Autana
Los Viajes de Montenegro - Tepuy mágico del Amazonas
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Por Álvaro Montenegro Fortique


La leyenda piaroa cuenta que el Autana es el árbol de la vida; aquí comenzó todo. Las primeras plantas, animales, hombres, ríos, peces, flores, aves y la suma de cuanto existe nacieron en este macizo. Ahora solo podemos ver parte del tronco, porque el árbol cayó hace muchos siglos en una de esas guerras entre el bien y el mal, protagonizada por los dioses piaroas enfurecidos. Las ramas del follaje caído dieron origen a las serranías del estado Amazonas, y su tronco se yergue imperturbable como un altar que recuerda a la etnia piaroa ese origen de la vida.


Llegando al Autana

Todo viaje al Autana comienza en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas, donde se toma un carro para hacer un recorrido corto y muy interesante hacia el puerto de Samariapo. Este es último poblado al cual se puede acceder por tierra, para luego embarcarse en un bongo que los llevara a una aventura de tres días, entre los ríos más espléndidos y solitarios de nuestra geografía.

Luego de cinco horas de navegación se llega al campamento Mavaco, que está muy cerca de una comunidad indígena. Churuatas cómodas para guindar hamacas, vista sensacional sobre el río, caney con cocina y comedor, además de unos baños muy básicos al lado. Uno cena y duerme en Mavaco. Al día siguiente, después del desayuno, uno vuelve al bongo para remontar el río Autana durante unas cuatro horas repletas de serenidad. Conocerán el éxtasis de la selva cuando desembarquen en el raudal de Ceguera, para acampar esa noche.


Churuatas de alojamiento

Me gusta imaginarme que el nombre de Ceguera se originó por la espectacular vista que se obtiene desde aquí, de un valle formado por el cerro Autana, el cerro “Cara de Indio” y el cerro Waharí a un lado. Realmente este es uno de los lugares más bellos de Venezuela, en las riberas del río Autana con un panorama espectacular y sobre una laja enorme fascinante.


Cerro Cara de Indio, en el raudal de Ceguera

Al día siguiente pueden subir al cerro Waharí, para obtener la mejor vista posible del Autana. Una hora cuarenta minutos de caminata entre la selva, con pendientes fuertes llegando al final. Al llegar al tope la vista es realmente sensacional; uno siente que se ahoga de felicidad en ese aire purismo que envuelve al cerro Autana. Imposible no sentirse emocionado en esa cumbre, besando el alma de este árbol de la vida y observando cómo la energía del infinito penetra en lo más profundo de nuestro ser.

CÓMO LLEGAR:
Hasta Puerto Ayacucho creo que no está volando ninguna línea aérea comercial desde la pandemia. Consulte a su agencia de viajes de confianza por si acaso. El camino por tierra es precioso. Recorren los llanos de Apure de norte a sur, y cruzan la chalana en el río Orinoco para luego llegar a Puerto Ayacucho. Todo el paisaje es hermoso. Desde Puerto Ayacucho, su guía les llevará a Samariapo por tierra, y luego en bongo durante dos días hasta el raudal de Ceguera.


Bongo por el río Autana

DÓNDE ALOJARSE:
Hay campamentos básicos muy bien ordenados con unas churuatas grandes, donde se guindan hamacas con sus mosquiteros. Su punto débil son los baños, sobre todo para las mujeres que necesitan más privacidad y confort.

DÓNDE COMER:
Los paquetes incluyen todas las comidas, porque en la selva no hay otras opciones. La comida es casera y muy abundante, hay mucho pescado fresco de río en la dieta de estos parajes. Son deliciosos.

DÓNDE RESERVAR:
Henry Jaimes (0416) 448.63.94 es un buen amigo que vive en Puerto Ayacucho desde hace años, y es uno de los veteranos operadores de estas selvas. Parece un “Indiana Jones” de la jungla amazónica. Sabe muchísimo de la zona. Su compañía “Ecodestinos de Venezuela” (0248) 521.31.64 ofrece unos paseos muy bien organizados.

NO OLVIDEN:
Llevar ropa fresca y manga larga, para defenderse de los puri-puris que les picarán sin compasión. Mucho repelente del bueno y protector solar. Además, lleven una linterna y un sombrero. Botas para caminar, y sandalias solo para bañarse en el río, porque de resto no le servirán en la selva.