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Fue un importante esfuerzo editorial llevado adelante por Manuel Revenga (1892-1895) y Jesús María Herrera Irigoyen (1894-1915), siendo una de las características de esta Revista, su impecable presentación gráfica.
Esta publicación impresa, quincenal, trataba de diversos temas de interés, entre ellos la vida de personajes importantes. Entre estos, tenemos “La Semblanza del Dr. José Gregorio Hernández”, publicada el 15 de agosto de 1893, en “Galería de Médicos Venezolanos”, espacio dedicado a los profesionales venezolanos destacados en su actividad médica.
El Dr. Hernández, después de su llegada de París, se desempeñó como facultativo de familia y comenzó a adquirir renombre en Caracas como médico, por lo acertado de sus diagnósticos y tratamientos, lo cual se atribuía a los modernos conocimientos y a la experiencia que había adquirido en el ejercicio de su profesión en los hospitales de Paris, con algunos clínicos e investigadores del momento. Los métodos modernos que empleaba a la hora de emitir sus diagnósticos, y lo acertado de sus tratamientos, le dieron a su opinión profesional una validez indiscutible.
Manuel Revenga director de la revista El Cojo Ilustrado para 1892, consideró imperativo publicar la biografía del prestigioso y eminente médico venezolano, Dr. José Gregorio Hernández, acompañada de su fotografía, con la finalidad de dar respuesta a la necesidad que tenía la sociedad caraqueña de la época, de conocer aspectos de la vida de este médico que, a pesar de ser tan joven, gozaba de una gran reputación entre sus colegas, discípulos y pacientes.
La redacción de esta biografía fue asignada al escritor costumbrista y periodista Francisco de Sales Pérez, colaborador de la mencionada revista. Él usó como recurso la entrevista, y construyó la semblanza del Dr. Hernández a partir de sus propias respuestas. En ella describió los rasgos más relevantes de su comportamiento y personalidad, entrelazados por comentarios, apreciaciones, e interpretaciones del autor.
Este artículo fue precedido de la siguiente nota de la revista El Cojo Ilustrado, Caracas 15 de agosto de 1893, año II, numero 40, página 294 (tomada del libro Nuestro tío José Gregorio. Contribución al Estudio de su Vida y de su Obra. Ernesto Hernández Briceño. 1958).
“Uno de los pensionados por el Gobierno de la República para hacer estudios médicos en la gran metrópoli francesa que ha sabido corresponder dignamente a la gracia recibida es el señor Doctor José Gregorio Hernández, cuyo retrato aparece hoy en las páginas de la revista El Cojo Ilustrado, acompañado de los rasgos biográficos del joven facultativo, obra de nuestro colaborador el reputado escritor Francisco de Sales Pérez.
Muy joven como es aún el Dr. Hernández, su corta vida no ofrece el número de hechos suficientes para tan extensa biografía; pero notorios como son el saber, la inteligencia, la ejemplar modestia y la vida austera del joven médico que en tan corto tiempo ha conquistado merecido renombre entre nosotros, esto constituye por sí solo suficiente ejecutoria para que venga el retrato del Dr. Hernández a figurar en la galería de médicos venezolanos que viene publicando esta revista, lo cual es para la empresa especial placer”.
Esta semblanza, se ilustró con una fotografía anónima del Dr. José Gregorio Hernández, que representa su materialización a los 29 años, lo cual le da a esta publicación un gran valor testimonial.
Según la investigación histórica sobre Las fotografías del Zulia. El Cojo Ilustrado (2021), realizada por Carmelo Raydan y María Iragorry, fue irregular el otorgamiento del crédito a los trabajadores de la cámara, y con mucha frecuencia las gráficas y fotografías no tienen el nombre de su creador. Esto se evidencia en esta publicación del Dr. Hernández, y considero que una posible causa fue que el autor de la foto sea el fotógrafo oficial para ese momento de la mencionada revista, Henrique Avril.
El Dr. José Gregorio Hernández, además de sus publicaciones científicas, escribió cinco obras en prosa de las cuales cuatro fueron publicadas en la revista “El Cojo Ilustrado”, lo que hace estas publicaciones documentos de reconocida veracidad, que contribuyen a conocer la faceta literaria del Dr. Hernández. Entre ellas tenemos: El Dr. Nicanor Guardia. Revista El Cojo Ilustrado. Año II, núm.35, pág 195. Caracas,1 de junio de 1893. Esta crónica es un homenaje al eminente profesor Dr. Nicanor La Guardia. Aquí el Dr. Hernández resalta las habilidades, competencias, y rasgos de personalidad del Dr. La Guardia como docente universitario y médico, idealizándolo como modelo de ser humano y profesional.
Visión de Arte. Revista El Cojo Ilustrado. Año XXI, núm. 491, págs 298-300. Caracas, 1 de junio de 1912. Esta es una narración fantasiosa en primera persona de los estados alucinantes de un escritor que bajo los efectos del cansancio y en un ambiente tempestuoso experimenta vivencias de desencanto, embelesamiento y miedo. En momentos exalta la poesía, género literario que según el Dr. Razetti el autor consideraba un arte divino y la más excelsa de todas las bellas artes.
En un Vagón. Revista El Cojo Ilustrado. Año XXI, núm. 493, págs 358-359. Caracas, 1 de julio de 1912 Es un cuento, que se refiere a un diálogo que se desarrolla en el vagón de un tren entre un joven próximo a graduarse de bachiller, su madre y un tío, acerca de la libertad humana, el libre albedrío, las inclinaciones y la conciencia.
Los Maitines Revista El Cojo Ilustrado. Año XXI, núm. 497, págs 482. Caracas, 1 de septiembre de 1912.Es un cuento corto escrito en lenguaje poético que se desarrolla en la capilla de la Cartuja. Se refiere a un coro que entona un himno celestial en un ambiente de recogimiento. Los distintos cánticos encierran alegría y esperanza y culminan pidiendo perdón para las personas buenas, malas, dichosas y desgraciadas.
En la tipografía Herrera Irragoyen & Ca, empresa El Cojo, José Gregorio Hernández hizo editar en el año de 1906, su libro de texto titulado “Elementos de Bacteriología”, compendio de las lecciones que venía enseñando ininterrumpidamente en la Universidad Central de Venezuela desde el 6 de noviembre de 1891, fecha en la que él fundó esa cátedra. En el prólogo de este libro escrito por el propio Dr. Hernández, señala: “La enseñanza dada durante estos quince años ha sido bastante laboriosa para nosotros, porque aunque hay un crecido número de obras de Bacteriología, muchas de ellas de un gran valor científico, ninguna está completamente acomodada a las necesidades de nuestro programa Universitario; de suerte que, en realidad, nos hemos encontrado sin un texto conveniente, es decir, que estuviera de acuerdo con la organización de los estudios médicos entre nosotros”.
Lo que evidencia que el objetivo de esta obra fue elaborar un texto que se adecuara al programa de la asignatura que él había diseñado. Por esta razón, contó para su edición con el aporte de 1000 Bs de parte del Gobierno Nacional, por considerarse una obra de utilidad pública. Este texto fue consignado por el Dr. Hernández en su solicitud de jubilación, conmutándose dicho trabajo por los seis años que le faltaban por cumplir reglamentariamente.
En enero de 1912, el Dr. Hernández hizo imprimir ese mismo año dos ediciones de su libro Elementos de filosofía en la tipografia Herrera Irragoyen & Ca, empresa El Cojo (habrá una edición post-mortem de 1959). Ese libro fue declarado texto de los centros oficiales, a pesar de que la filosofía no era su asignatura y especialización oficial.
La tipografia Herrera Irragoyen & Ca, empresa El Cojo nos dejó documentos invaluables de la manera de hacer, pensar y sentir del Dr. José Gregorio Hernández.