La tecnología ha venido evolucionando con el paso del tiempo pero no solo en las áreas de internet o conectividad, sino también dentro de las empresas por lo que actualmente ha presentado un significativo cambio en el modelo de trabajo.
Anteriormente lo único que existía era “el modelo tradicional” donde los trabajadores van a una oficina y cumplen un horario establecido. Pero en los últimos años las grandes empresas se han paseado por la modalidad del “home office” o teletrabajo. Una tendencia que tomó más fuerza este año debido a los inesperados acontecimientos sucedidos en el mundo. Incluso, diversos países de Latinoamérica la han desarrollado con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías en el ámbito empresarial.
El home office es cualquier trabajo que se realiza en una ubicación no centralizada y se trata más bien de un lazo entre el empleado y la empresa en el que se asumen las mismas responsabilidades que se obtendrían en un trabajo de oficina.
Aunque el home office fue diseñado en sus inicios como un modo de trabajo que no aplicaba para todo el mundo, hoy en día ha mutado hasta el extremo de que cualquier profesional puede hacerlo siempre que cuente con una conexión estable a internet.
Una de las principales ventajas que se escuchan de quienes desarrollan la modalidad de teletrabajo es que no es necesario salir de casa. No es el único beneficio para el empleado y a continuación nombramos otros más.
- Conciliación de lo personal y lo laboral. Esta fórmula es perfecta para equilibrar con éxito la vida profesional y la felicidad personal.
- Menos estrés. El teletrabajo puede mejorar el nivel de vida al poder realizar el trabajo en un entorno de seguridad y bienestar emocional.
- Horario flexible. Adaptación de los trabajadores al horario de trabajo en función de sus necesidades personales.
- Reducción de gastos. El trabajador elimina los costos en comidas fuera de casa y transporte público lo que le brinda un ahorro en sus ingresos.
- Mayor productividad. Esta modalidad permite una mejor gestión del tiempo al no tener que depender de factores externos.
Los beneficios también se extienden a las empresas.
- Menores costos. Permite reducir costos de infraestructura en las instalaciones al ahorrar espacios.
- Mejores candidatos. Permite tener un mejor proceso de selección del personal que trabajará desde su hogar.
- Reduce el ausentismo laboral. Permite que el empleado gestione su propia agenda de trabajo.
- Mejoran los objetivos. Las empresas priorizan el trabajo por tareas realizadas en lugar de seguir enfocados en el tiempo de cada trabajador.
Por todos estos beneficios el home office es una opción que se viene desarrollando en los últimos tiempos y es propicia para conseguir una fórmula perfecta en la que van de la mano dos conceptos fundamentales para la empresa y sus trabajadores: empleo y felicidad. Sin embargo, aún representa grandes retos para los dos protagonistas involucrados.