Álvaro Montenegro (*)
Lo mejor de Puipuy es el entorno prácticamente virgen, que parece haber acumulado en esta playa sus mejores atributos; son miles de cocoteros rodeados de una grama que llega hasta la ancha y larga franja de arena. Al final de la playa hay un pequeño río que desemboca cerca de una posada, y enfrente está el mar más ancho y azul que uno puede imaginar, batiendo con olas fuertes toda la línea costera. Puipuy es el equivalente oriental a Cuyagua en las costas de Aragua. Al llegar a la playa y respirar el aire tan fuerte y tan puro que barre las palmeras de Puypuy, uno comprende porque los ecosistemas tropicales son tan buscados por turistas y exploradores de todo el mundo.
En la llegada lo que más impresiona es que al salir del ambiente montañoso de selva que rodea a la carretera y llega a la costa, el paisaje cambia y adquiere un color brillante que transmite alegría y emoción. Por un estrecho camino de tierra, a sólo unos metros de la entrada, se ven 18 preciosas cabañas envueltas en grama con techos de paja o de tejas y paredes color tierra. Son de una posada y se alinean debajo de las palmeras apuntando hacia el mar, a unos pasos de la arena. Todas las casitas tienen una terraza techada con una hamaca colgando, ideal para leer un buen libro con la mejor vista sobre el mar, escuchando el murmullo de las olas al fondo. No tienen aire acondicionado, pero sí calentador de agua y un baño muy limpio. Hay ventiladores tanto de techo como de pie, pero yo no tuve necesidad de usarlos porque abrí las ventanas y el viento que sopló era tal, que tuve que cerrar algunas en la madrugada.
Hay que decir que lo que diferencia a playa Puipuy de todas las demás es el lugar donde se encuentra, enclavada en una línea muy recta de arena con más de un kilómetro y medio de largo, colocada sobre un mar Caribe muy abierto sin obstáculos. Por eso las olas son tan fuertes y los surfistas aman venir con sus tablas a jugar con ellas, sobre todo desde noviembre a enero cuando el oleaje es más fuerte. También por eso debe ser que las tortugas marinas escogen a Puipuy como playa de para desovar, principalmente entre los meses de junio y agosto.
Entre las palmeras de Puipuy se encuentran bellas posadas
Puypuy es una playa espectacular. Apenas los protocolos sanitarios lo permitan no pierdas la oportunidad de pasar unos días inolvidables en una de las playas más bellas y naturales de Venezuela.
CÓMO LLEGAR:
Por tierra desde Caracas se toma la autopista a oriente hacia Cumaná, Carúpano y Río Caribe. Llegar a este bello pueblo toma 9 horas aproximadamente, contando paradas para comer y tomar fotos. De Río Caribe se recorren unos 26 kilómetros por la carretera hacia Guiria y se llega a la licorería Plan IV, allí se toma a la izquierda por una carretera de tierra medio mala hasta la desviación a playa Medina y peor después, pero la recompensa es atravesar la bella naturaleza pariana. Son 16 kilómetros desde la licorería, que pueden tomar casi una hora.
DÓNDE ALOJARSE:
Hay varias opciones de alojamiento en la playa Puipuy, pero la mejor con diferencia es la posada Puipuy, al comenzar la franja de arena. Teléfono: (0294)331.39.17, www.ecoposadasdelmar.com.
La posada Puipuy es un remanso de tranquilidad
Esta es la vista desde la posada Puipuy
DÓNDE COMER:
En la churuata de la posada donde sirven comida fresca del mar. No hay muchas opciones, pero esta vale la pena.
NO OLVIDES:
Llevar mucho protector solar, sombreros, trajes de baño de sobra y lentes de sol. Una linterna para la noche te ayudará a caminar entre las palmeras. Repelente por si acaso, pero con tanto viento yo no lo necesité. Llévate un libro excepcional como “Las alfombras gastadas del gran hotel Venezuela” de Eloi Yagüe, que seguro te alegrará el espíritu en una hamaca debajo de las palmeras de playa Puipuy.
Puipuy es una de las playas más bellas y vírgenes de Venezuela
(*) Álvaro Montenegro
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