Fotos por José Martín Rojas y Ángel Mazparrote
Cuando me hice Socio de Izcaragua, una de las cosas que más me impresionó fue la existencia de un antiguo generador eléctrico, que data de la década del 1930. La turbina de este generador estaba conectada a una tubería alimentada con el agua de una represa en lo alto de la montaña. Para acceder a la represa existe un amplio sendero, desconocido para muchos de nosotros.
Este generador y sus senderos forman parte de esa historia poco conocida de la Hacienda Izcaragua que, junto con las plantaciones de café y su antigua Casa Colonial, conforman el acervo histórico del Izcaragua Country Club.
Los senderos
Los senderos de Izcaragua
Conversando con Jesús Castillo, paramédico de enfermería, y otros antiguos trabajadores del Club, nos enteramos de la existencia de los Senderos de Izcaragua, los cuales comenzamos a explorar con intenciones de conocerlos.
Los anteriores presidentes de Izcaragua, Fernando Gonzalo y Carlos Soucy alguna vez los recorrieron y me dicen que hace muchos años que nadie camina esos senderos.
Castillo, el baqueano de estas montañas, nos entrega información de un sendero que comienza en el lado norte del Green del hoyo 17. Es un antiguo camino de mula que se usaba para transportar carga desde y hacia la hacienda de café en la montaña. El sendero tiene muchos zigzag y poca pendiente, lo cual lo hace más fácil de subir, su tamaño y construcción permitían subir a caballo en años pasados. Cuentan que podías llegar a Camurí desde Izcaragua.
Los senderos
El sendero hasta la represa tiene una longitud lineal de 5.4 km aproximadamente, se inicia a una altitud de 550 msnm y termina en la represa a 1200 msnm. Una caminata regular hasta la represa puede tomar 2 horas 45 minutos con un ritmo sereno. Es diversa la fauna y vegetación que se puede apreciar en una muy placentera caminata.
La represa
El café
Nos llama la atención una guaya plateada que cuelga entre las montañas y es visible desde el tee de salida de los primeros hoyos de la segunda vuelta. Cuando preguntamos por esa guaya, nos cuenta Manuel Troya, otro conocedor de la montaña, que en realidad no es una guaya, sino un tubo por donde hacían circular agua para descargar el café por gravedad, que terminaba en nuestro conocido Patio del Café de la Casa Club.
Troya nos comenta: “El trabajador introducía un limón, y lo esperaban en el patio, y otro trabajador confirmaba con una llamada telefónica la llegada del limón” ¿Llamada telefónica? Si, confirma Troya, allá arriba en la montaña cerca de la represa había un teléfono que se comunicaba con la que es hoy la Casa Club. Y cuando estaban seguros de que no había fuga, lanzaban las cargas de café cosechadas en la montaña. Esta es una de las tantas historias de Izcaragua.
Toda una obre de ingeniería Cuando le preguntamos a Castillo por esos Senderos, nos detalla los nombres de los sectores y caminos. Desde la represa hacia el oeste está un canal de agua y el camino conocido como Neveran, pasa por el Pico Izcaragua, luego al Plan del indio, planicie que aloja un cementerio indígena y termina en el hoyo 7.
Excursionismo y aventuras
No podemos dejar de mencionar que a 20 minutos de caminata de la represa veremos unas espectaculares cascadas con las cristalinas aguas de Izcaragua.
Un picaflor de brillantes colores Si nos dirigimos hacia el este desde la represa vamos al sector Los Castillos que conducen a la antigua hacienda de café, a 2 horas de caminata desde la represa, este camino se extiende hasta la Fila Maestra.
Un báquiro en su ambiente en nuestras montañas Es asombrosa la obra de ingeniería civil que realizaron hace décadas en lo alto de la montaña, usando un sendero de mulas y un teleférico de carga que aun podemos apreciar en ruinas a lo largo del camino.
Desde lo alto en el sendero - la casa club
Sin duda, Izcaragua Country Club tiene un gran potencial de actividades de excursionismo y aventuras en sus antiguos senderos.
Este residente se mimetiza en el bosque
Este cangrejo no se deja intimidar