–A ver, ¿qué hizo la Chichi esta vez?

–Tu sabes que ella tiene un emprendimiento con su esposo de venta de postres. Ella los cocina, y el marido lleva toda la administración y hace las entregas delivery! El negocio está creciendo y justo una actriz superfamosa, no me acuerdo su nombre pero ella hacía novelas hace mucho tiempo, le escribió para pedirle una “colaboración”.

–¿Y cómo funciona esa “colaboración”?

Pues fíjate que yo tampoco sabía qué era eso. Pero resulta que esta súper actriz hoy en día es una influencer y le pidió varias tortas a la Chichi a cambio de publicidad en su cuenta. La publicidad consistió básicamente en poner fotos de las tortas desde su cuenta y ella le prometió a La Chichi que con eso muchísimas personas iban a comenzar a seguir su cuenta, y obviamente también iba a vender más.

–Ajá, ¿y funcionó?

–Para nada amor!!! Ese es el cuento. Mi amiga está bravisima porque siente que regaló su trabajo porque no vio resultados. Muy poca gente la siguió, y cero ventas. Fue una experiencia muy frustrante porque todo el mundo le dijo que trabajar con influencers era muy efectivo, pero como dicen por ahí: no le vio el queso a la tostada. 

–Lo que pasa es que el término influencer le queda grande a muchos, y la gente tiene que aprender cómo escoger a la persona correcta para hacer este tipo de colaboraciones. Porque está más que comprobado que hoy en día la cantidad de seguidores no es lo importante, sino la calidad de los mismos.

–Amor, pero esta actriz tiene casi un millón de seguidores. O sea, eso es demasiado.

–Si, lo entiendo, pero el problema es que no es solo el número. Es entender qué tan comprometida está esa audiencia con ella y cuál es su nivel de fidelidad. Te lo comento porque existen influencers con muchísimos menos seguidores, pero los mismos son más leales y están mejor segmentados.

–¿Segmentados?

–Si, eso lo que significa es que es un grupo mucho más homogéneo de personas, es decir que comparten muchos intereses en común y por ende hablarles de un producto que consideres que les puede interesar debería ser más efectivo. Esto es lo que hoy en día llamamos “micro influencers”

–¿O sea que hay influencers y micro influencers?

–Exacto, y también hay celebridades.

–¿Cómo así? ¿Una celebridad no es lo mismo que un influencer?

–No necesariamente. Una celebridad es una persona que tenía una carrera pública antes de las redes sociales, es el caso de muchas actrices, y luego con las redes tienen sus perfiles llenos de fanáticos, pero ellas no necesariamente influyen en estos fanáticos. Es decir, la siguen, pero no siguen sus recomendaciones. Simplemente están ahí.

–¡Eso fue lo que le pasó a la Chichi!

–Probablemente. Lo que sucede es que la Chichi debió hacer una investigación más a fondo para entender cuál es el tipo de influencer que más le convenía. Porque de seguro que hubiese tenido más resultados con una persona más pequeña en números, pero que sus seguidores realmente tengan un nivel de conexión importante con ella como para tomar en cuenta sus recomendaciones.

Y sí, aunque yo siempre recomiendo mucho más el uso de micro influencers porque me parece que son más efectivos, también recomiendo pagar los anuncios de instagram ya que me parecen que pueden ser una herramienta muy poderosa para que tu contenido llegue a más personas.

–Amor, pero a los influencers es una inversión más económica, por eso es que muchos los prefieren.

–Realmente ese es un mito urbano. Yo no sé quién le dijo a la gente que la publicidad en Instagram era costosa. A ver, los anuncios se adaptan a tu presupuesto. Tú puedes programar un anuncio para que tenga un presupuesto desde dos dólares por día. Eso sí, a mayor presupuesto, mayor alcance, es decir, más gente te verá. Pero no hay de qué preocuparse porque si eres una marca que trabaja localmente como es el caso de la Chichi, un monto pequeño de unos 15 dólares puede hacer maravillas.

Yo se que mucha gente le tiene miedo a los anuncios pero más que todo porque no saben cómo funcionan. Pero son una herramienta muy interesante para que más personas puedan conocer tu producto. Si me preguntan a mi, es mi formula de publicidad digital favorita.

–Le voy a preguntar si ella ha intentado esto de la publicidad a ver qué me dice.

–Eso, pregúntale y me cuentas.

–¡Gracias gordo, te amo!

ByeBye