El lunes 31 de agosto, Nicolás Maduro dio a conocer un Decreto mediante el cual se concede la libertad y el cese de persecución a 110 venezolanos militantes de los partidos opositores. Si bien existían datos como la liberación del dirigente de AD Edgar Zambrano y más recientemente de Juan Requesens de Primero Justicia, como producto de las gestiones de la Mesa de Diálogo Nacional, creada en septiembre del 2019 y de personeros de la Unión Europea como su canciller Josep Borrell, se esperaba que se tratara de nuevos casos puntuales. Ahora la Gracia Presidencial por su alcance llamo la atención más aún cuando luego de la llamada “Operación Gedeón” del pasado mes de mayo y amenazas de posibles conflictos en las fronteras con Colombia y Brasil, se habían acentuado medidas policiales y acciones represivas. 

El anuncio llamo la atención también por cuanto implicaba a militantes y dirigentes, que habían sido acusados por acciones violentas como intento de un atentado presidencial y no simplemente por discrepancias políticas. Por ello como se ha señalado se trata de una “jugada audaz” que en otro contexto no llamaría la atención ya que los indultos y la aplicación de la amnistía son practicas frecuentes de gobiernos dictatoriales para bajar tensiones antes circunstancias criticas. En este caso además existe un precedente con Hugo Chávez en 2007 luego de ser reelecto como Jefe del Estado. La medida sin embargo, ha sido saludada positivamente toda vez que la libertad de los presos políticos es un planteamiento de diversos sectores y ello de ninguna manera niega la naturaleza autocrática de los gobiernos que lo decidan ante la necesidad de disminuir presiones y además dar señales de confianza como en este caso de cara a las próximas elecciones de diciembre. Sin duda, el Decreto representa un mensaje para la significativa porción de venezolanos que han planteado la abstención y ofrece una señal en el sentido, de que el gobierno es proclive al Dialogó e incluso a determinadas concesiones.

CAPRILES SE DECIDE 

Como se comentaba en los medios políticos, Henrique Capriles guardaba una sorpresa a pocos días del cierre de inscripción de candidatos para la nueva Asamblea Nacional. El miércoles 02, el ex candidato presidencial de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) despejo la duda al ofrecer unas declaraciones de las cuales afirmo claramente: “Si la dictadura deja una rendijita uno tiene que meter la mano en esa rendijita (…). Pero además colar afirmaciones críticas al plan y gobierno interino de Juan Guaidó y a los sectores de la oposición del G4 y también a María Corina Machado cuando afirmó: “No pusieron un pie en La Carlota, llamando además a que las Fuerzas Armadas actuara, ¿Para qué sirvió eso lo del 30 de abril del 2019?, Después de eso empezó la bajada por el tobogán, y que paso con este año algo que llamaron “Operación Gedeón” y a usted ¿le explicaron?, no le explicaron y nunca le han explicado”. “No podemos seguir jugando a que somos gobierno de internet”, “No le vamos a regalar a Maduro la Asamblea Nacional”.

La actitud de Capriles, como era previsible tuvo un efecto directo en los sectores de la oposición partidarios de no votar y fue objeto de duros señalamientos contra el ex gobernador de Miranda. Tanto que le Cardenal y el Arzobispo de Caracas Baltazar Porras, recalco “la diversidad de opiniones jamás debe ser considerada delito, la pluralidad es un valor de la democracia y las ideas”. El diputado Stalin González anuncio también su renuncia a un Nuevo Tiempo y que participara como candidato en las planchas de “La Fuerza para el Cambio” la tarjeta de Capriles, además, así como un grupo de dirigentes de Primero Justicia encabezado por el conocido economista José Guerra y figuras representativas del interior del país.

¿QUE PASARA?

¿Hasta dónde lo ocurrido estimula una mayor participación en la consulta parlamentaria del 6 de diciembre? ¿Ello ayuda a fortalecer la unidad del madurismo toda vez que en sus planchas aparecen importantes figuras de su gabinete como Jorge Rodríguez, entre otros? Para el analista político Jesús Seguías: “Maduro puso una carta fuerte sobre la mesa opositora; es hora de comenzar hacer política y dejar hablar tonterías por las redes” y el reconocido politólogo Fernando Mires escribió: “Sin elecciones la oposición se estanca y se pudre. No aparecen recambios generacionales, ni nuevos activistas, ni revelaciones mediáticas. Las elecciones son la sal de la política”.