Una vez más un platillo de origen humilde recorre sin proponérselo el largo camino que lo lleva de ser importado de un país vecino hasta darse a conocer alrededor del mundo con etiqueta propia y lograr su ingreso al grupo más elitesco de la gastronomía internacional.
Nos referimos al ramen, la famosa sopa de fideos, símbolo japonés de origen chino, que desde mediados del siglo XIX sirvió como aliado ideal a los trabajadores, para coger fuerzas de forma rápida durante la jornada laboral, y que la adquirían en puestos ambulantes que usaban un cuerno musical para anunciar su presencia.
Su historia
La página
yummybarcelona.com es específica: “Durante el periodo japonés Nara, entre los años 710 y 794, llegó del sureste de China un plato de fideos planos y caldo caliente llamado
hõtõ. La versión china de este plato se llama
botuo, que sería un proto-ramen proveniente directamente de China, uno de los primeros indicios históricos de algo similar al ramen.”
Los fideos artesanos servidos en el restaurant Kanada-Ya, en Londres
Y agrega que entre los años 1192 y 1333, los monjes budistas japoneses que viajaban a China para instruirse llevaron de regreso las prácticas culinarias del país vecino, por lo que preparaban unos fideos “udon” (gruesos y blancos, hechos con trigo) simples y rudimentarios con caldo caliente y verduras. De esta forma se introdujo esta comida en templos y oficinas administrativas.
En 1868, al finalizar el último gobierno imperial, la nación nipona se abrió al mundo lo que favoreció la enorme influencia china sobre sus costumbres. Es así como durante los años siguientes, la masiva migración de chinos propició que estos ofrecieran en puestos callejeros unos fideos artesanales con el nombre de lamen, que con el paso del tiempo pasaron a conocerse como ramen.
En China, según acota el portal Wikipedia, los restaurantes de Cantón y Shanghái ofrecían en 1900 un plato de fideos de ramen simple (cortados en vez de separados manualmente), con pocos ingredientes y un caldo con sabor de sal y huesos de cerdo.
Con el tiempo el ramen se convirtió en un plato fundamental para los japoneses y comenzaron a aparecer locales y restaurantes que ofrecían de manera asequible cuencos con esta deliciosa sopa. Poco a poco este plato fue adoptando los ingredientes propios de cada zona dando origen a diferentes variedades siendo las más conocidas los Sapporo, el Kitakata, los Hakata-Fukuoka o el Onomichi Ramen, entre muchos otros.
Shiromaru Hakata clásico, del restaurant Ippudo de New York
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial y debido a la escasez de comida existente, un taiwanés-japonés, Momofuku Andō (1910-2007), desarrolló la idea de mejorar la calidad de la sopa y para que ayudara a alimentar a grandes cantidades de población, y es así como en 1948 fundó la empresa Nissin con la que lanzó al mercado japonés, 10 años después, el Chicken Ramen, la primera sopa instantánea de fideos.
El éxito de Nissin Food Products pronto fue imitado por multitud de empresas de toda Asia y durante las siguientes décadas el ramen se volvió uno de los platos más característicos de la gastronomía japonesa debido a su bajo precio y delicioso sabor.
El camino del éxito
En 1971 y durante un viaje de investigación a Estados Unidos, el fundador de Nissim observó como los gerentes de los supermercados rompían los fideos Chicken Ramen para ponerlos en una taza, verterles agua caliente y comerlos con un tenedor. Fue entonces cuando Momofuku se dio cuenta de que su producto debía evolucionar para hacer del ramen instantáneo un alimento global, olvidando los conceptos del pasado y basándose en el comportamiento de los consumidores. Así nació el exitoso Cupnoodles: un vaso plástico con fideos ramen, el paquete de condimentos y el tenedor, de acuerdo con el sitio yummybarcelona.
En los años 80, en Japón, el plato pasó de ser una mera guarnición a convertirse en una comida normal para gente de todas las edades; y a principios de los años 90 el ramen experimentó un boom en todo el país, especialmente en las enormes ciudades, que pondrían su nombre como marca local.
En el año 2000 una encuesta del Instituto de Investigación Fuji posicionó a los fideos instantáneos como la mejor exportación de Japón del siglo XX.
En la actualidad, el ramen se sirve en reconocidos restaurantes japoneses de las más importantes capitales del mundo. Incluso, gracias al uso y aplicación de varias técnicas para comer en la ingravidez, la creación conocida como el Space Ramen fue llevada a la Estación Espacial Internacional, trasladando el pensamiento creativo de Momofuku más allá de los límites de La Tierra.
Vasos actuales de ramen / Foto Wikipedia
¿Y qué es el ramen?
De acuerdo con el sitio diariovasco.com, “los fideos de ramen están elaborados con una masa a base de harina de trigo, sal, agua y kansui, una clase de agua mineral. La base sobre la que flotan y se sumergen todos los ingredientes es un caldo elaborado con carne, que puede ser de pollo o cerdo y suele venir acompañado por alga konbu, bonito seco katsuobushi, sardinas secas niboshi, huesos de ternera, huevo hervido, cebolla, setas, marisco…”
La misma página indica que se distinguen tres tipos básicos dependiendo de sus ingredientes: el Shio ramen, la receta más clásica y fiel a la china cuyos protagonistas son los huesos de cerdo que se hierven durante horas hasta obtener un caldo blanco espeso. El Shoyu ramen, donde el caldo es elaborado no solo con pollo sino también con verduras, y cuyo toque final lo aporta la salsa de soja que le da un color oscuro al ramen. Y el Miso ramen que sigue la misma línea de los dos anteriores, pero que en lugar de soja o huesos le añade pasta de miso.
Importante aclarar que el miso es un condimento consistente en una pasta aromatizante hecha con semillas de soja o cereales y sal marina fermentada con el hongo koji (hongo muy usado en la cocina japonesa).
Así es el bol de cartón que ofrece el restaurant Ippudo de Nueva York
Los honores
En 1994 la empresa Nissim abrió el Museo del Ramen, en Shin-Yokohama. Un espacio que emula las calles del Tokio de 1958 con pequeños restaurantes, letreros de películas de la época y locales que preparan el ramen según el estilo de las diferentes regiones de Japón.
Cinco años más tarde la misma empresa abrió el Cupnoodles Museum, en Osaka Ikeda. Muy parecido en temática al anterior pero más moderno, permite hacer ramen en la propia fábrica, crear y empaquetar uno propio a gusto del visitante, ver la exposición “El nacimiento del Chicken Ramen“ y la historia de Momofuku Ando y los ramen instantáneos.
Este plato, relativamente barato y completo, evolucionó hasta la perfección necesaria para ganar una estrella Michelin. El restaurante Tsuta, en Tokio, fue el primero en lograrlo al mantener precios muy económicos. En París, el restaurante Kodawari Ramen Yokochō fue seleccionado para aparecer en la Guía Michelin de Francia 2020 como plato michelin, cocina de calidad.
La firma Taste Atlas, destacado mapa de recomendaciones gastronómicas cuya evaluación es llevada a cabo por chefs y expertos de talla internacional, lo ubica en tercer lugar –detrás de la Pizza Margarita italiana y el Adana Kebap (un pincho de carne de cordero asado a la parrilla) originario de Turquía– en su clasificación 2020 de las mejores comidas tradicionales del mundo. Además destaca al restaurant Tsuta como el que mejor preparael ramen en Japón.
Definitivamente la fama que acompaña a esta deliciosa preparación por todo el mundo está asociada a la cultura japonesa.