Renovacion con experiencia
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Feliz y orgulloso de este primer aniversario de la Revista Golf Venezuela y que coincida con los cuatro años de mi gestión en la Federación Venezolana de Golf

Hemos apoyado el Golf Juvenil e Infantil con responsabilidad, este es el futuro del golf venezolano, de nuestros Clubes y de nuestra permanencia

Regresemos al contexto de un país que explotaba en medio de una conflictividad política, que trajo como consecuencia, la paralización de todos los sectores. Hiperinflación, paros, guarimbas, dos presidentes simultáneos, toques de queda, golpes de estado, crisis eléctrica, desaparición del combustible, una altísima emigración y para colocar la guinda al pastel, una pandemia que aún no termina, con todas sus nefastas consecuencias y duras perdidas que todos hemos sufrido.

Fuimos elegidos en una elección de Asamblea reñida, asumimos el compromiso de suceder la Junta Directiva del Ing. Freddy Alcántara, quien tuvo muchos aciertos en su Presidencia, sumado a una experiencia golfista muy respetable. Pudimos integrar un equipo que combina experiencia gerencial con conocimiento y prestigio en el golf. He tenido la suerte de aprender cada vez más detalles técnicos de este maravilloso golf y sumar ese aprendizaje a mi capacidad y entusiasmo que no ha cesado ni un día.

Tengo como Presidente de la Federación Venezolana de Golf un compromiso firme con el golf nacional.

En medio de estas circunstancias que nos rodearon durante más de cuatro años, esta gestión, logró realizar todos los Campeonatos Nacionales cada año, en tres oportunidades, más de cuarenta torneos anuales. Retomamos el Torneo Interclubes con más de catorce años de inactividad y que hoy motoriza la conformación de los Rankings Internos de cada club, motivamos patrocinantes, hicimos grandes Abiertos en nuestros Clubes y tres años del Abierto de Venezuela en un Club centenario que no escatimó por lograr la excelencia para compartirla con todos.

No faltamos a ningún campeonato Sudamericano realizado en este periodo, incluso con bloqueos aéreos y financieros, también asistimos a mundiales y otros torneos internacionales, ganamos el Sudamericano Prejuvenil, que no se ganaba desde el 2011, llevamos a 40 jóvenes a obtener becas Universitarias en USA para continuar sus preparaciones y quizá lo más importante, miramos hacia el interior del país, permitiendo aumentar los golfistas afiliados a la Federación, a casi 4500 al día de hoy.

Nos encontramos con clubes y campos de una historia inimaginable, que estaban a punto de desaparecer, que luchan cada día contra una crisis mil veces más severa a la que se ve en nuestra Capital, pero portadores de un semillero, de una voluntad y deseo de persistir, que nutren de energía y esperanza al cuerpo más inerte.

Esto nos llevó a desarrollar relaciones con el Estado que rindieron frutos, nuestro golf fue el deporte que tuvo la primera autorización oficial, para ser practicado durante la pandemia, circunstancia que mantuvo vivas esas administraciones y algunas otras de la Capital, ya que se les pidió solvencia a los miembros para poder jugar en esos días de confinamiento, que todos vivimos.

Lo que se ve en el Oriente y en el Occidente de Venezuela es verdaderamente impresionante, a estos campos hemos asistido personalmente, los hemos apoyado en sus giras, en torneos y en actividades de rescate de sus campos verdaderamente milagrosos, para muestra un botón al mirar las condiciones en que se encuentra Maracaibo Country Club, o el pujante Golf Menor Oriental, o el Barquisimeto Golf Club, el impresionante Guataparo Country Club con casi 100 jugadores de hcp de 1 dígito y su infraestructura general, que parece importada de USA.

Veamos los últimos torneos en San Miguel o en La Salina que no tienen nada que envidiar a un Gran Abierto caraqueño. Todo esto sin desmeritar el esfuerzo que hacen nuestros Clubes de la Capital, que ya empiezan a mirar hacia sus centenarios.

Hemos apoyado el Golf Juvenil e Infantil con responsabilidad, este es el futuro del golf venezolano, de nuestros Clubes y de nuestra permanencia. Quizá todo esto sea más fácil por tener una maravillosa familia que me apoya al cien por ciento y unos hijos golfistas que son competitivos y soñadores con su golf, que me han permitido ver esa cara del País y de la familia golfista Venezolana, que sufre, que trabaja, que viaja y que participa activamente en seguir desarrollando el golf, padres que se sacrifican por sus hijos, que sufren al igual que el jugador, en superar tantas frustraciones y dificultades, a cambio de ver en ellos la sonrisa que les genera meter un putt, hacer un buen score o ganar un trofeo y así irse quedando atrapados, de por vida, en este maravilloso deporte.

También quiero aprovechar para agradecer a mucha gente, a mi Junta Directiva, a los Presidentes de los Clubes y sus Juntas, a los Profesionales del Deporte, a los empleados de la Federación y especialmente a dos personas que siempre me han motivado e impulsado a estar en esto, que nunca dudaron en proponer mi nombre, brindándome ese apoyo incondicional, que no solo es decir SI, sino efectuar autocrítica, incluso cambiando y corrigiendo errores, señalando fallas y celebrando triunfos, son muchas horas transitadas siempre buscando mejorar, corregir, impulsar; ellos leen estas líneas convencidos de que ha sido y será así.

Por todo lo aquí relatado, considero que debemos continuar, con nuevas caras, que sustituyan las que se han ido, por necesidad o voluntad, pero se han apartado y necesitan sustitución. Vamos a continuar con nuevas energías, con nuevos proyectos, conservando lo bueno y modificando lo malo, caminando hacia la excelencia, hacia la completa recuperación de nuestros campos, hacia la profesionalización de la Institución, su fortalecimiento, hacia el crecimiento de nuestro Deporte en todos los sentidos, hacia las regiones, hacia los niños, niñas y adolescentes, hacia los Abiertos, hacia los Títulos, hacia las Becas y por supuesto hacia más Jhonattan Vegas.

Rafael Barrios De Jongh