La soltería es conocida como un estado civil, con reconocimiento legal, y se usa para determinar aquella parte de la población que no tiene noviazgo o matrimonio establecidos.

Hasta hace unos años la mujer vivía reprimida, con el prejuicio de ser una carga para los padres si no estaba casada, debido a que ellos siempre aspiran ver a sus hijos realizados, con una profesión que les dé un buen sustento y un matrimonio estable que les permita forjar una familia.

Pero gracias a la evolución de la sociedad actual, se acepta al hombre y a la mujer como seres autónomos, capaces de tomar sus propias decisiones y de tener las relaciones que quieran en el momento que lo deseen, o elegir la soltería como una opción de vida.


Ser soltero no es sinónimo de soledad

La soledad es un estado emocional que acompaña la necesidad exclusiva de tener pareja para no sentirse solo. Está ligado a la sensación de vacío interior que se complementa con la baja autoestima y la falta de amor propio que con frecuencia invade al ser humano.

En cambio la soltería es más bien una decisión personal para conocer y reconocer niveles muy profundos de lo que somos como seres humanos. Es una emoción y un estado sano que el individuo elige para el disfrute de estar consigo mismo y acompañarse.

Pero para nadie es un secreto que muchas veces estos dos sentimientos se unen, la soledad y la soltería, lo que nos lleva a sentirnos tristes y desamparados, e implica que nos abandonamos y nos excluimos de nosotros mismos, precipitándonos a la búsqueda desenfrenada de una pareja.


La felicidad en la soltería

Ser soltero es el mejor estado que pueden elegir los seres humanos porque, además de permitir la independencia en la toma de decisiones, también favorece vivir muchas experiencias: viajar, salir, hacer nuevos amigos y, sobre todo, forjarse metas propias e individuales que muchas veces no se pueden alcanzar estando en pareja.

Claramente se puede ser feliz siendo soltero porque la persona se enfoca en vivir realmente, en el autoconocimiento y en la realización de actividades que produzcan felicidad y sean claves para el futuro exitoso que se quiere. Este estado le permite al ser humano cuidarse y enseñarle al corazón el amor propio. Ya no se necesita estar en pareja para ser feliz, sino que para ello solo basta tener paz y prosperidad en la vida.

Los beneficios

La soltería trae consigo muchos beneficios, tales como:

• Despejar la mente.
• Ser autosuficiente.
• Descubrir qué se quiere en la vida.
• Dormir mejor.
• Mejorar el estado de salud.
• Ser financieramente más responsable.

Independientemente de estar buscando pareja o no, se debe asumir y amar la soltería porque la comodidad con el estado emocional es más importante que cualquier otra cosa. Si se está a gusto con ese estado y se quiere mantenerlo, permitirá blindarse frente a comentarios hirientes sobre el tema.

La recomendación es amarse uno mismo y disfrutar cada momento de la vida para luego salir a buscar el amor de pareja.