Cuando conocí el vino y el mundo que lo rodea recuerdo haber dicha estas palabras: “Me voy a quedar para ver qué tal”. No lo conocía, no formaba parte de mi vida, no sabía cómo describirlo ni como hablar de él. El vino y la Sommellerie fueron para mí un momento en que mi vida se detuvo para analizarla.
No puedo negar que me apasionó todo lo que en ese momento estaba por hacer, también me deslumbró un hombre que hablaba del vino abiertamente y que a mis ojos resultaba realmente seductor. Luego conocí a María Isabel Mijares y me enamoré aún más de esa bebida, al encontrarme en medio de personas para quienes el vino es el centro de sus vidas: porque lo elaboran, lo catan y viven de él.
Para hablar del vino abiertamente, opinar de él y describir lo que se siente cuando se disfruta, se debe tener un conocimiento básico y bien fundamentado, sin olvidar tu cualidad de mujer, esa sensibilidad relacionada con los olores, el tacto y la vista. Tus sentidos funcionando y un mínimo de conocimiento te convertirán en una seductora mujer del vino.
Pero por favor, antes de hablar del vino abiertamente, te recomiendo que realices un curso, no seas autodidacta, es la peor creencia. Se aprende de vinos escuchando a la gente que sabe cuando habla de sus experiencias, que tengan estudios comprobados que los haga verdaderos poseedores del conocimiento y que demuestren su valor enseñándote con amor. Es cierto que debes leer muchísimo, investigar, viajar; pero en este amplio camino, la experiencia sensorial a la que estás dispuesta a abrirte también deberá ir acompañada de buenos libros y expertos asesores del vino.
Hablar abiertamente del vino es un arma seductora para hombres y mujeres, porque cuando amas el vino es como el amor por un hombre: lo sientes de verdad y todo lo que aprendas, pruebes o descubras lo compartirás y lo comentarás. Tienes un importante trabajo de difusión que te convierte en protagonista.
Hablar abiertamente del vino implica utilizar el vocabulario adecuado de manera que nos ayude a expresar mejor lo que queremos transmitir. Para ello recomiendo tres libros maravillosos:
El gusto por el vino, de Emile Peynaud;
De la cepa a la copa, de
María Isabel Mijares, y
Vini Vidi Vici, de
Leonardo D´Addazio. También se obtiene un amplio vocabulario estudiando con la ASV (Academia de Sommeliers Vzla) o, si se es algo más que simple aficionado, con Amavi Venezuela (Asociación de Mujeres Amantes del Vino).
Para describir un vino es preciso entenderlo, escucharlo desde el momento en que cae en la copa, si cae duro o ligero; observarlo en la copa a través de un mantel o papel blanco para apreciar su color, su matiz; percibir su fluidez al agitarlo, si es denso, si tienes partículas en suspensión.
Cuando pasamos a la parte olfativa, antes de descubrir los olores, es importante saber los tipos y familias de aromas que existen. Este conocimiento nos ayudará a reconocer, a cata ciega, datos como la uva, el país de origen, quizás hasta la apelación, el año. Suele ser el objetivo del sommelier cuando cata, sobre todo en los concursos de sommeliers. También es cierto que esta forma de catar a ciegas es divertida y un excelente entrenamiento para convertirnos en buenos catadores. Pruébalo.
En cuanto a la parte gustativa, la idea es describir las distintas sensaciones desde el momento en que el vino entra a la cavidad bucal: dulce, ácido, salado, amargo, astringente, alcohólico.
Una mujer del vino siempre sabrá qué decir de esa bebida y no se conformará con expresiones como este vinito está rico, me gusta o qué sabroso. No. Atrévete y di lo que sientas del vino. Para eso necesitas tres cosas: conocimiento, un buen vino que despierte pasiones y usar correctamente los sentidos.
Al principio quizás dudes y pienses que es imposible pero luego, conociendo las diferentes uvas, apelaciones y tipos de vinos y utilizando un vocabulario sencillo y apropiado, hablarás abiertamente del vino.
Tips del Vino
* Agarrar la copa por el tallo o el pie, nunca por el cáliz para no alterar la temperatura del vino.
* A un vino no se le agrega hielo a menos que sea un Ice (fue elaborado para eso) por ejemplo: Moet Chandon Ice Imperial, Freixenet Ice, Mía, etc.
* No se dice la champañita o la champagne. Es masculino: el champagne o el vino de Champagne (o Champaña) cuando se refiere a la región.
* No se dice la cava (espumoso español), ni la cavita. Es el cava, en masculino.
* No se dice el roncito, ni el vinito, ni el wiskisito. Es el ron, el vino, el whisky, un poco más de respeto a sus productores.
* Para apreciar mejor el vino utiliza copas de cristal transparentes para que se pueda apreciar el color y la caída del vino.
* No se le agrega hielo al agua mineral sino que debes enfriarla a la temperatura correcta: sin gas natural de 10° a 12°C y las gasificadas entre 8° y 10°C.
* Para apreciar mejor el vino busca un mantel o fondo blanco.
* No guardes tus vinos en la cocina, allí evolucionarán y se oxidarán muy rápido.
* La sommeliere (er) debe catar el vino antes de darlo a degustar al cliente durante el servicio. Es la única garantía de que el producto está correcto, en caso contrario se cambia. Favor respetar la profesión de la Sommellerie.