La resiliencia surge del convencimiento de que tenemos la capacidad de afrontar y superar los obstáculos y las dificultades asertivamente, sin pensar en el fracaso o a pesar de encontrarnos en medio de una situación difícil. Además nos conecta con nuestras fortalezas esenciales y nos ayuda a retomar el control y el ritmo de nuestra vida cuando hemos experimentado alguna pérdida, fracaso o dificultad. La resiliencia es una cualidad del ser humano que nos permite resurgir de las experiencias negativas habiendo aprendido algo positivo y con la confianza de que podemos superarlo y dejarlo atrás para seguir adelante.
Toma la decisión de suavizarte la experiencia, recuerda que esto que estamos viviendo también va a pasar.
Herramientas para promover esa cualidad
- Busca el lado positivo. A pesar de lo dura o injusta que pueda parecerte la situación en la que nos encontramos no te dejes abatir por ella, no pierdas de vista todos los elementos positivos, aunque sean pequeños, que pueden estar presentes en esta circunstancia. Apóyate en ellos para ganar fortaleza, esperanza y confianza en que haciendo tu parte para cuidarte y cuidarnos, y en que las instituciones y organismos estén haciendo la suya, pronto la superaremos.
- Aprende a desahogarte. Quedarnos solos cuando nos sentimos desanimados no es lo más aconsejable, porque es en esos momentos donde nuestra mente comienza a imaginar todo lo terrible que puede suceder, agravando el temor y el desánimo en nosotros. Busca a esa persona de confianza: un amigo, un familiar o un buen terapeuta, y anímate a contarle lo que piensas y sientes en este momento y qué te causa tanto temor y malestar. Ábrete a recibir el apoyo que te puedan brindar.
- Administra las noticias. Mantenerse informados es importante para todos durante esta pandemia, y buscar las fuentes veraces y oficiales de información es nuestra responsabilidad. Pero elige en qué momento y a qué fuente de información te vas a conectar para saber de los avances. Dale un descanso a tu mente y a tus emociones cambiando tu atención a otras áreas de tu vida o a otros temas de interés. Pon tu música preferida o busca en internet videos creativos, divertidos e inspiradores que te provean de conocimiento y herramientas para potenciar tu bienestar.
- Mantén el contacto con tus seres queridos. Ahora que nos encontramos distanciados físicamente de nuestros familiares y amigos tenemos la posibilidad de mantener el contacto con ellos a través del teléfono y las redes sociales. Ponte de acuerdo con ellos para hacer una videollamada grupal donde puedan verse, conversar y acompañarse un rato. Llama a tus nietos, a tus familiares, a tus amigos, o simplemente comparte con ellos mensajes positivos, inspiradores, divertidos y de cariño para sentirte acompañado, y para hacerlos sentir queridos e importantes a pesar del distanciamiento.
- Descansa lo suficiente. Es lógico que esta situación nos provoque estrés y ansiedad debido a la incertidumbre que sentimos. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos darle un reposo al cuerpo, a la mente y a las emociones para que, durante las horas de descanso, podamos recuperar el balance, las energías y la salud emocional y mental que necesitamos para afrontar el momento con la mejor actitud posible. Aprovecha el tiempo libre de la cuarentena para descansar y relajarte un poco más de lo normal, tu cuerpo te lo agradecerá.
- Medita, ora y aprende a relajarte. Hagamos un alto a lo largo del día para darnos una pausa de descanso para recuperar la sonrisa, la buena actitud y la calma, y reconocer y agradecer todo lo bueno que también está ocurriendo en nuestra vida. Practicar alguna técnica de relajación, meditación o yoga; alguna rutina de ejercicios físicos, o simplemente practicar la oración consciente que nos recuerda que no estamos solos, que La Divinidad nos acompaña, puede ayudarnos a serenar la mente, aquietar las emociones alteradas y recuperar el balance y la paz. Necesitamos adoptar una rutina sencilla y disciplinada de ejercicios y prácticas para canalizar el estrés y ganar bienestar.