–Goooordo, ¿cuál es nuestra red de wifi? Hay como mil redes y no recuerdo la nuestra.

–¿Otra vez? No entiendo cómo logras salir de la red con esa facilidad. Se supone que siempre deberías entrar de forma automática.

–Amor, no es para mí, es para mis amigas del gym que están llegando para desayunar. ¡Rápido por favor!

–Diles que escaneen el código QR que está en la parte de abajo del router. Ya con eso podrán entrar a la red y solo les pedirá la contraseña.

–¡Amor! En serio, por favor colabora: mejor dime el nombre y ya; ellas son cero tecnológicas. No van a saber hacerlo.

–No se los voy a dar porque hacer esto es demasiado fácil y tienen que aprender. Además que este truco es buenísimo y funciona perfectamente con todo esos teléfonos caros que se la pasan comprando.

–Qué estrés contigo. Dime rápido cómo se hace para explicarles.

–Pues básicamente lo que ya te expliqué: vayan hasta donde está el router de la casa, voltéenlo y ahí deben ver que tiene una calcomanía que tiene un código QR. Es simplemente un código de barra pero cuadrado. Ahora simplemente lo escanean y listo, entrará en la red.


Foto Shutterstock

–Ninguna sabe escanear y tampoco tenemos una app para eso. Te agradezco que dejes la tontería y nos mandes el nombre.

–No se molesten, mira, es muy fácil: no necesitas ninguna aplicación extra. Para escanear un código QR solo necesitas abrir tu cámara, la misma con la que te tomas tus selfies, y simular que le tomas una foto al código. Lo enfocas y listo. Digo simular porque realmente no tienes que darle a ningún botón, es decir, no tomas la foto. Simplemente lo enfocas y automáticamente la cámara hará el trabajo de leer el código. Ponen la contraseña y listo.

–Ya les dije, dame un minuto para que todas lo hagan.

–Vale, me avisas.

–¡Funcionó con todas! Qué emoción, amor, aquí están todas felices porque se sienten unas hackers

–Jajaja, ¿viste?, les dije que sí podían

–Gordo, Marta, la profe de spinning, me está diciendo que el Internet de su casa es horrible y que le gustaría tu ayuda.

–Para qué me pongo a hablar de más…

–Amor en serio, ¿tú qué crees que pueda ser?

–No sé qué pueda estar pasando con su Internet porque hasta la última vez que revisé todavía no me había vuelto un adivino… Ahora, se me ocurre un par de cosas que sin duda afectan el desempeño de un wifi.


Foto cortesía de @ElGordoCircuito

Primero, es importante revisar la ubicación de su router. Ese aparato debe colocarse en un punto sumamente estratégico del hogar de modo que pueda llegar a todos los espacios de la casa. Otra sugerencia es posicionar las dos antenas de forma perpendicular, de modo que una quede hacia arriba y la otra hacia un lado. Eso ayudará con la expansión de la red.

–Me dice que ella incluso compró un extensor porque le dijeron que era la solución.

–Yo no soy fan de los extensores porque no considero que solucionen el problema. Aunque muchos han mejorado con el tiempo, su trabajo es básicamente picar en dos el ancho de banda, haciendo que se vuelva más lenta la red.

También puede suceder que en ocasiones no sea tanto un tema del Wifi sino de la antena receptora del teléfono. Si tiene un teléfono muy viejo o de una gama muy baja, es posible que ese receptor no sea muy eficiente y dificulte la conexión.

Y bueno, aquí pensando en otras posibilidades, valdría la pena revisar qué plan de ancho de banda está pagando. Recuerda que hoy en día las compañías cobran por distintos planes según la velocidad de la red. Si su casa es muy grande, la red la usan muchas personas y tiene el plan con la velocidad más lenta, posiblemente todo esto signifique que necesita optar por un plan con mayor velocidad para la cobertura.

–Me dice que va a revisar todo eso.

–Ya lo último que se me ocurre es que algún vecino le esté robando la red. Eso pasa cuando no cambian las contraseñas que vienen de fábrica o ponen claves demasiado predecibles.

–Que su contraseña es el nombre de su mascota.

–Pues quien sabe, como te digo, no soy ningún experto, todo esto no es más que algunas teorías de que lo que considero que pudiese influir. Creo que lo mejor que puede hacer es analizarlas a ver si alguna recomendación le funciona. Si no, debería ir a revisar su problema directamente con la cableoperadora que le presta el servicio de Internet.

–Muchas gracias amor, eres lo máximo, quedó super contenta y te lo agradece mucho.

–De nada, ojalá la ayude.

–Espero que esto me ayude a ganar puntos extra y que me reserve mi bici para las próximas clases, jajaja

–Jajaja, eso sería bueno. Voy a entrar a una reunión.

–Bye bye.