A pesar de que los procedimientos usuales han disminuido la morbilidad materno infantil, de acuerdo con recientes estudios médicos europeos, el predominio de la decisión médica sobre cómo traer el bebé al mundo, y el miedo de la parturienta a enfrentar el parto, impacta negativamente en el éxito del parto natural.
Por eso, en los últimos años comenzó a realizarse el Parto Respetado, o como prefiero llamarlo, el Parto Naturalizado, porque ese nombre proyecta un sentido de regreso a lo natural. El Parto Naturalizado es un modo de atender el proceso de parto en el cual se privilegia la voluntad y las necesidades de la mujer que va a dar a luz. La Unicef y la Organización Mundial de la Salud le han dedicado la segunda semana de mayo a este tipo de proceso.
Beneficios palpables
Según estadísticas personales, el Parto Naturalizado supera actualmente el 50% de las pacientes primerizas, en contraste con el 20% registrado en las últimas décadas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que se mejore ese porcentaje para que se ajuste más a sus parámetros, a la vez que sugiere un máximo del 20% de cesáreas. Todo esto se traduce en un conjunto de efectos positivos del parto respetado, tanto para la salud de la madre como del niño.
La madre se recupera más rápidamente de un parto normal que de una cesárea, la que, al fin y al cabo, es un procedimiento quirúrgico susceptible de mayores riesgos y complicaciones. Por otra parte, desde el punto de vista psicológico también hay consideraciones importantes, porque sentirse bien en el trabajo del parto se traduce en beneficios permanentes, de todo tipo, para la madre y el niño.
Al bebé también se le asegura un adecuado estimulo psico-emocional. La primera impresión del neonato de estar con su mamá y su papá, se cree que queda para toda la vida. Por eso tratamos de que, a los pocos instantes, la mamá pueda amamantarlo y colocarlo cerca de su corazón. Las mujeres que han tenido la experiencia de un parto anterior y luego tuvieron otro bebé por Parto Naturalizado pueden atestiguar la diferencia. Según me lo han confiado, el comportamiento del recién nacido es algo particular: ven y sienten al bebe más tranquilo y seguro.
Este tipo de parto busca mejorar la posibilidad de que el bebé sea más sano. Este tipo de parto busca mejorar la posibilidad de que el bebé sea más sano. Las primeras bacterias que colonizan el intestino del bebé deben ser las del primer contacto con su mamá, las de su tracto vaginal y después las del contacto piel a piel. El 70% de la inmunología humana está en el intestino, es decir, esa primera colonización de bacterias garantiza también un intestino feliz, que, según estudios recientes, repercute en la salud, disminuyendo alergias y alteraciones metabólicas, fortaleciendo así, el sistema inmune, tan importante para un buen estado de salud.
Por otra parte, el desarrollo neurológico comienza con este gran estímulo neurosensorial, el cual los padres deben completar por medio de la estimulación temprana, como la que ofrecen instituciones como Braining Baby Gym durante los primeros catorce meses de vida.
Creo que nos acercamos a donde teníamos que llegar: alta tecnología diagnóstica para enfrentar con mayor seguridad al parto natural. Creo que al fin lo encontramos, y que está dando resultados.
El Parto Naturalizado en Venezuela
Una de las instituciones pioneras en Venezuela en desarrollar una infraestructura idónea para la atención del Parto Naturalizado es el Grupo Médico Santa Paula, que cuenta además con la asistencia médica especializada, para ayudar a fomentar el apego precoz del bebé con la madre.
El primer Parto Naturalizado en el Grupo Médico Santa Paula fue el 19 de junio de 2014, el cual tuve la oportunidad de atender.
Hoy la clínica cuenta con cinco habitaciones especialmente equipadas para prestar el servicio de atención de este tipo de parto; además de la tecnología de avanzada y de calidad para asegurar tanto el bienestar de la madre como del bebé.
Estas habitaciones buscan que el trabajo de parto y la recuperación ocurran en un solo lugar y con las condiciones ambientales adecuadas, al tiempo que permiten la participación de los familiares más allegados a la paciente, a quien, además, se le otorga toda la libertad de elegir las medidas médicas y paramédicas que tradicionalmente se utilizan en la atención de un parto, en un ambiente térmicamente más adecuado, sin el frio y la frialdad de un quirófano.
Esta es la primera clínica tipo A, en tener espacios diseñados especialmente para el Parto Naturalizado y, al mismo tiempo, poder atender cualquier complicación que se presente durante el proceso. La clínica también cuenta con un retén, terapia intensiva neonatal, quirófano, y otras salas para la ejercitación de la futura mamá, para poder brindar una atención de integrada.
Se busca que todo el proceso ocurra en un solo lugar y con los familiares de la paciente. Una característica particular en estas instalaciones es la cama, la cual se transforma para las diferentes etapas del proceso, facilitando el cambio de posiciones, que favorece así, no solo a las parturientas, sino también la labor de los médicos.
Al estar en las instalaciones de la clínica, con todo el equipo de profesionales: médicos, gineco obstetras, perinatólogos, enfermeras especializadas, neonatólogos y anestesiólogos, la paciente se siente segura y disminuye notablemente el estrés del parto. Todo esto incide positivamente en el binomio madre-hijo.
Por otra parte, están las
doulas, quienes alistan a las pacientes conjuntamente con los médicos, en los cursos de educación prenatal; las preparan para el parto, las apoyan psico-emocionalmente y vigilan su bienestar.
Durante el trabajo de parto, la paciente decide la posición que le resulta más cómoda para parir, y si quiere recibir o no asistencia del anestesiólogo. Uno puede sugerir la analgesia, considerando que no es bueno tener a la paciente anestesiada todo el tiempo, porque le bloquea la sensación de pujar y esta acción es muy necesaria en el periodo expulsivo final. Estas consideraciones son parte esencial del Parto Respetado.
El promedio del trabajo de parto es de ocho a diez horas. La recuperación es la otra etapa para considerar, pues allí se concreta el apego precoz, es decir, la entrega del neonato a la madre segundos después de nacer.
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