Ser manager hoy en día en Venezuela es un gran reto. Sin embargo yo amo hacer esto e intento afianzarme en todo lo que se relaciona con el medio artístico.

Aunque no exista todavía en este país una certificación que respalde este título, mi experiencia con diversos artistas comenzó en el año 2007, y ha abarcado desde bandas de rock hasta artistas que han recorrido el mundo entero, incluyendo Hollywood.

Este aval me permite abordar un tema esencial: no debemos confundir “manager” con “sponsor”, pues pocas veces son la misma persona. En la mayoría de los casos lo que sucede es que el inversionista sabe poco de este asunto (ser manager) ya que se dedica a hacer, a través de sus empresas, el dinero que sustentará la carrera de su estrella (ser sponsor).


Es indispensable conseguir un equipo 100% comprometido

Cada persona debe pasar por algunos filtros antes de jugarse este papel tan importante en la vida de un artista. Un mínimo error le puede costar a “la estrella” la oportunidad de su vida; y es clave entender que la vocación no nos da la experiencia. Es por eso que últimamente vemos gran cantidad de productos que salen al mercado sin una asesoría de calidad, y es que el artista o la marca dependen de su manejador y el resto de su equipo. El tema es sencillo: hay que aprender.

Muchas veces los manager somos tildados de tener mal genio. Se puede entender pues somos una especie de columna vertebral en la carrera de un artista y en el momento en que ella se dobla hasta dañarse… se terminó.

No lo justifico pero es como en el ajedrez: hay que saber mover cada pieza para que gane el mejor, así funciona todo. De modo que cuando vean a un artista que además de talentoso, tiene éxito por sus mil maneras de agradar, outfits, redes sociales, personalidad, carisma, no duden que detrás tiene un equipazo. Créalo o no, así es el negocio.

Los artistas suelen ser caprichosos algunas veces, otros presumen de manejar sus carreras ellos mismos, pero la verdad es que cada quien debe aprender de sus errores. El medio envuelve de vanidad a quien se lo permite y solo quienes saben lo que quieren y saben escuchar, crecen y seguramente llegan a ser grandes estrellas.

Todo depende del grado de compromiso de cada uno en el equipo del manager. Si es 100% valdrá la pena. Sin embargo existen grupos donde hay uno que otro holgazán, entonces hay que ir depurándolo hasta conformar una plantilla donde el aporte de cada uno se convierta en un plus que a corto y mediano plazo haga de ese artista el más envidiado de su época.

Compromiso y responsabilidad son la llave inicial para comenzar a abrir esas puertas tan merecidas para nuestros disciplinados artistas.

Venezuela está llena de talento que aún apuesta por ser alguien desde adentro, solo la pasión por lo que hacemos nos acercará hacia la recompensa obtenida por moldear a cada artista, todos tan diferentes y auténticos.

Los sueños pueden hacerse realidad pero debemos tener los pies en la tierra y la cabeza en su lugar.

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