Desde las buenas vibras de Masterpiece & Liliana Ávila, pasando por las prendas sin género de Mizar, llegando a la eterna feminidad de Fika y cerrando con broche de oro con los zarcillos artísticos de Topacio Lab, haremos un recorrido por el nacimiento de las nuevas estrellas de la moda venezolana, todas con un mensaje que vale la pena ser escuchado y que grita tiempos de cambio, de renacimiento y de un futuro brillante para la industria en este país maravilloso llamado Venezuela. 

Masterpiece y Liliana Ávila presentan Twinkle, una colección pensada para resaltar el espíritu positivo y renovador que se encuentra implícitamente unido al ADN de la moda. Basada en las señales universales que nos comunican que el tiempo deseado ha llegado, Masterpiece y Liliana Ávila vuelven a fusionarse en un torbellino de color y creatividad que promete enaltecer la vibración espiritual a otro nivel, donde cada prenda de esta nueva colección será la protagonista del éxito seguro. 

La esencia rebelde de los bolsos y carteras de Liliana Ávila se une a la explosión de colores y diseño que ha definido a Masterpiece desde sus inicios, para dar paso a una muestra que vence la barrera del tiempo con la originalidad y la vanguardia que nunca mueren y convierten cualquier objeto donde estén plasmadas en algo eterno. 

Mizar ha llegado para revolucionar la industria, con su mensaje de ropa sin género que viste el alma más allá de las experiencias físicas. Jesús Villamizar, con todo el significado de la palabra libertad en su mente, ha concebido una colección que rompe las barreras de lo común, de lo socialmente impuesto y emprende un camino seguro hacia la renovación del ser humano actual, que no sigue reglas que limiten su crecimiento como persona y que siempre apuesta a redimir su personalidad. 

Las prendas presentadas por Villamizar son el ejemplo perfecto de que la unión entre vanguardia y atemporalidad es posible y que de hecho puede presentarse como una fórmula hacia el éxito. 

 
Mizar es además una marca de ropa que se fundamenta en los criterios éticos de la moda lenta (slow fashion), cuya perspectiva siempre refleja el deseo de que una prenda se convierta en un amuleto, en un bien preciado que perdure en el tiempo, y que siempre ejecute a la perfección su finalidad de vestir a la persona proyectando siempre su esencia. 

Las faldas, pantalones culotte y los emblemáticos cuellos de tortuga confeccionados y presentados por Mizar, sientan bien a la fisionomía masculina y femenina, y llevan el significado de moda y estilo a otro nivel donde las etiquetas históricas “hombre o mujer” se han desvanecido para fundirse en lo universal del ser humano. 

El renacer del romanticismo y la feminidad de la mujer latina vio la luz a través de las creaciones de Fika. De la mano de María Marín y Alberto Willet, mentes maestras detrás de este proyecto, hemos visto como la firma se afianza en la nobleza de los textiles y en sus volúmenes para crear arte usable. Y es que en cada prenda va un poco del zumo puro que se convierte en fragancia de la fuerza y el espíritu libre de la mujer actual. 

Fika es sinónimo de suntuosidad, elegancia y opulencia, fuerzas que se liberan y confluyen en cada puntada pero que se mantienen en equilibrio con el uso de los colores. Al final Fika representa ese ansiado equilibrio y balance que se debe tener en cuenta a la hora de definir nuestro estilo. Por eso es que creo que cada prenda de esta firma se adapta perfectamente a diferentes tipos de estilos y personalidades, además aporta su mayor valor a cada una de ellas. La sofisticación y el charm van ligados implícitamente a la rúbrica que Fika plasma en cada etiqueta. 

Los accesorios son los mejores amigos de aquella mujer que sepa usarlos y sacar el mayor provecho de ellos. En tiempos actuales, cuando la moda ha mutado y se ha convertido en una filosofía de vida, los complementos han dado un paso a la inmortalidad y son muchas veces los protagonistas de los atuendos. 

De ahí surge la importancia de que cada pulsera, anillo o zarcillo que adquiera una mujer debe ser un espejo cristalino de su estilo, de su esencia. Y es así como llegamos a hablar de Topacio Lab, esta firma de pendientes que tiene la vanguardia y el arte como parte vital de su ADN. 

Giselle María, mente creativa detrás de cada ornamento que va firmado por Topacio Lab, consigue transportar sentimientos a cada pieza y de esta forma unirse indisolublemente a cada clienta que disfruta de la felicidad y el privilegio de sentirse correctamente aderezada con cada prenda que sale de los talleres de esta firma, orgullosamente 100% venezolana. 

Cuatro marcas, cuatro esencias que hemos disfrutado hoy y que son una muestra tangible del talento venezolano, de la capacidad creativa de estos artistas que hemos mencionado, y que son un orgullo para todos aquellos que amamos la moda y la entendemos como una forma de vida.