Enero trajo la noticia bomba del año. La estadía de los duques de Sussex en Estados Unidos fue más que unas vacaciones. Fue un tiempo de meditación, de medir sus roles y antes de terminar el primer mes del año anunciaron su separación de la familia real británica como miembros senior. Expresaron que deseaban trabajar, tener su propia independencia y poder vivir en otro país, en este caso Canadá.
Pero en su solicitud también dejaban claro que querían seguir estando a la orden de la Reina y de la Corona, continuar dirigiendo las instituciones benéficas que representaban y poder disfrutar de la residencia de Frogmore cuando estuviesen en Inglaterra.
Esta decisión era un claro reflejo que la distancia de Harry y William se dilataba. De inmediato la opinión pública se polarizó. Aparecieron los defensores de Meghan Markle, quienes achacaban al acoso de la prensa tanta presión que terminó por obligarlos a buscar su propia vida, pero también estaban los detractores que acusaban a la duquesa de manipular a su marido, de querer escapar para retomar su vida de actriz y zafarse de la vida sometida a un protocolo.
La reina Isabel II reaccionó y junto a su hijo Carlos y William decidieron aceptar la renuncia al título de Altezas Reales, Harry y Meghan Markle ya no lo usarán ni recibirán financiamiento público. El duque de Sussex perdió el título de capitán general de los Reales Infantes de Marina que recibió de su abuelo, el príncipe Felipe, y dejó de ser comandante de honor de las Fuerzas Aéreas Reales. Además renunció a su papel como embajador de la juventud de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth), algo que realmente lo entristeció.
Lo que sí podrán hacer cada vez que estén en Londres es ocupar la casa de Fragores, a cambio tuvieron que devolver el dinero que costó la remodelación.
Un recuerdo de la boda realizada el 19 de mayo de 2018
Todo esto entra en vigencia el 1 de abril, fecha en la que estarán de regreso a América, donde les espera una vida de celebridades. Entre sus amigos están Oprah Winfrey, quien ha manifestado su apoyo a la pareja, al igual que lo hizo la actriz Hellen Mirren, quien afirmó: “Creo que todos perdemos con su marcha. Aunque al mismo tiempo estoy completamente segura de que han seguido sus instintos y eso es lo correcto”.
El resto de la familia real, a excepción del príncipe Andrés, retirado de la vida pública después del escándalo por su amistad con Jeffrey Epstein, ha comenzado a verse más activa. Carlos y Camilla han aumentado su trabajo, cada vez viajan más y junto a William y Catherine forman los nuevos superpoderosos.
Con su hijo Archie quien en mayo cumplirá su primer año La duquesa de Cambridge se ha sumado a nuevas labores y ya no la podrán llamar perezosa. Entre la maternidad y los compromisos que aumentan se le observa más feliz. Al menos esa es la orden que debe cumplir.
Algunos consideran que la esposa de Carlos tuvo cierto peso en la decisión de Harry y Meghan de alejarse de la nobleza. Lo cierto es que la duquesa de Cornwall se prepara para ser la esposa del próximo Rey de Inglaterra.
Los duques de Sussex ya comienzan a hacer los preparativos para su próximo trabajo. Les esperan viajes, conferencias y quizás el rol de influenciadores de alto nivel. Por lo pronto, Harry continuará con su programa con Invictus Games.
La nueva vida de la pareja parece que transcurrirá en Malibú donde, según el Daily Mail, han visto una mansión de más de 6 millones de dólares que parece que será su refugio definitivo y que cumple con uno de sus requisitos, seguridad privada.
La reina Isabel II no quedó muy contenta con la separación de los duques de Sussex de la nobleza