Douglas Zabala
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinoza, a su paso por este mundo donde permaneció 66 años, fue un político, escritor, humanista, militar, y diplomático venezolano, que no en balde siempre ha sido considerado El Precursor de la Emancipación Americana contra el Imperio español.
Aquel hombre, alto, robusto, atlético y de una tez colorada, con una nariz enérgica, ojos brillantes y escudriñadores, siempre transmitía una impresionante personalidad, que le valió para bucear el alma del viejo mundo, con el fin de buscar apoyo a su causa independentista y libertaria.
El 12 de marzo de 1806 el Precursor Francisco de Miranda ondeó por primera vez el tricolor amarillo, azul y rojo a bordo de su Bergantín, el Leander, en la Rada de Jacmel en Haití para de allí partir rumbo a Venezuela en su afán de liberarla del yugo español.
En efecto este temerario plan llevado a cabo por Francisco de Miranda, tuvo sus orígenes cuando previamente desembarca en Nueva York el 9 de noviembre del año anterior, procedente de Londres.
Miranda una vez llegado a tierra americana, inicia conversaciones con notables personajes norteamericanos, tales como Thomas Jefferson, James Madison, secretario de Estado; el coronel William Smith, inspector del puerto de Nueva York; Samuel Ogden, armador que comerciaba con Haití y Thomas Lewis, dueño de una importante casa de comercio en Haití y amigo de Alejandro Petión.
Como resultado de estas conversaciones Miranda obtuvo los recursos que le permitieron tomar en alquiler un barco de Ogden, al cual bautizó como Leander (en recuerdo de su hijo Leandro), y un bergantín de 180 toneladas, armado con 18 cañones.
Tras poner a punto todos los preparativos, el 2 de febrero de 1806, zarpó de Nueva York el Leander, capitaneado por Thomas Lewis y con cerca de 200 hombres reclutados en los Estados Unidos.
El 27 de abril de 1806 Miranda llega a las riberas venezolanas por los lados de Ocumare de la Costa con sus 3 goletas “Leander”, “Bee” y “Bacchus” y en este primer intento fracasa en sus planes de ver a Venezuela liberada de la Corona Española.