La calima y las mascotas
Por el Dr. Otto Alvarado: Este fenómeno metereológico afecta a nuestros peludos tanto como a nosotros. Vea nuestras recomendaciones
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Seguramente han escuchado alguna vez un término ambiental cada vez más popular en las ciudades llamado calima o calina. ¿Saben de qué se trata y cómo mitigar su efecto en las mascotas? Pongan atención.

El término calima o calina se refiere a un fenómeno meteorológico durante el cual se suspenden en la atmósfera abundantes micropartículas que pueden ser de arena, polvo, cenizas o arcilla, dando el aspecto de una nube rojiza o gris densa y seca en el cielo bajo que, de acuerdo con las partículas que se encuentren presentes en ella, se puede llamar Calima tipo A, aquella formada por polvo consecuencia de efectos ambientales, y Calima tipo B, que contiene micropartículas que son residuos de incendios forestales, desperdicios u otros agentes contaminantes como los expulsados por las industrias.

El fenómeno es mundial así que da igual si vivimos en Abu Dabi donde nos afectarán las tormentas de arena; en República Dominicana sentiremos el humo proveniente del vertedero La Duquesa cuando se incendia; en Puerto Rico o Islas Canarias donde gracias al viento Siroco seremos afectados por la Tormenta del Sahara, también llamado Aire Sahariano; si estamos en Gales, Reino Unido, en ciertas épocas del año se hace notar el residuo de muchas chimeneas presentes en avenidas principales, y si se trata de la cuidad de Caracas, los incendios forestales que afectan el Ávila también dirán presente.

Todos estamos propensos por diferentes causas a convivir en algún momento con este fenómeno ambiental por demás desagradable y que sin duda afecta nuestro confort y nuestra salud.

Este fenómeno genera en los humanos irritación en ojos (conjuntivitis), nariz (rinitis o rinorrea) y garganta; disminución de la visibilidad; estrés respiratorio por bronquitis o neumonía; insomnio, y en casos de exposición prolongada, se han reportado broncoespasmos e inclusive asma. Nuestras mascotas no escapan a esta realidad. ¿Qué hacer?


El cuidado de las mascotas

Cada hogar tendrá una realidad diferente pero en líneas generales, de ser posible, tratemos de mantener ventanas y puertas cerradas y a estas puede resultar útil colocarles toallas húmedas en las rendijas. Se recomienda que las mascotas estén alejadas de ventanas o balcones y evitar los paseos al aire libre durante los momentos críticos.

Si los vemos afectados se aconseja lavarles la cara tantas veces como sea necesario y administrar lágrimas artificiales será de gran ayuda. También se deben mantener hidratados. Para ello conservaremos el envase de agua limpio y con hielo, en el hogar limpiaremos pisos y objetos utilizando un trapeador mojado (no barrer), y finalmente, solo si es necesario, utilizaremos los antialérgicos o broncodilatadores que indique el médico veterinario. Por favor no automediquen al animal.

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Todas las profesiones tienen sus riesgos, desde astronautas, hasta los maestros, ¿alguna vez has pensado en los riesgos de ser médico veterinario? . No es siempre como me dijo una señora: -"usted tiene la profesión más chévere (buena o simpática) de todas porque ve muchos perritos y gatitos". . Si es en el área de pequeños animales podemos ser mordidos por perros o gatos, arañados en consulta o pasando la revista diaria, para los que trabajamos con exóticos, ser mordidos por una serpiente, por un mono o picoteado por una guacamaya es algo bien desagradable por decir lo menos. Así, evitar contagios de enfermedades zoonóticas como bacterias, hongos, sarna, o brucelosis, es algo de precaución diaria. . Mis amigos de grandes animales pueden ser pateados por caballos de 1.70 metros de alto para tomarle una muestra de sangre, aplastados contra la baranda o corneado por toros de 900 kilos de peso, mordidos por cerdos de 800 kilos y dos metros de largo, atacados por tigres, hipopótamos, o dantas si están en zoológicos, pueden ser atacados por un cocodrilo al intentar estudiar tomarle una muestra a orillas de un pantano, ahogado por una anaconda de 4 metros de largo o simplemente lesionarse al intentar marcar a un león marino o una ballena en la Patagonia. . Si bien es una profesión que me ha dado muchos momentos especiales, y si es una profesión divertida quizá como ninguna otra por tanta diversidad, también hemos estado en riesgo constante, por eso todos los médicos veterinarios sin importar el área donde se desenvuelvan tenemos que prepararnos para cuidarnos nosotros día a día, y más importante y de mayor responsabilidad aún es el compromiso de mantener a salvo a nuestro equipo, a ese grupo de personas invaloables que comparten nuestras labores en las clínicas, campos, mares, laboratorios, pantanos, o zoológicos en cualquier parte del mundo. . Mis respetos y admiración a todos esos colegas que sin pensarlo dos veces arriesgan sus vidas para mantener o restablecer la salud de animales y por qué no, del mundo, pues todos los médicos trabajamos por UNA SOLA SALUD.

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