Luego de 14 años de ejercicio profesional, un día decidió dejar olvidada la corbata y presentar con el gusto de lo estético, leyes distintas a las que defiende la “Dama Ciega”, porque comprendió que definitivamente una imagen dice más que mil palabras. Fue así como se inscribió en la reconocida academia de Roberto Mata, en Caracas, para formarse y convertir al arte de la fotografía en su pasión.
La repercusión mundial lo sorprendió cuando la BBC de Londres publicó esta foto
El trabajo de Diego Vallenilla tuvo repercusión mundial cuando la BBC de Londres publicó una de sus fotos, en la que se ve a una joven madre en pijama con un cartel asido y sus hijos a los costados.
“Una vez decretada la cuarentena en Venezuela sentí la necesidad de dejar un registro documental de lo que estaba ocurriendo. Quería que fuese un registro fresco y ligero. Se me ocurrió entonces fotografiar a la gente en sus ventanas y balcones cumpliendo el confinamiento. Para darle más contenido a los retratos comencé a preguntarles qué querían en ese momento de cuarentena. Y la gente me respondía desde sus ventanas con un cartel. Siempre dejé claro que estaba buscando deseos muy humanos. Además de la salud y las cosas realmente importantes, todos tenemos un deseo muy personal en estos días. Eso era lo que buscaba. Comencé con vecinos y poco a poco fui incorporando otras zonas de Caracas. Fue una idea muy sencilla que logró conectar a muchas personas”.
El joven fotógrafo visitó muchas zonas para retratar deseos
La primera parte de este proyecto concluyó el 27 de junio y ahora lo que más ilusión le da es “hacer la etapa de los deseos cumplidos, los mismos protagonistas de la primera parte pero esta vez cumpliendo los deseos que expresaron en sus carteles”.
–¿Cómo es ese proceso creativo entre tomar una foto y obtener el resultado esperado?
–Algunas veces es fortuito pero, en la mayoría de los casos, no digamos producido pero sí pensado. Por ejemplo, llevo días trabajando en un nuevo proyecto que incluye un retrato en la plaza Caracas de El Silencio. Llevo tres días yendo a tomar la foto pero no he tenido la suerte de coincidir con la luz que quiero para esa imagen. Volveré las veces que necesite hasta lograr la foto que tengo en mente. En fotografía, sobre todo documental, es fundamental tener paciencia y saber anticiparse a la situación que vamos a registrar.
–En un mundo lleno de imágenes, ¿qué es lo que más te gusta fotografiar?
–Me gusta fotografiar personas con historias inspiradoras. También disfruto mucho fotografiar paisajes venezolanos para acercar de alguna manera a aquellos venezolanos que se han ido. Al final me gusta que mis imágenes transmitan esperanza, que alegren el ojo y si es posible también el corazón.
Disfruta fotografiar paisajes venezolanos para acercar a los que se han ido
–¿Hay alguna personalidad, paisaje o espacio que deseas fotografiar?
–Sí. La lista de personalidades es larga. De espacios, me gustaría hacer fotos en países como Tailandia y la India.
–¿Cuáles sentimientos son los más duros fotografiar y por qué?
–Cualquier fotografía que registre sufrimiento humano es muy dura de hacer.
–¿Hay fotos que te han sacado lágrimas?
–Por alguna razón que desconozco no lloro con películas ni fotos. Pero obviamente hay imágenes que me dan ganas de llorar, fotografías que me conmueven tanto que la imagen se queda grabada en mi memoria. Por ejemplo, la foto de Kevin Carter del niño y el buitre en Sudán, que ganó el Pulitzer en 1993, es una imagen muy triste y difícil de olvidar.
–¿Qué recomiendas a quienes se inician en el arte de la fotografía?
–Primero, comenzar con algún equipo de fotografía sencillo y económico. Segundo, educar el ojo viendo muchas fotografías, películas y pinturas. Tercero, formarse. Cuarto, buscar buenas referencias de fotógrafos reconocidos. Y quinto, practicar, practicar y practicar haciendo fotos. Siempre es buena idea buscar a un fotógrafo con experiencia y asistirlo para aprender.
José Miguel Rodríguez en Instagram @jmcanta
Parte del exquisito trabajo de Diego Vallenilla se puede ver en su Instagram @dieguisimo