Hacer una parrilla no requiere más que un motivo para reunirse. Cualquier lugar al aire libre funciona y no se requiere de mucho para realizarla: dos piedras o bloques, una rejilla y algunos carbones son suficientes para armar el "fogón". Generalmente lo más difícil es lograr que las brasas alcancen un buen fuego pero la dificultad es parte de la diversión.
La historia
De acuerdo con algunas páginas de Internet, el origen de la parrilla se sitúa en la Francia del siglo XVII, cuando un barón se negó a pagar el hierro sobrante de la valla que le había construido el herrero Phillipe Ledoux. Este, en venganza, se dispuso a cocinar durante varios días frente al castillo utilizando los hierros como soporte. El barón quedó maravillado con el olor que desprendía la carne, pagando finalmente lo que debía y quedándose con la improvisada parrilla.
La costumbre de hacer parrilla es tan vieja como el fuego, por eso la página tapasmagazine.es afirma que si hay que atribuirle una paternidad esta debería estar en manos de los taínos. “Asentado en las islas del Caribe, para cocer la carne de sus cazas el pueblo taíno usaba un utensilio de leños verdes que situaba sobre las llamas de un fuego amagado en una fosa longitudinal. Se referían a aquel primitivo artilugio de cocina como barbacúa, término que con la llegada de los españoles también pasó a usarse para describir la técnica de cocción a través del calor irradiado por brasas o llamas.”
Esa forma de cocinar acabó extendiéndose por todo el mundo: de los asados argentinos a las muchísimas variaciones de Estados Unidos y las de chinos, mongoles, coreanos, armenios o turcos. La barbacoa dejó de ser un simple sistema de elaboración de carnes para convertirse en todo un acto social, ya sea alimentada de madera, carbón vegetal o gas.
En cuanto al invento de la “rejilla” se dice que en Uruguay, tras una ley de amnistía dictada en 1832, muchos presos fueron liberados y para celebrar la noticia, en la Colonia de Sacramento los ahora ex convictos tiraron abajo los muros de la prisión, consiguieron unas vacas y para cocinarlas, un preso arrancó la puerta de su celda y con ella fabricó la que dicen fue la primera barbacoa moderna.
Esta teoría por supuesto es rebatida por sus vecinos argentinos quienes aseguran que desde mediados del siglo XIX, en los alrededores del Río de la Plata, los gauchos utilizaban las rejillas de hierro, que habitualmente servían para tensar pieles y cueros, para asar la carne de los animales despellejados.
La página tapasmagazine.es también indica que, por su parte, los antiguos mayas tenían un método de cocción al que llamaban baalba koab, que consistía en un horno de forma cilíndrica construido a un metro de profundidad donde colocaban carbón, encima unos leños verdes, luego un bol de cerámica en el que se precipitaban los jugos de la carne cocida, una nueva fila de leños y, por último y recubiertos de hojas de agave, los filetes.
Finalmente cerraban el horno con una piedra circular que sellaban con barro y dejaban que la carne se fuera asando con el calor y el vapor durante cuatro o cinco horas.
La modernidad
A finales de la década de los 40, un hombre llamado George Stephen trabajaba como soldador para la compañía Weber Brothers Metal Works y su tarea era soldar dos medias esferas de acero con las que se elaboraban las boyas. Cuando había buen tiempo no faltaban las barbacoas en su casa, pero si soplaba un poco de brisa la comida quedaba recubierta de una desagradable capa de cenizas. Fue entonces cuando al señor Stephen se le ocurrió coger la parte inferior de una de las boyas que fabricaba, soldarle tres patas y añadirle la media esfera superior a modo de tapa. Conocida como “Sputnik” por su apariencia de satélite, nacía así la barbacoa familiar moderna.
Actualmente, la Weber-Stephen Products Co., compañía que este emprendedor fundó junto a sus antiguos jefes para comercializar su invento, es indiscutiblemente la marca de barbacoas de referencia mundial.
Recomendaciones para la parrilla en sartén
No todo el mundo dispone de un área al aire libre y cuando se vive en apartamento es imposible hacer una parrilla en el balcón por lo que se acostumbra resolver la incomodidad utilizando una sartén para cocinar a la plancha. No es incorrecto, pero no todas las sartenes son idóneas. He aquí algunas interesantes recomendaciones tomadas del blog claudiaandjulia.com.
La primera recomendación es usar una sartén sin recubrimiento antiadherente. La temperatura necesaria para cocinar a la plancha no es la más adecuada para una sartén antiadherente: acorta la vida del recubrimiento y en el peor de los casos podría llegar a emitir gases perjudiciales para la salud.
Por este motivo se recomiendan siempre las sartenes de hierro para cocinar a la plancha, con unas características muy similares a una parrilla de hierro fundido.
Con las sartenes de hierro fundido se pueden alcanzar altas temperaturas teniendo en cuenta siempre que conviene calentarlas suavemente para que se reparta el calor de manera homogénea.
Cocinando a la plancha con una sartén de hierro tanto las carnes como los pescados quedarán perfectamente dorados, con una textura y sabor muy superiores a los que podríamos conseguir en una sartén antiadherente. Esto se debe entre otras razones a que las sartenes de hierro no llevan más que materiales 100% naturales.
La chuleta a la parrilla es uno de los platos más populares de la gastronomía venezolana
Chuletas a la parrilla
Ingredientes
(Dos porciones)
280 gramos de papas
4 chuletas de cerdo
Salsa de soya al gusto
1 brote grande de brócoli
1 zanahoria
Para marinar los vegetales
Aceite de oliva, jugo de limón, ajo y hierbas
Preparación
Lo primero es cocinar las papas al vapor por espacio de 20 minutos o más, según el gusto.
Prepare una marinada de aceite de oliva, jugo de limón, ajo y hierbas y deje reposar el brócoli y la zanahoria durante al menos 20 minutos. Remojar las chuletas en salsa de soya durante el mismo tiempo.
Precaliente una parrilla exterior o una sartén interior y coloque el brócoli, la zanahoria y las chuletas durante cuatro minutos por lado.
Servir las chuletas acompañadas del brócoli, la zanahoria y las papas y adorne con perejil fresco, tomates y rodajas de limón.