De más está decir que el sombrero es uno de los accesorios más divertidos y favorecedores, amén de lo protectores y fascinantes que resultan. Pero si un simple sombrero, tejido con ese color clásico, ya es un plus que enamora ¿qué se puede decir si se puede personalizar a tal punto que sea a imagen y semejanza de quien lo lleva?
Milena Roncayolo es una artista venezolana que prácticamente lleva toda su vida pintando; y además de ser maestra de preescolar tuvo una empresa de decoración infantil donde pudo hacer gala de su talento.
Desde hace un año comenzó su emprendimiento
@lagaleriadevictoria y como su accesorio favorito siempre fueron los sombreros, ella decidió recrear en ellos su pasión por la pintura. El resultado son verdaderas obras de arte, irrepetibles y personalizadas, que cobran vida y son portables, exhibidas en diversas locaciones del mundo por sus clientas y amigas.
Roncayolo ha sacado varias colecciones, varias de ellas inspiradas en Venezuela, en el Ávila, las guacamayas, los cocoteros, los tucanes. Pero también los hace a pedido, personalizados 100%, así como con diseños abstractos, corazones, nombres, iniciales y cualquier símbolo o dibujo que sugieran sus clientas.
Los modelos de sombreros con los que trabaja son el indiano o vueltiao, originario de la cultura indígena zenú, que se elabora de las hojas de la caña flecha. De hecho en Colombia ha sido elevado a la categoría de Símbolo Cultural de la Nación. Y también trabaja con el sombrero golfista, muy parecido al panamá, que por su tamaño resulta uno de los más pedidos.
La intervención la hace con pinturas acrílicas, accesorios como lazos y cintas y, sobre todo, con su arte que los transforma en algo inédito que enamora a las usuarias.