Máscaras para Personas Extraordinarias es el nombre de un grupo de voluntarios ubicado al sureste de Londres y que se dedica a confeccionar mascarillas que luego entregan a esos trabajadores cuyas labores hoy se consideran indispensables y desafiantes.
Frente a esta idea se encuentra Corinne McManus, quien por más de 30 años ha dirigido la empresa de diseño textil Ato Designes, que se dedica al estampado para reconocidas marcas de moda y deportes de todo el mundo.
Ato Designes es un estudio de impresión con sede en New Cross, al sureste de Londres. Ofrece colecciones que se destacan por ser distintas y cuentan con equipo de artistas gráficos increíbles. “Nos enorgullecemos de producir estampados contemporáneos excepcionales basados en tendencias para la moda, la natación, la ropa deportiva y prácticamente cualquier otra cosa que requiera de un diseño o patrón”, subraya su dueña.
Al llegar la pandemia Ato Designes no quedó exenta de las consecuencias negativas a causa de la caída de la demanda a los números mínimos pues sus clientes cerraban actividades. Entonces Corinne dedicó su tiempo de ocio a la limpieza del estudio y como le ha sucedido a muchos se encontró con materiales acumulados que hasta el momento no se les había dado ningún uso.
Esa gran colección de muestras de tela excedente de su trabajo, lejos de botarla, la inspiraron a transformarla y así surgieron los tapabocas, cuyos diseños se alejaban de las frías y sobrecogedoras mascarillas quirúrgicas, pues se presentan llenos de color.
Sus destinatarios: trabajadores clave, aquellos que diariamente desafían el virus, como conductores de autobuses, trabajadores de supermercados, carteros, maestros y muchos otros que tienen que enfrentar al público sin recibir capacitación o protección.
Para que el proyecto Máscaras para Personas Extraordinarias comenzara solo necesitó una máquina de coser y para ello Corinne contó con el apoyo de su pareja Ben Roberts. El primer lote fue de 20 máscaras y terminaron fabricando 1.000. En la semana inicial entregaron 300 pero cada vez había más demanda.
Masks for Extraordinary People, su nombre en inglés, es un ejemplo de la iniciativa ciudadana y muestra una empresa solidaria. Ato Designes utilizó su amplia gama de estilos en las primeras 1.500 mascarillas, después ha tenido que valerse de telas procedentes de otros fabricantes.
“Siempre que sea posible, buscamos textiles estampados, brillantes y funk, porque además de servir como un elemento de precaución de seguridad necesaria, agregan un poco de estilo, son menos intimidantes, incluso divertidas; pueden ayudar a normalizar la necesidad de usar una cubierta protectora en público y elevar el espíritu de quienes se encuentran en primera fila”, afirma Corinne McManus, quien ha logrado conformar un equipo de 60 voluntarios, quienes no solo se encargan de la confección de los tapabocas, sino que también los entregan a quienes los requieren. Cabe destacar que estas piezas poseen una especie de bolsillo para colocar los filtros.
Entre esas personas extraordinarias que llevan estas mascarillas se encuentran unos 1.000 conductores de autobuses que laboran en varias líneas que recorren distintas zonas de Londres.