El pabellón criollo es la comida más característica de Venezuela. Es un plato que cautiva el paladar venezolano en todos los sentidos: atrae visualmente debido a la variedad de sus colores, que probablemente sugiere la unión de las razas o tribus que conforman el país; posee un particular aroma, exquisito y muy tropical, y su sabor es inigualable.
Es un plato compuesto por arroz blanco, una suave y gustosa carne mechada, caraotas negras y tajadas de plátano maduro frito; todo organizado de la manera más estética y llamativa posible para resaltar mucho más sus grandes características: sabor, aroma y color.
Su historia La mayoría de los datos coinciden en que sus inicios se remontan a los tiempos de la colonia, más o menos hacia el siglo XVIII, cuando los esclavos reunían para su consumo todas las sobras que dejaban los dueños de las haciendas donde trabajaban. Y por aquellos años lo que más abundaba de la comida eran los granos, como las caraotas y el arroz, y los esclavos le añadían el típico plátano frito.
Una historia más poética apunta que el pabellón criollo representa las tres grandes culturas que se encontraron en Venezuela: la europea mediante el arroz blanco; la indígena mediante la carne morena, y la africana por el negro de las caraotas. Sin embargo, muchos críticos de la gastronomía han tildado este comentario como una alusión más visual que histórica ya que el arroz proviene realmente de Asia y las caraotas de Centroamérica.
De cualquier manera esta propuesta gastronómica nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra historia, aunque al pasar los años ha tenido pequeñas variaciones en las diferentes regiones de Venezuela.
CuriosidadesExisten otras variaciones del pabellón criollo. En el estado Lara se sustituye la carne mechada por carne deshebrada y frita de ganado bovino o caprino, conocida como pata e’grillo.
En los andes venezolanos, y parte del estado Zulia, se usan tostones de plátano verde en lugar de tajadas de plátano maduro. Además, en el Zulia, la carne mechada la preparan con coco.
Existen personas que le añaden queso blanco rallado a las caraotas o a los plátanos, algunos agregan azúcar a las carotas o sustituyen el plátano frito por uno maduro horneado o asado con queso.
Hay quienes opinan que el secreto de su sabor está en el sofritoLa recetaIngredientes para la carne1 kg de carne de falda de res
2 cebollas grandes
1 pimentón rojo
6 ajíes dulces
4 dientes de ajo
1 ramillete grande de cilantro
1 lata de tomates pelados
Para las caraotas
500 grs de caraotas negras secas
1 cucharadita de bicarbonato
1 cebolla grande
6 ajíes dulces
6 dientes de ajo
Sal al gusto
1 pimentón verde o rojo
Azúcar
Comino
Para el arroz
1 taza de arroz
2 tazas de agua
1 trozo de pimentón o medio ají dulce
Sal
Para las tajadas
2 plátanos maduros
Aceite
Algunos le ponen queso a las caraotas y plátano horneado en lugar de las tajadas fritasPreparaciónEl pabellón se compone de 4 preparaciones por separado que unidas logran una deliciosa mezcla de sabores.
La carne: En una olla se coloca agua suficiente para cubrir la carne con una pizca de sal, cebolla y cilantro, se pone a hervir durante 2 horas a fuego medio cuidando que el agua no se seque y que la carne ablande. Una vez la carne esté suave, se deja enfriar y se procede a deshilachar. Ya deshilachada se coloca en una sartén con un sofrito de cebolla, pimentón, ají dulce, cilantro y los tomates procesados. Añadir sal y especias al gusto (recomendamos adobo, comino, laurel o pimienta) y se deja guisar durante 30 minutos hasta que esté jugosa.
Las caraotas: Dejarlas reposar en agua durante 24 horas y agregar un poquito de bicarbonato de sodio. Eliminar esta agua, lavarlas y ponerlas a hervir con un pedacito de cebolla, el ají sin semillas y una ramita de cilantro. Dejar cocinar a fuego alto. De ser necesario agregar más agua, preferiblemente caliente, y cuando estén blandas bajar el fuego. En una sartén se prepara un sofrito, de la misma manera que se hizo con la carne, y se agrega a la olla. Verificar que las caraotas tengan solo el agua necesaria para cubrirlas completas. Ir chequeando la sal y los condimentos hasta que el caldo espese.
El arroz: En una olla pequeña se precalienta el aceite con un trozo de pimentón o de ají dulce, agregar el arroz y mover para aceitar todos los granos. Añadir agua y sal al gusto, subir el fuego hasta que hierva y tapar. Luego de que haya hervido bajar el fuego hasta que esté seco y luego se apaga. Dejar tapado para que el vapor termine la cocción.
Las tajadas: Calentar el aceite en la sartén. Pelar y cortar los plátanos en lonjas y agregarlas al aceite caliente para freírlas. Voltear cuando se haya dorado cada lado. Al dorarse, sacarlas del aceite y ponerlas a escurrir en un plato con papel absorbente.
La excelente combinación de sabores del pabellón criollo es representativa de la gastronomía venezolana y deleita a propios y extraños. En especial si se une al postre nacional: el dulce de lechosa.