De acuerdo con el sitio web de la Escuela Europea de Formación Continua (escuelaeefc.com) la dactiloscopia es la ciencia que se encarga de analizar las huellas dactilares y permite identificar a las personas a partir de las crestas papilares de las yemas de los dedos de las manos.
La dactiloscopia (o dactiloscopía) es uno de los procedimientos más efectivos para identificar a un individuo porque cada huella dactilar es única y distintiva. Los dibujos de las crestas, además, son inmutables y perennes desde el sexto mes de vida intrauterina. Algunas lesiones profundas pueden llegar a alterar los dibujos, pero las cicatrices también se usan como elementos de identificación. En caso de muerte, la huella empieza a desaparecer una vez iniciado el proceso de descomposición de los tejidos.
El Estado es el encargado de registrar las huellas dactilares de los ciudadanos para poder identificarlos si fuera necesario, como en los en casos de robo o asesinato, donde los delincuentes no hayan tomado suficientes medidas para no ser identificados. Las huellas dactilares son infalsificables y tienen un porcentaje de éxito prácticamente total, excepto cuando hay deficiencia al momento de tomarlas.
El Sistema Automatizado de Identificación Dactilar, conocido por sus siglas en inglés AFIS (Automated Fingerprint Identification System) es el recurso de la dactiloscopia que se emplea para registrar, clasificar, comparar y reconocer las huellas digitales. Este archivo informático recopila las impresiones dactilares de las personas con antecedentes penales: si los investigadores que trabajan en la escena de un crimen –en cualquier parte del mundo– logran recolectar algunas huellas digitales, pueden enviar la información al AFIS y contrastarla con los datos ya registrados para la identificación del criminal.
Los reactivos especiales en polvo son los más usados para recopilar huellas dejadas sobre algunas superficies
El principal precursor de la dactiloscopia como la conocemos actualmente fue Juan Vucetich (1858-1925), nacido en la antigua Dalmacia, perteneciente al imperio austrohúngaro, quien estudió la posibilidad de establecer un servicio de identificación antropométrica.
AntecedentesA grandes rasgos se pueden diferenciar tres épocas en la historia de la dactiloscopia: la prehistórica, según ciertos dibujos hallados en cavernas muy antiguas; la empírica, con un sinfín de impresiones digitales de los griegos y los romanos que se pueden apreciar en documentos usados en su momento para identificar a la gente, y la científica, cuando se comenzaron a aplicar los conocimientos científicos y los instrumentos de laboratorio.
El policía francés Alphonse Bertillon (1853-1914) fue el primero en investigar un sistema de individualización antropológica y en 1883 propuso un método de identificación basado en el registro de las medidas de diversas partes del cuerpo. Su método, adoptado por las policías de Francia y otras partes del mundo, fracasó cuando aparecieron dos personas diferentes con el mismo conjunto de medidas.
En 1892 apareció el libro
Huellas dactilares, del antropólogo inglés Francis Galton (1822-1911), en el que publicó los resultados del primer estudio científico acerca del tema. Con ellos se verificó tanto la invariabilidad de las huellas a lo largo de toda la vida como su carácter distintivo aun para gemelos idénticos.
Los estudios de Galton, que estuvieron orientados a la determinación de las características raciales hereditarias sobre las que las huellas digitales no podían dar información, determinaron sin embargo algunas características que aún hoy se usan para su clasificación. El inglés identificó los caracteres naturales de las líneas papilares de las manos como perennes, inmutables e infinitas y que no existían dos iguales en miles de millones de muestras.
Los 40 rasgos propuestos por Galton para la clasificación de las impresiones digitales fueron analizados y mejorados por el investigador de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Juan Vucetich, a quien se le había encomendado sentar las bases de una identificación personal confiable.
El argentino de origen croata, Juan Vucetich, es considerado el padre de la dactiloscopia
Vucetich usó inicialmente 101 rasgos de las huellas para clasificarlas en cuatro grandes grupos que luego logró simplificar en cuatro tipos fundamentales: arcos, presillas internas, presillas externas y verticilos.
Sin embargo, un año antes de que apareciera el libro de Galton, ya la policía bonaerense había establecido como novedad mundial el registro dactiloscópico de las personas. Y en 1892 se hizo por primera vez la identificación de una asesina, Francisca Rojas, con base en las huellas dejadas por sus dedos ensangrentados en la escena del crimen de sus hijos, en la ciudad de Necochea (provincia de Buenos Aires).
Día Mundial de la Dactiloscopia y la Criminalística
Se celebra el 1° de septiembre y se debe a que en esa fecha, en 1891, Vucetich hizo las primeras fichas dactilares del mundo con las huellas de 23 procesados. Luego de verificar el método con 645 reclusos de la cárcel de La Plata, en 1894, la policía de la provincia de Buenos Aires lo adoptó oficialmente. En 1905 su sistema dactiloscópico fue incorporado por la futura Policía Federal Argentina y en 1907 la Academia de Ciencias de París informó públicamente que era el más exacto hasta ese momento.
El método fue detalladamente presentado en los escritos Instrucciones Generales para el sistema antropométrico e impresiones digitales, Idea de la identificación antropométrica (1894) y Dactiloscopía comparada presentado en el Segundo Congreso Médico de Buenos Aires (1904). El último trabajo recibió premios y distinciones en todo el mundo y fue traducido a varios idiomas. Luego de más de 120 años de su implementación, la identificación de huellas dactilares todavía se basa en los cuatro tipos fundamentales establecidos por Vucetich.
¿Quién fue Juan Vucetich?
Nacido el 20 de julio de 1858, en la isla Hvar, actual Croacia, el tal vez antropólogo (se desconocen sus estudios) se estableció en Argentina a la edad de 23 años. Ya nacionalizado argentino ingresó en 1888 al departamento central de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Inicialmente empleado en la contaduría, un año y medio después fue designado jefe de la Oficina de Estadísticas, donde recibió la orden de abocarse a un estudio que posibilitara la implementación de un servicio de identificación antropométrica.
Luego de leer un ejemplar de la Revue Scientifique, donde se publicaban los primeros estudios de Francis Galton, advirtio que en las impresiones digitales se hallaba la única solución integral a la problemática de la identificación humana. Más tarde creó la Oficina de Identificación Antropométrica y posteriormente el Centro de Dactiloscopía del que fue director.
Luego de protestas públicas realizadas en Argentina en 1917 en rechazo a la identificación de las personas, Vucetich, quien había enviudado dos veces, se casó por tercera vez y se retiró a la población de Dolores donde, enfermo de cáncer y tuberculosis, falleció el 25 de enero de 1925, a los 67 años.
Honrando sus méritos, se bautizó con su nombre la Escuela de Policía de la Provincia de Buenos Aires y el centro policial de estudios forenses de Zagreb (capital de Croacia, su país natal), entre otros honores.