“Para que los trabajadores tengan futuro, hay que asegurarles el presente”
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Para Jorge Roig, miembro del Consejo de Administración de la OIT, todo el proceso que ha vivido Venezuela en lo concerniente al rescate y reconocimiento de las libertades sindicales, ha sido complejo. “Un caso digno de estudio, que puede servir de ejemplo para otros países”

POR AMANDA GÓMEZ / FOTOS: CORTESÍA

Entender la dinámica de las relaciones entre los trabajadores y los empleadores nunca ha sido tarea fácil. Desde su fundación en 1919, la Organización Internacional del Trabajo —OIT—, ha mantenido, entre los objetivos que le dieron origen, el propiciar espacios para el fomento del diálogo tripartito entre gobiernos, empleadores y trabajadores. Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras e integrante del Consejo de Administración de la OIT, indica que en marzo de 2003, la Organización Internacional de Empleadores —OIE—, conjuntamente con Fedecámaras, presentó una queja ante el Comité de la Libertad Sindical (CLS) del Consejo de la Administración de la OIT contra el Gobierno venezolano por atentar contra la libertad sindical.

Fue una época convulsa. Trabajadores y empresarios eran perseguidos. Diversas empresas fueron confiscadas, expoliadas. La queja comenzó a escalar muy lentamente.

Ese fue el principio de un largo proceso que trajo como resultado que en 2014, una comisión de la OIT, se apersonara por una semana en nuestro país para investigar las correspondientes denuncias, lo que posteriormente derivó en el informe titulado “Por la reconciliación de Venezuela”, en el cual se hacen una serie de señalamientos y recomendaciones al respecto.

A partir de ese año, la “queja” (que es la primera introducida por empleadores que llega hasta ese nivel), comenzó a evolucionar hasta el mecanismo de control denominado “Comisión de Encuesta”, establecido para tratar casos de violaciones de los derechos laborales en los Estados miembros de la OIT, el cual se activa en el momento en que un país incumple con las normas internacionales del trabajo. Roig indica que “en la historia de la OIT, la Comisión de Encuesta solo se ha activado unas 12 veces, 7 de las cuales han sido en países de la región latinoamericana”. Así que ello significó un importante avance en el desarrollo de este proceso de reclamo.

Aclara nuestro entrevistado que esta Comisión tiene bajo su responsabilidad la investigación de las quejas, compilar información y, con base en la misma, hacer recomendaciones sobre cómo el país afectado puede cumplir con las normas laborales.

Estas sugerencias van desde reformas en la legislación laboral y su aplicación, así como otras medidas para hacer respetar los derechos de los trabajadores.

La respuesta: la Comisión de Diálogo Social
Además de las consideraciones y recomendaciones iniciales, sin duda alguna el hito de esta gestión lo marcó la instalación de la Comisión de Diálogo Social, entidad a través de la cual se fomenta la negociación e intercambio de ideas entre las partes, con la veeduría de un representante de la OIT. “El diálogo es un elemento indispensable en cualquier circunstancia, y más si lo que se quiere es dirimir controversias relacionadas con el acontecer laboral en las organizaciones venezolanas, así como las relaciones en ese sentido entre el Estado, los trabajadores y los empleadores”.

Y es así como de esa manera, se inicia una nueva relación entre las partes involucradas en materia de derecho de los trabajadores. Al respecto, nuestro entrevistado señala que no obstante la buena disposición del Gobierno en llevar adelante estas reuniones de manera periódica, “no se ha avanzado en algunos temas con la velocidad y celeridad que la situación requiere”. No obstante aclaró que se han logrado conquistas en algunos puntos que eran imprescindibles, sobre todo en lo concerniente al cese de las expropiaciones de las empresas, así como en la reducción de los casos de instigación a trabajadores y empresarios.

Reconoce la importancia de mantener ese espacio de comunicación, “ya que desde el año 1997, no existía diálogo social en el país. Es importante reconocer que, luego de 25 años, estamos sentándonos otra vez en una mesa de negociación, con interlocutores válidos. El Gobierno ha cumplido con los aspectos ya señalados, no así con el tema de los Consejos Productivos de Trabajadores”. Considera imperativo mantener la Comisión, “este es un espacio necesario y prioritario”.

La fortaleza de Fedecámaras: Una sola voz Señala que la fortaleza de Fedecámaras se basa en tener una única vocería, no así los representantes de los trabajadores. “Tienen que estar más unidos, tener una sola voz. Actualmente están representados por cinco centrales sindicales. Deben trabajar en unificar y fortalecer su voz”.

“Los esfuerzos por dividir al empresariado no han tenido éxito. La fortaleza de Fedecámaras ha sido su unidad de criterios, su apego a los principios que le dieron origen hace ya ocho décadas. El secreto: hablar en una sola voz”. “La institucionalidad y las reglas claras se mantienen firmes en esta organización”, agrega.

Al contar la experiencia de Fedecámaras en su transitar por las diversas diligencias realizadas ante la OIT para hacer valer los derechos de libertad sindical, Roig señala que se preparó y se ha presentado, tanto nacional, como internacionalmente, un documento el cual resume las lecciones aprendidas de todo el proceso. “Allí contamos cómo hicimos para influir en un Gobierno que, en las primeras de cambio, perseguía al sector empresarial, acusándolo de ser artífices de una supuesta `guerra económica´, años más tarde, estamos sentados, en la misma mesa, en foros de diálogo social”.

“Quisimos dar a conocer nuestra historia y nos fuimos a presentarla nacional e internacionalmente. A informar cómo respondimos comunicacionalmente”. Destaca el líder empresarial, que la estrategia utilizada es un “caso digno de estudio, que puede servir de ejemplo para otros países en los cuales suceden situaciones similares. Nuestros compañeros en Nicaragua, Honduras, Perú y Colombia -en mayor o menor grado-, están atravesando por la misma coyuntura”.

Una ley que le cumpla al trabajador “Uno de los objetivos de este camino por el cual hemos transitado a lo largo de todos estos años, es que tengamos una nueva legislación laboral. Es perentorio seguir avanzando hacia una Ley que le cumpla al trabajador, un instrumento legal más moderno, cónsono con los tiempos que corren y con el panorama nacional y global”, añade Roig.

Manifiesta su confianza en el desarrollo de una ley “que favorezca a todos, y que sea el resultado del consenso entre todas las partes”