Douglas Zabala
El Palacio Federal Legislativo, el mismo donde reposa El Libro de Actas Original del Primer Congreso Constituyente de nuestra República fue inaugurado bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, el 20 de febrero de 1877. El Arquitecto de aquella moderna edificación fue Luciano Urdaneta y su Ingeniero civil Manuel Urbaneja.
Desde el Primer Congreso Constituyente de la República, el poder legislativo ha tenido diferentes modalidades, derivadas de la situación política del país. Cuando el poder legislativo se traslada al nuevo Hemiciclo ya traía definido que tendría las dos Cámaras, una de Senadores y otra de Diputados.
Hasta los primeros 35 años del siglo XX el Poder Legislativo venezolano no será producto de elecciones libres; porque a pesar de que se realizaba ese medio simulacro, estos “procesos electorales” casi siempre expresaban la voluntad del gobernante de turno.
A la muerte de Juan Vicente Gómez se inicia un proceso de “apertura democrática” que se verá interrumpido por el golpe de estado contra Rómulo Gallegos, y la llegada al poder del General Marcos Pérez Jiménez. Durante todo ese periodo, el poder Legislativo mantendrá su signo característico. Un poder bajo la férula y los designios de quien estaba en el poder ejecutivo.
En diciembre de 1958 se realizan las elecciones presidenciales y resulta electo Rómulo Betancourt. Las Cámaras Legislativas se instalaron el 19 de enero del mismo año y el Poder Legislativo recobra por primera vez su legítima y necesaria autonomía bajo un gobierno democrático.
El Palacio Federal Legislativo desde su inauguración, fue sede de los tres Poderes de Venezuela, el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, pero no será hasta la vigencia de la nueva constitución en 1961 cuando pasa a ser de uso exclusivo del Poder Legislativo Nacional.
Con la aprobación de la nueva Constitución de la República el Congreso pierde su condición Bicameral y se convierte en la no tan democrática y plural Asamblea Nacional Unicameral que hoy conocemos.