Una piel cuidada y radiante se logra con una rutina diaria que implica limpiar, tonificar e hidratar. Pero además existe otra práctica que no se debe pasar por alto: la exfoliación. Su uso, con la frecuencia adecuada, aporta grandes beneficios que se notan especialmente a largo plazo.
Aunque realicemos diariamente una limpieza efectiva, al transcurrir los días la epidermis pasa por un proceso natural que se llama “mudar la piel”, y que consiste en el desprendimiento y reemplazo de las células cutáneas. Restos de “piel muerta” se acumulan encima de la “piel nueva”, dando como resultado la formación de una capa seca y opaca. Además, día tras día, estas células se mezclan con otras partículas del ambiente como polvo, arena, ceniza o la simple contaminación de la ciudad.
“Una exfoliación bien realizada no solo logrará que la textura de la piel tenga buen aspecto, sino que mejorará su tono irregular y las manchas de envejecimiento, además de permitir una mejor penetración del serum o producto hidratante”, afirma la doctora Anjali Mahto, una de las mayores expertas en dermatología del Reino Unido.
El coco es un excelente exfoliante porque además de renovar la piel la hidrata / Foto Freepik
La frecuencia de la exfoliación dependerá del tipo de cutis. Las personas con piel grasa pueden tolerar el uso interdiario de un agente exfoliante, mientras que para las personas con piel seca o sensible se recomienda una vez por semana o menos. Seguir estas normas es sumamente importante pues una práctica demasiado frecuente puede generar irritaciones y resequedad.
Los ingredientes están a la mano
La naturaleza es la base de muchos tratamientos de belleza, por lo que combinar ciertos ingredientes orgánicos puede ser beneficioso para la renovación de nuestra piel. Con frecuencia muchos están en nuestra cocina, así que su relación costo-beneficio influirá significativamente en nuestra belleza y en nuestro bolsillo.
Es importante que antes de realizar y utilizar estos exfoliantes se haya limpiado y humedecido la piel previamente.
Los beneficios cosméticos de la miel son conocidos desde tiempos inmemoriales / Foto Pexels
Coco. Una fruto con propiedades inigualables. Utilizarlo como exfoliante no solo renovará la piel sino que también la hidratará. Para prepararlo solo se necesita la pulpa de dos cocos secos cortada en trozos pequeños que se colocarán con agua en una licuadora. Luego se cuela y lo que quede en el colador se frota en el cutis por 5 minutos. Pasado el tiempo se enjuaga con agua tibia y listo. No se necesita aplicar hidratante. Dato adicional: el líquido restante se puede utilizar en la cocina o en otras preparaciones de belleza, ya que es lo que comúnmente se conoce como leche de coco.
Avena y miel. La miel tiene propiedades hidratantes que junto con la nutritiva textura de la avena forman un valioso exfoliante. Se debe frotar la mezcla de estos dos ingredientes durante 5 a 8 minutos, se deja actuar por otros 2 minutos, y luego se enjuaga e hidrata.
Azúcar morena y aceite de coco o de oliva. La azúcar morena es conocida por ser un producto poco procesado que al mezclarlo con aceites naturales, como el de coco o de oliva, forma una pasta con textura renovadora que se frota por 5 minutos para luego enjuagar con agua tibia. No se necesita aplicar crema hidratante.
Café y miel. Esta mezcla no solo renueva la piel sino que promueve la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos. Frotar esta combinación en el rostro durante 8 minutos, luego enjuagar con agua tibia e hidratar con una crema.
Agregarle un aceite natural al azúcar morena forma un renovador tratamiento para el rostro
Linaza y aguacate. La composición de grasas “buenas” de estos dos ingredientes no solo renovará la piel sino que añadirá un interesante toque hidratante. Mezclar linaza molida con la pasta de medio aguacate previamente triturado, frotar de 5 a 8 minutos y luego enjuagar con agua tibia.
Errores frecuentes
Es importante tomar ciertas consideraciones en cuenta a la hora de realizar este tipo de tratamientos.
- Es común pensar que por ser exfoliantes naturales su realización y aplicación puede ser frecuente, pero se debe tener el mismo cuidado que al utilizar exfoliantes comerciales, porque la mala práctica puede producir las mismas consecuencias.
- Las personas con piel grasa o con tendencia a sufrir acné suelen realizar exfoliaciones excesivas para tratar de abrir los poros y eliminar el sebo. Esto no es recomendable ya que ese tratamiento frecuente con agentes agresivos (sean naturales o artificiales) provoca irritación y podría agravar las erupciones cutáneas. La piel puede acabar adolorida e irritada y eso no evitará que el acné persista.
Mezclar café con miel activa los vasos sanguíneos
- Seguir utilizando las mezclas a pesar de sentir escozor o ardor. Si se siente una de estas sensaciones al aplicar los exfoliantes naturales, es mejor descontinuar su uso pues puede ser índice de alergia.
- Realizar la exfoliación en la mañana o antes de salir. Luego de realizar una exfoliación la piel queda sensible, por lo que debe hacerse en la noche, antes de dormir, para que durante el sueño el proceso de regeneración sea más efectivo.