Llegó la hora de la naturaleza
Por Gilberto Carreño: En tiempos de sorpresivo encierro la ONU llama a reinventar nuestra relación con el sistema proveedor de vida
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En estos momentos cuando el Covid-19 impone la obligación del confinamiento entre los pobladores de la mayor parte del planeta, el organismo rector de las políticas ambientales de todo el mundo, el Pnuma –Programa de las Naciones Unidas del Medio Ambiente–, advierte que “llegó la hora de reinventar nuestra relación con la naturaleza y reconstruir un sistema mundial más amigable con el medio ambiente”.

Se trata de la consigna de este año para celebrar el 5 de junio el Día Mundial del Ambiente, fecha instituida por la ONU para recordar cada año, desde 1974, la importancia de que los pueblos de todo el mundo se involucren en la conservación y protección de ese componente fundamental del entorno vital que constituye la naturaleza.

Abordar el surgimiento de enfermedades de origen atribuible a determinados animales (zoonáticas), como se estima hoy respecto al coronavirus, requiere, según sostiene el organismo, atender el impacto de las actividades humanas.

Argumenta además que a medida que crece la población mundial y nos acercamos al umbral de los 10.000 millones de habitantes, debemos comprender mejor la red de vida en la que existimos y entender su funcionamiento como un sistema integral. “Es hora de reinventar nuestra relación con la naturaleza y ponerla en el centro de nuestra toma de decisiones”, insiste el Pnuma.

De igual manera, la generalidad de los estudiosos del tema ambiental coincide en la importancia de los servicios de la naturaleza como proveedora de la variedad de alimentos que consume la población, del aire que respira, del agua que bebe y del clima que hace posible la vida en el planeta.

De allí que, como siempre en fechas como las que en esta oportunidad se invita a la toma de conciencia colectiva, resulta preciso insistir en la obligación de articular las necesidades del desarrollo sociocultural del hombre con las exigencias de la naturaleza, componentes ambos de ese concepto general que llamamos ambiente, respetando las leyes, propiedades y fenómenos que rigen en cada uno.